Cuando Eduardo Bours Castelo hacía campaña en Sonora en busca de la gubernatura, hizo un compromiso con los comerciantes del centro de la ciudad. Les dijo (casi les juró sobre la Bibilia) que durante su administración desaparecería para siempre el lúgubre sector conocido como “Paralelo 38”, ubicado en el corazón de la ciudad. Fue otra más de las promesas incumplidas del ahora ex mandatario.
Recientemente se cometió un crimen. Fue al inicio de esta semana. Un homosexual de los muchos que pululan por el sector, fue asesinado de forma despiadada en el cuarto de un hotel de paso. El muchacho se prostituía en el sector de marras, y tuvo el infortunio de encontrarse con un hombre que acabó con su vida, seguramente después de conseguir sus favores sexuales.
Al margen del sangriento suceso, aquí lo destacable es que una vez más se comprueba que al “Paralelo 38” acuden no solamente borrachos y gente deseosa de placer barato, sino además criminales en potencia y vaya usted a saber, quizá hasta gente íntimamente ligada a la delincuencia organizada. Los tugurios de ese lugar son nido de todo tipo de malvivientes.
Desde hace muchísimos años, comerciantes y familias decentes que radican por el sector, obligadamente tienen que convivir con hetairas, homosexuales, gente prácticamente aniquilada por su alcoholismo, drogadictos, “tiradores” de drogas y… asesinos. Es el peor lunar que tiene Guaymas. Ahí la degradación llega a extremos peores que los que en su momento se vivían en la llamada “Zona de tolerancia”, que --esta sí-- desapareció desde hace años.
Bours Castelo incumplió su palabra de borrar del centro guaymense ese deprimente lugar. Pero igual incumplieron Armando López Nogales, Manlio Fabio Beltrones y todos los que usted quiera anteceder. Absolutamente NADIE ha podido con el poder económico que manejan los propietarios de las cantinas que operan ahí. Todos han tropezado con su promesa de darle un poco de alivio a la gente que necesariamente tiene que estar ahí diariamente.
Es tan férreo el control que ejercen los dueños de los antros de vicio sobre las autoridades, que ahí es común que se altere la ley con el cierre de los mismos mucho después de la hora autorizada, la salida de personas con bebidas alcohólicas en sus manos, y el ejercicio de la prostitución de una forma por demás descontrolada, sin la más mínima atención del Sector Salud, que en la supuesta revisión de quienes la practican, tan sólo les cobran la cuota asignada y los dejan ir. Es más fácil así.
Y todo esto, ante la mirada indiferente de las autoridades. Los mismos comerciantes y residentes del lugar dicen que “ya se les hizo la boca chueca” de tanto insistir para la desaparición del “Paralelo 38”. Todos los candidatos se lo han prometido. Ninguno les ha cumplido. Y mientras tanto, los desórdenes continúan. Es cuestión de pasar por ahí a cualquier hora del día o de la noche para observar los lamentables cuadros que protagoniza gente perdida en la degradación y el vicio.
La ley dice una cosa. La ambición es otra… muy distinta.
- - - - - - - -
Cuando la agresión y la ofensa se asumen como una forma de defensa, es que no existe capacidad para el razonamiento. Quien agrede y ofende es que ya agotó sus mejores recursos para convencer a través de la palabra. Sea como sea, quien procede de esa forma no tiene la más mínima capacidad para llegar a establecer un diálogo.
Por eso me sorprende sobremanera que el Secretario del Ayuntamiento, Alonso Arriola Escutia, ni más ni menos que el encargado de conciliar al interior de la Comuna, haya procedido con ofensas y con intentos de iniciar un encuentro a golpes con Joel Mendoza Rodríguez, locutor de una estación de radio local, por el hecho de que éste ha sido el crítico más contumaz de la presente administración pública.
Quizá no debiera sorprenderme tanto después de las ocasiones en que me ha tocado verlo perder los estribos cuando hay gente que entra en discusión con él, pero de todas formas, es inconcebible que el “brazo derecho” del alcalde César Adrián Lizárraga Hernández haya caído en semejante actitud. Y más aún, porque --precisamente ahora recuerdo-- quiere ser candidato panista a alcalde.
No quiero ni imaginarme cómo nos iría a quienes no votáramos por él y que ganara la presidencia municipal. ¡A correr!