viernes, 1 de marzo de 2013

Aumentos abusivos...


Regularmente, los aumentos a los costos de los servicios se dan al parejo de una crisis galopante y cruel en contra de quienes menos tienen. En el caso del incremento a la tarifa del autotransporte, es lo que provoca que la incertidumbre crezca y la angustia invada a quienes tienen que pagar costosos sacrificios económicos para ir a ganarse un sueldo que en ocasiones es miserable, suficiente apenas para cubrir los gastos de pasaje.
El concesionario del servicio de transporte urbano pertenece a cierto segmento de la élite social. Aún cuando los dueños de los camiones se quejan de los altos costos de operación y lo poco redituable que es el negocio, lo cierto es que todos ellos pertenecen regularmente al tipo de individuo que tiene su buena casa, su carro del año y sus viajes al extranjero con gastos superfluos y frívolos. Es decir, pertenecen a la clase rica, económicamente hablando.
Traidores siempre a la causa común, se valen de la necesidad del asalariado para llevarlo a su destino laboral, en el entendido de que la tarifa que apliquen, éste tendrá que cubrirla ante la imposibilidad de cubrir caminando una eventual enorme distancia para llegar al sitio donde trabaja. Sin alternativa, el trabajador tiene que despedirse con tristeza e impotencia de una parte muy importante de su raquítico sueldo para satisfacer la voracidad del dueño del autobús que lo traslada a su chamba.
Para nadie es un secreto que los señores concesionarios nunca pierden. Ellos establecen una tarifa diaria que debe entregar rigurosamente su chofer, y quien no lo haga así es “bajado” de la unidad por no producir. Superada la cantidad exigida, el chofer puede ganar el resto de los ingresos. Si no hay un peso extra, se queda sin salario del día. Cuando la exigencia del patrón ya no le alcanza para satisfacer sus desmedidas necesidades, es cuando empiezan a presionar para exigir al gobierno un nuevo incremento a la tarifa… y siempre ganan.
La tarifa que se aplica a partir de hoy en algunas rutas, al menos en el puerto, para algunas personas representa hasta 28 pesos diarios de camiones, más de la cuarta parte de lo que muchos trabajadores ganan. Pero el gobierno, “preocupado” siempre por los que menos devengan, sigue apoyando a quienes aplastan las posibilidades de una mejoría en la economía del asalariado. Es un cuento de nunca acabar.
Injusticia tras injusticia. Pero claro, ahorita el mayor interés se centra en que Elba está en la cárcel con un futuro incierto, y que el mundo no tiene Papa.
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Juan Díaz de la Torre releva en el cargo como Presidente del SNTE a Elba Esther Gordillo Morales, y ayer en su primer discurso como tal, dijo que avalará totalmente el sindicato la Reforma Educativa, algo contra lo que el mismo gremio estuvo peleando fuerte en los últimos dos meses.
Mmmm… no sé por qué me late que eso abre las puertas para que la doña (no es maestra, me refutaron ayer) salga libre pronto. Ya aniquilado el inmenso poder que tuvo, el gobierno les puso un “estate-quieto” a los sindicalistas. Ahí está la prueba.
Superado el escollo, que siga el ronchiflón!!