jueves, 5 de julio de 2012

Democracia en pañales...

Definitivamente, los mexicanos no estamos preparados para la democracia. Lo ocurrido el pasado 1 de Julio es un indicativo de que todavía nos falta mucho por recorrer en lo que es un auténtico proceso democrático. La voluntad ciudadana se manifiesta como un deseo personal de imponer gobernantes, y en un país donde muchos pensamos de la misma manera pero con diversa ideología, no permite que maduremos en ese sentido.
Las jornadas electorales en México son un paseo por la trampa, el desaseo político, las acusaciones, rivalidades y finalmente frustraciones tanto en ganadores como en perdedores. Yo no recuerdo, desde que tengo uso de razón, que una campaña política en México haya concluido en un convencimiento común. Cada tres años, se cometen fraudes por un lado y se juega limpio por el otro. Es la misma historia nomás que siempre con distintos colores.
Los que hoy acusan que hubo fraude el pasado domingo, hace tres años manifestaron su alegría porque “por fin” se respetó la voluntad ciudadana. Pero los que entonces eran felices por haber ganado la contienda, hoy “garantizan” que se cometieron las peores tropelías para llegar al robo de la victoria. Y los culpables siempre son las autoridades electorales, porque cuando no los acusan unos los acusan los otros. Cuento de nunca acabar.
Se requiere que en nuestro país se parta de cero. Aquí es necesario empezar a culturizar a las nuevas generaciones sobre lo que es realmente la democracia, porque la interpretación que hoy le damos a esta habla siempre de la compra de votos, el acarreo indiscriminado de votantes (regalito de por medio), los grupos de choque, los cuestionamientos entre unos y otros, y los insultos, algunos de los cuales en ocasiones llegan a lesionar gravemente la calidad moral de participantes y de quienes los emiten. ¡Qué pena!
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Esta mañana se ha dado a conocer que Otto Guillermo Claussen Iberri fue electo como futuro Presidente Municipal de Guaymas. Finalmente, la revisión de las casillas arrojó resultados y estos lo ubicaron como el siguiente alcalde que tendremos los guaymenses. Los demás, todos, se quedaron en el camino, y los que acepten, tendrán la oportunidad de estar en una regiduría dentro de la próxima administración pública.
Previo a esto, la tensión se mantuvo frente a las instalaciones del Consejo Municipal Electoral, porque ninguno de los dos bandos presentes aceptaba una eventual derrota. Finalmente, el resultado fue una victoria contundente para el hoy virtual alcalde guaymense, a quien la parte contraria acusa ahora de haber recurrido a todas las argucias posibles para hacerse de los votos que finalmente le dieron la victoria.
Hay que decirlo: la compra de votos, el acarreo de gente y la coacción se hizo de ambas partes. Finalmente “tragaron más pinole los que tuvieron más saliva”, y la experiencia política rebasó a los sueños de grandeza que envolvió a los hijos de don Manuel Aguilar Juárez, que sólo previeron un panorama donde ellos eran los grandes ganadores. Es decir, jamás por su mente cruzó la posibilidad de que podían perder, y hoy traen el amargo sabor de la derrota.
En esto se gana o se pierde, pero hay gente que todavía no lo entiende.
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Hasta mañana podría definirse lo de la diputación local del distrito de Guaymas. Todavía esta mañana, el conteo seguía favoreciendo a José Luis Marcos León Perea del PRI por encima del candidato panista César Adrián Lizárraga Hernández, del PAN.
A éste último le urge ser diputado local. Le urge pero no por necesidad de dinero, que hoy en día tiene demasiado tras su paso por la administración pública. Le urge por el fuero que obtendría como tal, puesto que las cosas no estarán nada tranquilas una vez que la administración de Otto Claussen Iberri empiece a revisar el manejo financiero de la Comuna en el período por concluir.
Las cosas están claras: la instrucción proveniente del Gobierno del Estado era ganar el proceso electoral a como diera lugar para conseguir mayoría abrumadora en el Congreso. Ahí no había forma de considerar una derrota. Las órdenes estaban dadas. Si pierde, no solo se queda sin el fuero, sino además sin la protección del Gobernador del Estado, y con una administración priísta municipal que va a revisar a fondo la forma en que se gastó el dinero del erario, y ahí no creo que César pueda salir convertido en un angelito.
Las cosas se le podrían complicar bastante y hasta robarle el sueño si mañana se declara vencedor al doctor León Perea.

Dan constancia a Otto

El ex candidato priísta ya es Presidente Municipal electo en Guaymas
Alrededor de las seis de la mañana de este jueves, el Consejo Municipal Electoral entregó la constancia de mayoría que lo acredita como Presidente Municipal electo de Guaymas al licenciado Otto Guillermo Claussen Iberri.
El órgano electoral, a cargo de la licenciada Rosa Elvira García Reyes entregó el documento al virtual alcalde de Guaymas, tras concluir la revisión de todas los paquetes electorales, hecho que provocó durante varios días fuerte tensión frente a las instalaciones del CME.
Tras el conteo, Claussen Iberri resultó con un total de 23 mil 558 votos a favor, en tanto que el candidato del Partido Acción Nacional, Manuel Aguilar Juárez quedó con 20 mil 844 votos, Lino Ruiz Coronel del PRD-PT acumuló 7 mil 654 sufragios, en tanto que el licenciado Librado Navarro Jiménez, de Movimiento Ciudadano, alcanzó a sumar 4 mil 61 votos a su favor.