No cabe duda que la cordura está perdida entratándose de aspiraciones políticas. A más de un año de que se realice el movimiento para elegir a los nuevos funcionarios públicos, muchos pretensos a esos cargos andan descaradamente en campaña de proselitismo, en un plan que las autoridades electorales están permitiendo por razones hasta ahora desconocidas.
Dígame usted si no: este viernes ha estado en Guaymas Florencio Díaz Armenta “El Chito”, el delegado de la Conagua, a quien se le diseñó un programa de actividades que evidentemente son actos proselitistas. Por la tarde estaría en un conocido centro social donde, bajo el pretexto del rescate de la cuenca del Río Mátape, se armó un buen espectáculo electorero, al cual se invitó a gente que preguntaban donde está el río de marras, con un evidente desconocimiento del tema a tratar.
Pero antes se reunió con los sectores que pudo, todo esto en un abierto trabajo que le permita llegar con camino andado en caso de alcanzar la nominación para la senaduría por Sonora, algo muy similar a lo que viene haciendo José Inés Palafox Núñez, titular de la SIDUR, quien con ese mismo propósito, se ha dedicado a recorrer municipios en una abierta campaña de proselitismo. Los tiempos que marcan la Ley valen un cacahuate.
Y naturalmente que a nivel local, los “acelerados” no se dejaron esperar, y ahí tiene usted a un ingeniero Oscar González García, quien adelantándose a todo pudiera estar o no dentro de la legalidad, monta escandalosos desplegados en sitios públicos, donde estratégicamente coloca la palabra “Presidente” con letras enormes, para enseguida “aclarar”, con letra pequeñísima, del Colegio de Ingenieros Civiles y Arquitectos de Guaymas. ¡Todo un espectáculo electo-circense sin pudor alguno.
Desde que asumieron el poder, los panistas están perdiendo todo el recato. Sí es válido empezar a promoverse cuando se tienen inquietudes políticas, pero hay formas de hacerlo, con mesura, con los límites que permite la ley, como efectivamente lo están haciendo otros más. Lo que no se vale es manejar ya publicidad como los mentados espectaculares que ya empiezan a verse por parte de González García.