Bueno, pues esto se terminó. Ahora viene lo bueno. El domingo próximo sabremos “de qué color pinta el giro”, y quienes serán los futuros responsables de gobernar al país y en muchos municipios del país. Las campañas concluyeron (aunque los enfrentamientos siguen) y quisiera decir que se espera una jornada tranquila y muy participativa, pero la verdad es que tengo mis dudas al respecto. No creo que vaya a ser “un sueño color de rosa”.
¿Usted ya decidió por quién va a votar? A estas alturas yo todavía tengo mis dudas. Votaría por Enrique Peña Nieto para la Presidencia de la República por el PRI, pero en lo particular siento que sería un retroceso para la vida política del país. En su afán de recuperar el poder, no dudo que la cúpula priísta haría quedar bien a su mandatario, pero los demás corremos el riesgo de que regrese la dictadura tricolor y con ello se desplomen las de por sí ya agotadas esperanzas de los mexicanos por tener una vida mejor. Por él no votaré. Lo siento.
Lo haría por Andrés Manuel López Obrador del llamado movimiento progresista, pero tengo mis dudas respecto a él. Tiene origen priísta y eso inhibe mi intención de apoyarlo con mi voto. Me atrae su insistencia de ser Presidente porque quizá sea el Da Lula mexicano que tras cinco intentos logró el objetivo, pero sus acciones y reacciones no me convencen de que sea lo mejor para que México tenga una esperanza de mejor vida. No creo votar por él. Todavía me quedan unas horas para pensarlo.
Quizá votaría por Josefina Vázquez Mota del PAN. De ella me atraen dos cosas: la primera, que yo soy de los convencidos de que México ya puede ser gobernado por una mujer, y la otra, que su sensibilidad femenina pudiera darle a México un nuevo rumbo. Pero ella pertenece a un partido que en 12 años de gobierno ha mantenido la pobreza y ha incrementado la inseguridad en el país. Me quedo “en 3 y 2”. De aquí al domingo puedo decidir todavía.
De Gabriel Quadri de la Torre del Panal nada que decir. El señor es sumiso a las órdenes de Elba Esther Gordillo Morales, una de las principales enemigas de México y los mexicanos.
En lo que corresponde a la diputación federal mi voto está entre dos personas, Antonio Astiazarán Gutiérrez y Marcos Ulloa Cadena, del PRI y la izquierda respectivamente. El primero tiene la experiencia política que pudiera ser útil para la gente del distrito, y el otro representa la perspectiva del cambio que muchos mexicanos buscamos. Entre ellos dos decidiré mi voto, porque a Leslie Pantoja Hernández del PAN no la conozco y Fermín Trujillo Fuentes del Panal también es gente directa de la señora Gordillo Morales.
En la diputación local también analizo dos alternativas: Alfonso Ruiz Romero de Movimiento Ciudadano y José Luis Marcos León Perea del PRI. El primero es miembro de una familia digna de mis respetos, gente honrada hecha a base del trabajo y el esfuerzo, y el segundo, ha seguido una trayectoria buena dentro de la política, manejándose siempre con el cuidado suficiente para tratar de hacer bien las cosas. A uno de ellos dos daré mi voto.
Por César Lizárraga Hernández no votaría. El ingeniero tuvo la oportunidad como alcalde para demostrar su capacidad de gobierno y en términos generales, a mi juicio, creo que quedó bastante mal. Su administración evidenció cosas (el asunto de las lámparas, el terreno para su mamá y cero mantenimiento para las calles de Guaymas, entre otras cosas) que no me animan a darle mi voto. Además de que la búsqueda de la curul en el Congreso del Estado responde más a intereses políticos que a un beneficio para la comunidad. Lo siento, pero quiero mucho a mi Guaymas.
Por Rodolfo Lizárraga Arellano del PT mis respetos. En esta ocasión no logró convencerme, porque no supe si hizo o no campaña.
Por la alcaldía de Guaymas todavía ando sin decidir. Pero mi voto definitivamente está entre Manuel Aguilar Juárez del PAN y Librado Navarro Jiménez de Movimiento Ciudadano. Por don Manuel votaría porque gente que ha estado muy ligada a él me ha dicho que como alcalde podría hacer un trabajo de provecho para los guaymenses. Se me ha comentado que es justo en sus decisiones y administra bien el dinero de sus empresas. Y en Guaymas ocupamos de alguien que maneje honestamente los recursos del municipio. Pudiera ser.
Por Librado votaría porque lo conozco del tiempo suficiente para pensar que, como alcalde, se entregaría en cuerpo y alma a tratar de darle seguridad (en todos los aspectos) al Ayuntamiento. Un profesionista de reconocido prestigio, sencillo, que se ha esmerado en sacar adelante a su familia con base a su trabajo, y que no se presta, al menos por lo que ya me tocó ver, a cuestiones corruptas dentro de una administración. Su renuncia como Director de Seguridad Pública fue porque no aceptó incurrir en cuestiones fuera de la Ley, la que conoce al derecho y al revés.
Mi amigo Lino Ruiz Coronel no me convenció, y con el aprecio que siento por él se lo digo. Creo que si hubiera aceptado una alianza de los partidos de izquierda para sumarse a la candidatura de Librado, hubieran provocado “un choque de trenes” en la elección del nuevo alcalde, pero prefirió dejarse llevar por “el canto de las sirenas” con la posibilidad de de ganar una regiduría en la siguiente administración. Ni hablar.
Otto Claussen Iberri del PRI podría ser buena perspectiva para el Municipio, pero me sigue dando la impresión de que responde a intereses políticos muy fuertes. Además, su discurso contiene frases que no me dejan aceptarlo del todo como opción para dar mi voto. A ver qué decido de aquí al domingo.
Esta es MI apreciación de frente a la jornada electoral de este domingo. Uno vota por quien cree que pueda funcionar, y en ese aspecto debo confesar que ya me he equivocado anteriormente. Pero igual iré a la casilla que me corresponde este domingo para volver a intentarlo. Así es esto.