Hacía tantos años ya que no se veían este tipo de campañas, que ya hasta creíamos que habíamos rebasado el nivel de inmadurez que mostramos como ciudadanos durante los noventas, que es cuando Guaymas sufrió, como sociedad, uno de sus peores resquebrajamientos. Hoy estamos viendo que esta actitud que tanto lesionó ha regresado de una manera por demás impresionante.
Los dos principales candidatos (según encuestas, dicen) a la Presidencia Municipal de Guaymas, Otto Guillermo Claussen Iberri del PRI y Manuel Aguilar Juárez del PAN se olvidaron totalmente del planteamiento de propuestas útiles para la sociedad en su conjunto, y hoy están enfrascados en un vergonzoso enfrentamiento, en una lucha a muerte por quedarse con el “pastelito” sin importarles arrastrar a la ciudadanía a un enfrentamiento que nos va a regresar brutalmente a aquella posición de sociedad totalmente dividida que vivimos durante la citada década.
Ni uno ni otro se frenan ya en su desbocada carrera por quedarse a como dé lugar con la alcaldía. Los panistas, en una actitud que denigra, señores, se olvidaron de que la gente quiere saber qué es lo que trae don Manuel “en la bola” para encabezar un gobierno municipal cuyo antecesor, su compañero de partido César Adrián Lizárraga Hernández, dejó tan desprestigiado, y hoy en día centran su atención en evitar la evidente ventaja que les empieza a ganar el priísta.
Varios panistas lo dicen con palabras demasiado claras: el asunto de las lonas que rezaban “Tú le crees al Otto?... yo tampoco” fue la peor pendejada que pudieron cometer. Se gastaron decenas de miles de pesos para movilizar cajas de tráilers y la elaboración de las gigantescas lonas, y en vez de cumplir con otros mucho más importantes compromisos de pago, creyeron que con eso aniquilarían las pretensiones de Claussen Iberri, a quien lo único que consiguieron hacerle fue engrandecerlo.
Los “rojos”, por su parte, sacaron a relucir el salvajismo y agarraron a golpes (y vaya golpiza) a un empleado del Ayuntamiento que solamente cumplía órdenes de retirar publicidad política. ¡Qué nivel de estrategias políticas! Eso es lo que ordenan los extraordinarios “cerebros” que controlan la campaña priísta., esos que todo lo saben, esos que son expertos en campañas de proselitismo. Esos que nunca creen estar equivocados.
Tengo que decirlo: ante tales circunstancias, estoy llegando a pensar que NINGUNO de ellos son buen prospecto para llegar a la alcaldía. A mí, como ciudadano, me están demostrando el tipo de gobierno que ejercerían en caso de llegar al Municipio. Por un lado, sería una administración pública controlada por un par de juniorcillos acostumbrados a manejar todo a base de soltar billetes, y por otro lado, una caterva de pandilleros dispuestos a reprimir a quien les juegue la contraria. ¡Cuánta decencia, señores! ¿Y esos son los valores de los que tanto se hablaba hace tan poco tiempo y que ya quedaron totalmente en el olvido?
¡Pobre Guaymas! Las campañas de principios de los noventas destruyeron la tranquilidad del municipio, pero más que nada de su sociedad. Hoy estamos viviendo una etapa similar. Los enfrentamientos y las estrategias agresivas sustituyeron a la exhibición de propuestas. Unos y otros se prestaron a la política de porquería. Y con cualquiera de esos dos así sería también nuestro futuro gobierno: de porquería.
Señores, ¿quieren un ejemplo de cómo se hacen las campañas de proselitismo? Volteen a ver a Empalme, por favor. Allá cada uno de los candidatos se dedica a lo suyo, y cada quien por su lado se dedica a motivar a la gente al voto. Aquí nos están corriendo antes de tiempo de las casillas electorales. ¡Qué tristeza!
La verdad, así las cosas, al menos yo prefiero votar por Librado Navarro Jiménez, el candidato de Movimiento Ciudadano. Al menos ese sí muestra seriedad en su proyecto de gobierno, y así lo vieron hace tres días los ingenieros y arquitectos de Guaymas, a quienes expuso su propuesta, como lo viene haciendo en todos los sectores de la comunidad. Y sin pelearse con nadie. Ese SI es un candidato serio.
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Antes de cerrar, permítaseme enviar una felicitación a mis colegas periodistas. Hoy se celebra el Día de la Libertad de Expresión, que aunque es un derecho de todo ciudadano, se aprovecha para festejar a la gente de este incomprendido gremio.
Un abrazo a todos.
Por cierto, me enteré por ahí que gente de Manuel Aguilar Juárez invitó a algunos medios de comunicación a una comilonga hoy con motivo de la Libertad de Prensa, y que en la invitación les decían "habrá muy buenos regalitos".
En ese concepto los tienen, compañeros.