Finalmente, Otto Claussen Iberri “se abrió de capa” y empezó a colgar pendones y a publicar espectaculares por todas partes. Con esto el diputado local emprende su campaña para tratar de quedarse con la candidatura a la Presidencia Municipal de Guaymas, la cual le disputa al doctor José Luis Marcos León Perea.
Hay quienes dicen que ya le ganó al galeno, y que trae la candidatura “en la bolsa”. La última vez que vi a León Perea me dijo que él no estaba fuera de la pelea, y hasta lo noté totalmente convencido de que será el postulado priísta. Hay otros que aseguran que está a un tris de aceptar irse de nuevo por la diputación local, aunque esta supuestamente ya estaría en manos de Susana Corella Platt, lo que implicaría que habrían dejado fuera de la jugada a Ramón López Meza, el dirigente petrolero y regidor local que es gente de Ernesto Gándara Camou, listo ya para iniciar campaña por la senaduría por Sonora.
En lo que corresponde a la diputación federal, Antonio Astiazarán Gutiérrez se quedó con la candidatura, y eso provocó el enojo de Carlos Ernesto Zataráin González, quien reprocha a su partido haberle negado la oportunidad de demostrar, dice, que él pudo haber sido mejor candidato. Sin embargo, insiste en que la gente debe votar por Enrique Peña Nieto, por que es el único, asegura también, que garantiza el bienestar de México. Bueno, palabras más palabras menos es lo que trata de decir.
Y en medio de todo este panorama, la sombra del divisionismo cubre cada vez más al partido tricolor. La convocada (por todos por aplicada por ninguno) unidad está en estos momentos totalmente desecha. Se han peleado a morir las candidaturas, y a como van emergiendo los que podrían ser los convocados a la fiesta electoral, las diferencias suben de tono, lo que advierte un futuro demasiado incierto para quienes intenten ganar los comicios electorales.
En tanto en Acción Nacional se juega a la democracia, y de pilón las cosas les salen bien, en el PRI no pueden sustraerse a mantener las prácticas de toda la vida. Y mal hacen quienes se molestan por ello, porque finalmente han formado parte siempre de un sistema que así está establecido y al que, por lo que vemos, no cambiarán jamás. La consecuencia final: están fortaleciendo a los otros partidos políticos que se aprestan también para designar a sus candidatos.
La tendencia de Marcos Ulloa Cadena para ser impuesto como candidato a diputado federal por la izquierda tras salir enojado también del PRI, le restará puntos importantes en lo general a la fórmula que se integre para disputar las elecciones. Y no precisamente porque “El Cachorro” tenga un poder de convencimiento que aporte toneladas de votos de gente sentida con el partido, pero sí llevará a una cantidad importante de militantes a volver a apoyar a candidatos de otros colores. No sólo de la izquierda, sino también para la causa blanquiazul.
Esto solamente beneficiará las aspiraciones que tienen hasta ahora los candidatos que surgirán de “Morena”, entre ellos el licenciado Librado Navarro Jiménez, quien cada vez se consolida como el mejor prospecto que podrían postular los partidos que integran ese movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador. Esa combinación convertirá al conocido abogado guaymense en un potencial enemigo para todos el primer domingo de julio próximo.
Al PRI le será muy difícil recular en estos momentos, pero además no se ven intenciones de dar marcha atrás a nada. Las candidaturas parecen estar cada vez más definidas, pero al parejo, la inconformidad, el coraje, los resentimientos y en consecuencia la desunión crecen cada día.
Y encima de todo, la muerte de Julio Ramón Luebbert Duarte vendrá a hacer su aportación para esta situación, por la fuerte influencia que ejerció siempre en el rumbo político de la región.
Descanse en paz.