“Empalme está empanizado” me reiteró conocido militante priísta del vecino municipio. Y en ese mismo sentido, advirtió la victoria, holgada incluso, de Héctor Moisés Torres Laguna y de Francisco Javier Caraveo Rincón, respectivos candidatos a la Alcaldía y la Diputación Local.
Que lo diga un priísta en activo resulta por demás interesante. Y se trata específicamente de gente que apoyaba al doctor Felipe David Martínez Robles, quien de nueva cuenta recibió el desdén de su partido, el PRI, al cual sin embargo, con una integridad a toda prueba, sigue perteneciendo, no obstante las múltiples decepciones que ha tenido.
Truncado su deseo desde los tiempos en que fuera impuesto como candidato a alcalde José María Medina Cruz, en aquellos tiempos un auténtico desconocido en Empalme, Martínez Robles una y otra vez intentó ser aspirante priísta para el gobierno municipal. Sin embargo, su fiel militancia, su trabajo constante a favor del partido y todo lo demás que usted quiera agregarle, nunca fue suficiente para que lo tomaran en cuenta. Se la volvieron a hacer.
Y eso será más definitorio aún para el resultado de la jornada electoral del primero domingo de julio, cuando muchos priístas irán a votar por el propio Laguna Torres y Caraveo Rincón. “Se ve más congruencia en los panistas”, me diría el miembro del PRI cuyo nombre no me autorizó a publicar.
Edgar Vázquez Tello podría, acaso, recuperar para el PRI el nivel de segunda fuerza política después de que en 2009 se fueron hasta el sótano, pero derivado esto de dos aspectos: el voto duro del PRI y la debilidad que tienen los candidatos de los demás partidos políticos, que no representan más allá de una alternativa para conservar algunas regidurías en el Ayuntamiento empalmense.
Por otra parte, Carlos Enrique Gómez Cota, candidato tricolor a diputado local, anda como los niños a quienes se les entrega finalmente un juguete largamente soñado, y no sabe ni cómo jugar con él. En medio de una desorientación total, sus colaboradores no atinan a armar una sola estrategia que permita enfrentar, por lo menos, la coordinación que existe en la campaña de Caraveo Rincón, quien tranquilamente sigue recibiendo sólidas muestras de apoyo en los sectores a donde llega.
El PRI no tiene nada que hacer en esta jornada electoral, y si acaso buscarán conservar algunas posiciones. Pensar que son alternativa para una eventual victoria en julio próximo es absurdo. No hicieron bien las cosas de nuevo, y sus pleitos internos seguirán siendo su principal enemigo en estos tiempos electorales.