martes, 5 de julio de 2011

Victoria priísta... sobre camino seguro

La victoria priísta del domingo anterior marca, definitivamente, el nuevo rumbo del país. Aunque pretendan esconderlo en una máscara de indiferencia, en el PAN se encendieron los focos rojos (paradójicamente), y lo que previo al proceso electoral era una ligera inquietud, se ha convertido en motivo de alarma nacional. El PRI va por la Presidencia de México, y por lo que se ve, marcha sobre seguro.
No se requiere ser un analista muy reflexivo para entender lo que está pasando. La victoria del PRI ha sido tan contundente, que ni siquiera voces de protesta se han escuchado. No hay las antiguas reclamaciones de “mapachadas” electorales ni nada que se le parezca. No hay impugnaciones, no hay reproches, no hay nada de nada… solamente resignados rostros de frustración.
Debe quedar claro que esto no es un golpe a las aspiraciones panistas y perredistas de conservar y conquistar nuevos escalones políticos. Esto es un garrotazo a la soberbia de quienes, habiendo alcanzado el poder, creyeron que sería fácil conservarlo, y asumieron la misma actitud que tanto criticaron en los gobiernos priístas, de total y absoluta indiferencia a los reclamos de un pueblo que cada vez se encuentra más sumido en la miseria, en la desesperación, en el terror y en la frustración.
Porque en 11 años de gobiernos panistas, la situación de México cada día es peor. Sin ir tan lejos, baste observar la actitud temerosa de todos quienes salimos hoy en día a las calles, con la natural inquietud de que en cualquier momento se desate una balacera de funestas consecuencias, situación ésta que ha creado un enrarecido clima de terror, de miedo, de congoja. Desde la época de la Revolución, no había tanta sangre derramada en las calles del país.
No hay, hoy en día, ciudad o rancho donde no se haya presentado un hecho violento, derivado de las “inteligentes” medidas asumidas por el Presidente Felipe Calderón Hinojosa. Nos quisieron pintar un panorama de color de rosa, en el que el combate a los delincuentes sería “pan comido”, y el panorama cada vez asume un color más rojo. México vive hoy en día la peor etapa de inseguridad de la que se tenga memoria después de la época revolucionaria.
Al margen de eso, la pobreza alcanza cada vez más a los asalariados, cada día cierran decenas de pequeñas empresas agobiadas por los elevados impuestos federales y el mortal ataque de CFE, del IMSS y de todo tipo de cómplices que tiene al Gobierno. Los patrones se ven en la necesidad de despedir empleados porque sus ingresos no alcanzan para soportar el pago de salarios, y finalmente caen en manos de las mafiosas autoridades laborales, que los aniquilan con pagos de indemnizaciones, en la mayoría de las ocasiones totalmente abusivas.
Los índices de corrupción siguen de manera imparable a la alza. Tan sólo en Sonora, la ambición de funcionarios públicos, desde agentes del ministerio público, policías, directores y subdirectores de dependencias estatales y municipales, no tiene límite. Autoridades municipales que se enriquecen indiscriminadamente con “arreglos en lo oscurito” con compañías constructoras para obtener riquezas sin control alguno. Quizá por eso fue el slogan del “Nuevo Sonora”.
Hoy nos dicen que se va a eliminar la tenencia vehicular. Tan sólo en Sonora, se dejarán de percibir alrededor de 500 millones de pesos anuales por ese impuesto. ¿Pero de veras usted está creyendo que no nos lo van a cobrar de otra manera? No sea inocente, por favor.
¿Cómo no se va frustrar un pueblo con semejantes “lindezas” entre las gentes que ostentan el poder? ¿Cómo no van a asumir una actitud de rebeldía ante semejantes estragos en los hogares mexicanos y sonorenses? Y aquí, quizá lamentablemente si usted quiere, pero se aplica el viejo y conocido refrán: “más vale malo por conocido que bueno por conocer”. La gente va a regresar al PRI al poder. Esto que pasó es apenas el inicio.