Ayer por la mañana asistí a una conferencia de prensa ofrecida por los
grupos de Alcohólicos Anónimos. Con ello daban inicio a la XIX Semana Nacional
de Información “Compartiendo Esfuerzos”, que bajo el lema “Mujer y alcoholismo:
Estamos contigo, México te necesita”, se desarrolla durante toda esta semana también
en los municipios de Guaymas y Empalme.
Ya tenía mucho tiempo que no asistía a un evento de esta naturaleza, y
la verdad es que cada vez que escucho hablar a un alcohólico me vuelve a
sorprender la forma en que, solamente ellos, pueden hacer que una persona
controle su forma de ingerir alcohol.
De hecho en el curso de la reunión cuestioné de nuevo “el truco” que
utilizan para integrar a un nuevo miembro a sus grupos. Sabido es que ni la
medicina ni la religión, y en casos extremos ni la misma familia, logran que una
persona adicta al alcohol (o a otro tipo de drogas, como lo mencionaron ahí)
ponga fin a su problema. De sobra ha quedado comprobado.
No hay truco alguno. Y para lo que muchos pareciera increíble, en AA es
una realidad. Ahí los más alcoholizados, incluso aquellos que llegaron a “tocar
fondo”, pueden empezar a controlar su adicción a partir de escuchar las
experiencias de otros que tienen su mismo problema. Sólo basta una aceptación a
su problema para emprender un nuevo camino.
Es sorprendente, y la misma medicina, representada ahí por miembros del
Sector Salud, lo reconoce. No son las pastillas ni las recomendaciones
religiosas, tampoco los ruegos y lágrimas de una esposa o una madre ni la
vergüenza de los hijos lo que hace que una persona deje de ser aficionada al
alcohol. Los únicos capacitados para convencer al enfermo son los mismos
borrachos. Increíble, pero totalmente cierto.
Preocupante por otro lado lo que se exhibió ahí, y que lleva
precisamente al lema del evento, en el sentido de que cada vez son más las
mujeres que han ido cayendo en el excesivo consumo de alcohol, lo cual podemos
ver en cualquier antro en fin de semana, cuando algunas damas, incluso muy
jovencitas, salen tambaleándose de esos lugares con su bote de cerveza aún en
la mano. En efecto, hoy en día hay mujeres que toman más que los hombres.
Muy interesante sin duda la exposición del tema. Creo que si todos
pusiéramos un poco más de atención hacia la tarea humanitaria que realizan
estos grupos, cada vez fueran más quienes, al menos, inhibirían un poco su
forma de consumir alcohol, que en el caso de Sonora, ocupa los primeros lugares
a nivel nacional, incluso Guaymas, con un “importante” primer lugar desde hace
ya bastante tiempo.