Lejos de andar metido en grillitas estériles y aferrado angustiosamente a regresar a su dependencia del erario, Héctor Hernández García debería dar amplias explicaciones de lo que fue su paso por la Profeco, donde dejó un historial bastante cuestionable, con síntomas muy evidentes de que pudo haber incurrido en prácticas de desmedida corrupción.
Fueron varios casos donde se evidenció su incapacidad para desempeñarse en un cargo tan delicado, pero el que dejó muy en claro su interés en “arreglarse” con las partes demandadas fue el relacionado con la compraventa de una residencia en el sector Villa Sofía, un asunto que a la fecha mantiene en suma congoja a un matrimonio de la tercera edad, al que el propietario de la constructora Alsan, Alonso Sánchez Mena, se ha negado a entregarles las escrituras a pesar de que se le pagaron los 450 mil pesos del valor de la casa, de riguroso contado.
Cuando los afectados acudieron ante Hernández García a presentar su denuncia nunca se imaginaron que se enfrentarían a otro problema más: le despertaron la ambición al tipo, quien sólo se la llevó dándole largas al asunto, hasta que fue separado del cargo por la serie de cuestionamientos que había en su contra. Solucionó muy pocos casos, pero los de verdadera justicia, como el mencionado, simplemente los mantuvo sin un milímetro de avance.
Muchas veces trató de justificarse diciendo que el propietario de la constructora, un sujeto de origen español, tenía interés en terminar con el asunto haciendo entrega de las escrituras. Lo cierto es que Hernández García varias veces se entrevistó con el sujeto, lo que puso en tela de duda su honestidad en torno al manejo de este caso. Hay bastantes sospechas, muy bien fundamentadas, de que hizo “arreglos” que seguramente le resultaron bastante provechosos para su bolsillo. El caso jamás lo solucionó.
El historial “político” de Hernández García incluye ya una incursión vergonzosamente fallida, cuando fue candidato del Partido Verde a la alcaldía de Guaymas y obtuvo una ridícula aportación de votos, que lo alejaron totalmente de la posibilidad de llegar a una regiduría. A partir de ahí, ha insistido una y otra vez en colgarse de nuevo del presupuesto público con resultados como el ya descrito en la Profeco, de donde salió literalmente corrido.
Hoy es el principal apoyo (?) del ingeniero Oscar González García, quien se aferra a su propósito de ser candidato del PAN a la alcaldía rodeándose de este tipo de gente, lo cual seguramente no le traerá los resultados que él pretende.
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Héctor Laguna Torres ya es diputado con licencia, disponiendo de un lapso que aprovechará para dedicarse de lleno a su propósito de ser candidato del PAN a la Presidencia Municipal de Empalme, hoy en manos de Joel Fuentes Cruz.
Algunos sectores del PRI ven a Laguna Torres como el más sólido prospecto para alcanzar no solamente la nominación sino inclusive la victoria en el proceso electoral del primero domingo de Julio, de ahí que muchos de ellos se han mantenido al margen de los más recientes movimientos que hay al interior del tricolor, donde al parecer es un hecho que Felipe David Martínez Robles será el candidato, en el peor momento que pudo haber recibido esta anhelada oportunidad.
La figura de Laguna Torres está consolidada luego de su trabajo como legislador en el Congreso local, por lo que llegaría con excelentes perspectivas a la jornada electoral.
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Esta es una carta enviada por mi amigo Juan Castro Salguero, la publico íntegra:
Buenas noches Víctor, muchas gracias por tu valioso apoyo para difundir un hecho vergonzoso ya que no es fácil admitir que primera vez ya estuve preso y por algo injusto.
Pero es muy importante despojarse de la pena para alertar a nuestros conciudadanos de lo que ocurre tanto es la gasera mencionada como en barandilla, que lo segundo es aun mas grave, porque no mucha gente recuerda que algunos Guaymenses han hasta perdido la vida al interior de los centros de detención, a alguien de mi familia le tocó presenciar el llanto desconsolado de una hermana del vecino que asesinaron en una celda, no se si lo recuerdas, era conserje de una primaria, y lo detuvieron por una falta menor que no merecía cárcel, incluso hay personas que se suicidan de la vergüenza e impotencia ante la arbitrieridad de funcionarios como la Juez calificadora Ivonne Andrade Valenzuela.
Claro que también el robo de la gasera Union Gas en este caso, es también delicado y motivo de investigación por parte de Profeco quien mañana recibe mi denuncia.
Hoy fui recibido en privado por el Contralor municipal, Lic. Carlos Armando Cortéz Ramírez que como mucha gente, resultó que me conoce muy bien al igual que a mi familia y me manifestó de inmediato su disentir contra esta prepotente Juez calificadora, le entregué mi queja por escrito y turnó el caso a la dirección de asuntos internos, el cual tengo acuse de recepción.
No quisiera haberme visto envuelto en este asunto ya que ademas de lo perturbador que significa el no haber recibido justicia cuando se lo solicité esa noche a la Juez Calificadora, también se pierde mucho tiempo en enfrentar la búsqueda de lo justo, que este caso podría ser el de cualquier Guaymense mañana si el gobierno municipal no reconsidera el haberle confiado la imparticion de justicia a este mal funcionario cuyo criterio único es multa o cárcel, no importa los argumentos claros de defensa.
Pequeños incidentes a veces tienen costos políticos muy altos, sucede con cualquier negocio por mas acreditado que esté, si se conoce que ahí te tratan mal, pierde mucha clientela, no importa si es una mercería o un ayuntamiento o un partido político, igual se pierde a su clientela.Un abrazo afectuoso y agradecido.
Juan Jose Castro Salguero.
jjmirage@gmail.com