Cambiar la mentalidad de un
pueblo respecto a su gobierno no es tan complicado. Si un pueblo considera que tiene
un gobierno corrupto, carente de sensibilidad, sordo al reclamo popular,
impositivo y abusón, es porque el gobierno mismo se ha encargado de crear esa
imagen. El problema es cómo sacudírsela… la imagen, claro está.
Luego entonces, ¿porqué digo
que no es tan complicado? Porque en realidad así es. Lo único complicado es
encontrar a una persona que tenga los arrestos suficientes para erradicar, de raíz,
el cáncer político que vive México desde hace décadas. Porque estamos hablando
de nuestro país, por supuesto que si.
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