A escasos días de que se ponga fin a una de las campañas de proselitismo más vulgares que yo recuerde, las cosas ya “pintan” para cada uno de los candidatos, y mientras algunos refuerzan su trabajo de proselitismo, otros de plano ya se “echaron” y reducen al mínimo su trabajo, sabedores ya de que no les quedan ya muchas posibilidades.
Casos concretos, el de Fermín Trujillo Fuentes, por ejemplo, que tras concluir el compromiso que hizo con su amiga muy íntima Elba Esther Gordillo Morales, espera ya el resultado del proceso electoral, confiando en que se alcanzará el propósito para el que fue postulado por el Panal al igual que otros candidatillos en diversos distritos de la República: alcanzar la votación necesaria para que el partido no pierda su registro.
Pensar que Fermín pueda aspirar a una victoria en el 04 Distrito es absurdo, porque ni los mismos maestros, hartos como están del liderazgo de la señora Gordillo Morales, piensan regalarle su voto. Y no es invento. Cuestión de platicar con muchos maestros para saber qué es lo que piensan de un liderazgo que más lo ha perjudicado que beneficiado, por lo que todo lo que “huela” a Elba Esther no está contemplado dentro de su voto razonado.
Fermín literalmente desapareció ya del espectro electoral, y hay quienes dicen que obtendrá más votos Leslie Pantoja, la ultra desconocida candidata del PAN que vino desde San Luis Río Colorado a formar parte de un circo panista demasiado barato, el de la presunta alianza, inexistente además, con el Panal. Se dijo en un principio que la dama haría campaña como candidata, pero a favor de Fermín, pero la verdad es que tanto uno como el otro vinieron a ofrecer una vergonzosa participación por estos rumbos. ¡Qué pena de candidatos!
En Empalme, convencidos de que Héctor Moisés Laguna Torres, candidato del PAN lleva amplia ventaja en la competencia por la alcaldía, los candidatos de los demás partidos se enfrascan en un enfrentamiento para ver quienes alcanzan los votos necesarios para llegar a dar lata como regidores del próximo Ayuntamiento. Saben a estas alturas que esto ya no dio para más, y con eso se conformarán.
Edgar Vázquez Tello del PRI entró a la competencia porque sabía que el voto duro del PRI lo llevaría a depender tres años del erario, y así se la jugó. Su futuro está en una regiduría, y con esa perspectiva entró a la competencia electoral. La campaña que ha desarrollado ha sido solamente para que los priístas se den cuenta de que tienen candidato y que si pueden emitir voto este primero de julio, pero nada más.
El profesor Trinidad Flores Mendoza del Verde Ecologista entró ya en una etapa de preocupación después de que creyó que estaría fácil alcanzar la victoria. Las evidencias lo ubican mal posicionado en la preferencia del electorado, y está recurriendo a lo que no debe hacer un candidato: a advertir que habrá compra de votos, fraude electoral y todo lo demás que represente una muy posible derrota. Es decir, se está declarando derrotado antes de tiempo, y eso no es bueno. De cualquier forma, si puede llegar a tener una regiduría.
Del candidato del PRD, con todo respeto pero ni su nombre tengo a la mano.
De regreso en Guaymas, el doctor José Luis Marcos León Perea, candidato del PRI a la diputación local sigue realizando una campaña tranquila, relajada, con una amplia perspectiva de alcanzar la victoria. Tiene muchas ventajas para conseguirlo. La principal es que su mejor carta de presentación sigue siendo el buen desempeño que ha tenido ya como legislador estatal y federal, y por otra parte, que el candidato de enfrente sigue enfrentando en todas partes duros cuestionamientos por el trabajo que realizó como alcalde de este municipio, algo que no se puede sacudir tan fácilmente.
Más o menos así andan las cosas en estas campañas que, insisto, se vulgarizaron bastante, sobre todo porque quienes considerábamos que harían un trabajo de propuestas y de verdadero interés por servir, se convirtieron en enemigos de a deveras de sus contrincantes. ¡Qué pena, no?