domingo, 26 de septiembre de 2021

Víctimas colaterales de la corrupción

 Este domingo por la tarde tuve el antojo de comerme unos tacos de los que venden en carretas y que, por lo regular, están todos muy sabrosos aquí en mi Guaymas. Los que sean.

Casi para acercarme a determinado punto, observé que a unos cinco metros estaban fluyendo aguas negras, provenientes de la enésima fuga de porquería del destrozado sistema de alcantarillado. Con la tripa frustrada, tuve que declinar al deleite.