El PRI en Guaymas se encuentra en estos momentos en una posición definitoria: o se fortalece como partido de frente a los procesos electorales del año venidero, o definitivamente desaparece como opción para el electorado. La solución está en manos de quienes hoy buscan la dirigencia que quedara prácticamente al garete desde la derrota de 2009.
El problema es que la presidencia la buscan personajes que forman parte de dos grupos antagónicos al interior del partido. Sin embargo, aún con ese serio obstáculo, creo que tanto Susana Corella Platt como Pedro Romano Terrazas, son gente con la madurez suficiente y necesaria para entender, desde estos momentos, que uno de ellos dos será el nuevo presidente del partido, y que el otro, si realmente contendió por el interés puro de fortalecer al PRI, entonces tendrá que sumarse, con el mejor ánimo, al trabajo que emprenda el ganador de la disputa.
En realidad hasta ahora no ha habido cuestionamientos fuertes por parte de ambos bandos. Se puede decir que se han “portado bien” en lo que va de las actividades propias para atraer las simpatías de los consejeros del partido que definirán al ganador. Lo más conveniente para el priísmo en términos generales es que las cosas sigan así, con esa relativa tranquilidad, para que se llegue al 8 de julio con la idea clara de que va a ganar quien haya logrado convencer a la mayoría de quienes tienen en sus manos la designación del nuevo dirigente.
Y no puede ser de otra manera. Si después de esto el PRI se divide más, se convertiría prácticamente en el peor enemigo de los futuros candidatos tricolores a los puestos de elección popular, quienes en estos momentos son los más preocupados por el curso que vaya a tomar esta contienda, aún cuando no tienen nada definido.
De hecho empieza a correr la versión, en el sentido de que uno de los más fuertes prospectos para una de las candidaturas, está esperando la conclusión de este proceso interno para tomar una decisión. Si al PRI le sale bien su experimento e inicia el camino a su fortalecimiento, peleará con más fuerza la candidatura. Si no es así, y por el contrario el partido se hace más pedazos, buscará con esa misma fuerza la postulación… pero bajo las siglas del PAN.
A ninguno de los aspirantes priístas le conviene un mal resultado de esta competencia. Una reacción de enojo en los perdedores repetirá la historia del 2009. En esa ocasión, fueron los mismos priístas los que hicieron perder a Carlos Zaragoza Decima, y en una clara venganza favorecieron, cual auténtica pandilla electoral, al candidato panista, en este caso César Adrián Lizárraga Hernández, quien de tal forma resultó beneficiado con el triunfo en la lucha por la alcaldía. Si no hubiera sido así, la historia ahorita fuera diferente. Es obvio.
Si realmente en el PRI se aprendió la lección, entonces buscarán fortalecer al partido con esta competencia. Tanto de un lado como de otro el discurso es muy similar. Aseguran ambas partes que van en pos de la unidad del partido. Ojala eso se demuestre una vez terminado el proceso, porque sólo así podrán ser una garantía de apoyo para quienes se lancen oficialmente a las elecciones de 2012.
En el PAN las cosas no están tan complicadas. El “acelere” del ingeniero Oscar González García no es difícil de aplacar, si se toma en cuenta que su asesoría corre a cargo de Héctor Hernández, quien se ha encargado de “meterle a la cabeza” que está lo suficientemente posicionado como para entrar a una disputa interna para quedarse con la candidatura por la alcaldía.
El Presidente de la Asociación de Ingenieros Civiles y Arquitectos de Guaymas está copiando fielmente la estrategia que utilizó el hoy alcalde Lizárraga Hernández para tratar de darse publicidad, pero cometió un pequeño gran error: utilizó a título personal el nombre de una asociación donde están como miembros activos profesionistas que militan en distintos partidos políticos, y las pretensiones del ingeniero González García son bajo las siglas de Acción Nacional. Eso ya le está causando algunas serias diferencias en la organización que hoy encabeza.
Alguien debiera decirle que no es su tiempo todavía, y que para aspirar a una candidatura, primero que nada debe contar con el respaldo de sectores fuertes, que estén dispuestos a apoyarlo en sus pretensiones. Una candidatura no es algo que deba darse a capricho. Son muchos los requisitos que hay que cubrir antes de pensar en lanzarse en una aventura de estas. Ojala analice bien esto y empiece a prepararse para más adelante. Juventud aún tiene, experiencia puede seguir adquiriendo. No pasa nada.
El caso de Manuel Aguilar Juárez es diferente. El empresario guaymense nunca buscó adentrarse en la política, inmerso como está en sus compromisos de trabajo. Pero se encontró con un “problema”: desde las altas esferas del poder en Sonora lo vieron con un excelente perfil para administrar los recursos del Municipio de Guaymas, no sólo por su habilidad en la cuestión de negocios, sino porque además se trata de una persona que busca hacer las cosas de manera limpia y ordenada.
De ahí vino la invitación para que se animara a meterse a un compromiso como el que hoy está enfrentando. Quizá en su interior haya habido momentos en que desearía haberse negado a participar en algo como esto, pero es un hombre de compromisos, que no declina nomás por que sí a ellos. Inspiró confianza, que es lo que se está buscando en todos los rincones de la entidad, y hoy eso podría llevarlo a ser un buen prospecto para la política futura inmediata en este Municipio.
Don Manuel no tiene nada definido todavía. Le dijeron que gustaba como un buen candidato pero que podría ser un mejor servidor público, y en base a eso le han estado insistiendo para que se anime a entrarle de lleno a las cuestiones políticas.
Para don Manuel, si de plano se anima, podría haber buenas perspectivas en su todavía muy incipiente carrera dentro de la política.
En Convergencia, las cosas podrían definirse con mucha anticipación. Todo indica que en ese partido quieren ver al abogado Librado Navarro Jiménez como su candidato oficial a la alcaldía guaymense. Y en ese propósito, buscan “cerrar filas” con el Partido del Trabajo y probablemente el PRD, lo que permitiría una alianza muy fuerte con un sólido candidato al Municipio.
Alguien dijo por ahí que, decepcionada la ciudadanía guaymense por los problemas
que se han generado durante las últimas dos décadas, en que se alternaron en el poder PRD, PAN y PRI, el 2012 podría ser, aquí, la oportunidad de los partidos chicos, y en esa tesitura, colocar los como muy fuertes si postulan candidatos con profundo arraigo
entre la comunidad, como el caso del conocido licenciado guaymense.
Tiene que superar escollos que en realidad no están tan complicados, porque en realidad se trata de gente que le quiere poner “piedras en el camino”, pero con evidentes síntomas de frustración y derrota. Esa gente precisamente es la que está moviendo a otros que se dedican a la revoltura política para impedirle llegar a ser candidato, enojados como están por no haber alcanzado otros perversos propósitos.
En fin, ni vale la pena perder espacio en eso.
Diferencias entre el diputado federal José Luis Marcos León Perea y el alcalde empalmense Javier Caraveo Rincón que ojalá no pasen a mayores. El Munícipe al parecer hizo algunos comentarios respecto a la respuesta que ha habido del legislador para Empalme, pero éste de inmediato reviró haciendo un recuento de las actividades desarrolladas a favor de la región.
Debe convertirse en asunto olvidado.
A propósito de Empalme, Héctor Laguna Torres, actual diputado local, parece perfilarse como el mejor prospecto, hasta ahora, para buscar ser candidato del PAN a la alcaldía, con todo y que Marcial Bazúa Vizcarra ha manifestado su inquietud con ese mismo propósito.
El legislador ha manejado relativamente bien su imagen como tal, por lo que bien podría ir en camino seguro y tranquilo con ese objetivo.
Ya para terminar, aún con los tropiezos, se siente bien uno de llegar a un año más de existencia como medio de comunicación.
Vamos a seguir buscándole a ésto hasta que logremos consolidar lo que sigue siendo un proyecto de vida. Dios los bendiga a todos.
domingo, 3 de julio de 2011
¡Un peligro mortal!
Ante una inconcebible indiferencia oficial y como botín de políticos, los habitantes de los multifamiliares arriesgan diariamente sus vidas
Víctor O. Fonseca Jacques
La situación no debiera mantenerse con la indiferencia oficial mostrada como hasta ahora, y menos aún, ser considerada como un excelente motivo de promoción política, pero sin embargo así es… los habitantes de los multifamiliares que hay en Guaymas están en constante peligro de muerte.
No hay exageración ni sensacionalismo en la advertencia. Simplemente, la estructura de los edificios que aún albergan a decenas de familias, están tan debilitada que en cualquier momento, en cualquier día del año, podría estarse registrando una de las peores catástrofes en Guaymas.
El primer temblor importante registrado en Guaymas fue lo que hizo voltear los ojos a los edificios. Pero contrario a lo que podría pensarse, se vio como un estupendo pretexto para la promoción de gente que aspira a ser candidatos en los próximos comicios electorales. La “profunda preocupación” que los invadió después del sismo, se acabó ante la brutal indiferencia de las autoridades, para dar paso a otras estrategias previas a una pretendida campaña política.
Y a los vecinos de los llamados “multis”… que Dios los bendiga.
Un riesgo de muerte…
Los vecinos que aún quedan en los multifamiliares saben a lo que exponen diariamente. Ellos entienden que su seguridad está completamente en manos del Supremo Creador, pero no tienen ninguna otra alternativa para dormir bajo un techo. Salirse de ahí implicaría adquirir un terreno para construir o una casa. Y la situación económica convierte en algo prohibitivo buscar una opción de vida.
“Quizá es lo que las autoridades quieren, que nosotros solitos nos vayamos de aquí ante el miedo de que esto se caiga, y así evitarse el tener que darnos apoyo para cambiarnos a otro lugar”, manifestó un vecino quien declinó a dar su nombre.
“¿Pa´qué quiere mi nombre? Lo que queremos es que tomen en cuenta que cualquier rato nos morimos todos, y entonces van a estar contentos”, respondió.
Dijo que “aquí anduvieron unos ingenieros revisando y tomando fotos… ya después nos dimos cuenta que uno de ellos quiere ser el presidente. Y como nadie le hizo caso, pues que nos cargue la…” Después guardó silencio, si un nudo le obstruyera su garganta, y resignado a esperar lo peor. Él vive ahí con su familia, y sabe lo que esto significa.
Un asunto de tipo político…
Oscar González García, inmerso como está hoy en alcanzar la nominación del a la alcaldía de Guaymas, exhibió lo que es, a todas luces, un peligro mayúsculo en torno a los “multis”. Presidente de la Asociación de Ingenieros Civiles y Arquitectos de Guaymas, se convirtió en “voz oficial” para llevar a las autoridades el estudio que indica claramente “la bomba de tiempo” en que están convertidos los edificios.
La respuesta de las autoridades, municipales y estata, fue increíble: una total indiferencia a la advertencia. En política es fácil entenderlo: no se pueden permitir abrirle el camino a un aspirante a descomponer sus proyectos futuros.
La seguridad de los residentes de los “multis” ya puede irse al cesto de la basura. Quizá cuando ocurra la tragedia haya alguna reacción, que obviamente no lastime la imagen de ninguno de ellos.
“Es angustioso que estemos sujetos a los políticos. O sea que si nos carga la ch… ellos como si nada. Nomás eso falta, que cuando esto nos aplaste a todos vengan muy orondos a tomarse fotos para salir en los periódicos. Que poca…!”, dijo el vecino entrevistado.
Mientras tanto, las familias de los multifamiliares, tanto de la calle 10 como de la avenida 6, están todos los días “con el Jesús en la boca”. Ellos saben perfectamente bien que si Guaymas ya registró dos temblores con intensidad superior a los 5 grados, en cualquier momento vendrá otro que podría marcar la diferencia entre la inseguridad y la tragedia colectiva.
Se ha dicho que la única opción viable en estos momentos es el desalojo de las edificaciones y la reubicación de sus habitantes a lugares seguros, garantizando por parte de las autoridades el patrimonio familiar.
Sin embargo, hasta ahora no ha habido un acerca satisfactorio con las autoridades, lo que hace crecer la incertidumbre de esta gente.
Las noticias difundidas en torno al riesgo de los “multis” les ha traído intranquilidad, desazón, desconcierto. No saben qué van a hacer, pero lo cierto es que tienen miedo, miedo de un futuro que se muestra totalmente incierto, en todos los aspectos. Y lo peor de todo es que nadie reacciona ante el inminente peligro.
“Esperemos que no nos olvide Dios, porque entonces sí quien sabe que vaya a pasar”, concluyó el vecino.
Víctor O. Fonseca Jacques
La situación no debiera mantenerse con la indiferencia oficial mostrada como hasta ahora, y menos aún, ser considerada como un excelente motivo de promoción política, pero sin embargo así es… los habitantes de los multifamiliares que hay en Guaymas están en constante peligro de muerte.
No hay exageración ni sensacionalismo en la advertencia. Simplemente, la estructura de los edificios que aún albergan a decenas de familias, están tan debilitada que en cualquier momento, en cualquier día del año, podría estarse registrando una de las peores catástrofes en Guaymas.
El primer temblor importante registrado en Guaymas fue lo que hizo voltear los ojos a los edificios. Pero contrario a lo que podría pensarse, se vio como un estupendo pretexto para la promoción de gente que aspira a ser candidatos en los próximos comicios electorales. La “profunda preocupación” que los invadió después del sismo, se acabó ante la brutal indiferencia de las autoridades, para dar paso a otras estrategias previas a una pretendida campaña política.
Y a los vecinos de los llamados “multis”… que Dios los bendiga.
Un riesgo de muerte…
Los vecinos que aún quedan en los multifamiliares saben a lo que exponen diariamente. Ellos entienden que su seguridad está completamente en manos del Supremo Creador, pero no tienen ninguna otra alternativa para dormir bajo un techo. Salirse de ahí implicaría adquirir un terreno para construir o una casa. Y la situación económica convierte en algo prohibitivo buscar una opción de vida.
“Quizá es lo que las autoridades quieren, que nosotros solitos nos vayamos de aquí ante el miedo de que esto se caiga, y así evitarse el tener que darnos apoyo para cambiarnos a otro lugar”, manifestó un vecino quien declinó a dar su nombre.
“¿Pa´qué quiere mi nombre? Lo que queremos es que tomen en cuenta que cualquier rato nos morimos todos, y entonces van a estar contentos”, respondió.
Dijo que “aquí anduvieron unos ingenieros revisando y tomando fotos… ya después nos dimos cuenta que uno de ellos quiere ser el presidente. Y como nadie le hizo caso, pues que nos cargue la…” Después guardó silencio, si un nudo le obstruyera su garganta, y resignado a esperar lo peor. Él vive ahí con su familia, y sabe lo que esto significa.
Un asunto de tipo político…
Oscar González García, inmerso como está hoy en alcanzar la nominación del a la alcaldía de Guaymas, exhibió lo que es, a todas luces, un peligro mayúsculo en torno a los “multis”. Presidente de la Asociación de Ingenieros Civiles y Arquitectos de Guaymas, se convirtió en “voz oficial” para llevar a las autoridades el estudio que indica claramente “la bomba de tiempo” en que están convertidos los edificios.
La respuesta de las autoridades, municipales y estata, fue increíble: una total indiferencia a la advertencia. En política es fácil entenderlo: no se pueden permitir abrirle el camino a un aspirante a descomponer sus proyectos futuros.
La seguridad de los residentes de los “multis” ya puede irse al cesto de la basura. Quizá cuando ocurra la tragedia haya alguna reacción, que obviamente no lastime la imagen de ninguno de ellos.
“Es angustioso que estemos sujetos a los políticos. O sea que si nos carga la ch… ellos como si nada. Nomás eso falta, que cuando esto nos aplaste a todos vengan muy orondos a tomarse fotos para salir en los periódicos. Que poca…!”, dijo el vecino entrevistado.
Mientras tanto, las familias de los multifamiliares, tanto de la calle 10 como de la avenida 6, están todos los días “con el Jesús en la boca”. Ellos saben perfectamente bien que si Guaymas ya registró dos temblores con intensidad superior a los 5 grados, en cualquier momento vendrá otro que podría marcar la diferencia entre la inseguridad y la tragedia colectiva.
Se ha dicho que la única opción viable en estos momentos es el desalojo de las edificaciones y la reubicación de sus habitantes a lugares seguros, garantizando por parte de las autoridades el patrimonio familiar.
Sin embargo, hasta ahora no ha habido un acerca satisfactorio con las autoridades, lo que hace crecer la incertidumbre de esta gente.
Las noticias difundidas en torno al riesgo de los “multis” les ha traído intranquilidad, desazón, desconcierto. No saben qué van a hacer, pero lo cierto es que tienen miedo, miedo de un futuro que se muestra totalmente incierto, en todos los aspectos. Y lo peor de todo es que nadie reacciona ante el inminente peligro.
“Esperemos que no nos olvide Dios, porque entonces sí quien sabe que vaya a pasar”, concluyó el vecino.
Padre... papá o... papi?
Hasta hace cosa de un siglo, los hijos acataban el cuarto mandamiento como un verdadero dictamen de Dios.
Imperaban normas estrictas de educación: Nadie se sentaba a la mesa antes que el padre, nadie hablaba sin permiso del padre, nadie repetía el almuerzo sin el permiso del padre, nadie se levantaba de la mesa si el padre no se había levantado antes; por algo era el padre.
La madre fue siempre el eje sentimental de la casa, el padre siempre la autoridad suprema. Cuando el padre miraba fijamente a la hija, esta abandonaba todo; a una orden del padre los hijos varones cortaban leña, alza o se hacían matar en la guerra.
Todo empezó a cambiar hace unas siete décadas, cuando el padre dejó de ser el padre y se convirtió en papá. El mero sustantivo era ya una derrota.
Padre es una palabra sólida, rocosa, imponente; papá es un apelativo para oso de felpa o para perro faldero; da demasiada confianza. Además, la segunda derrota es que papá es una invitación al infame tuteo, con el uso de papá el hijo se sintió autorizado para protestar, cosa que nunca había ocurrido cuando el papá era el padre.
A diferencia del padre, el papá era tolerante. Permitía al hijo que fumara en su presencia, en vez de arrancarle los dientes con una trompada, como hacía el padre en circunstancias parecidas. Los hijos empezaron a llevar amigos a la casa y a organizar bailes y bebidas, mientras papá y mamá se desvelaban y comentaban en voz baja: Bueno, por lo menos tranquiliza saber que están tomándose unos tragos en casa y no en quién sabe dónde.
El papá marcó un acercamiento genera muy importante, algo que el padre desaconsejaba por completo. Los hijos empezaron a comer en la sala mirando la tele, mientras papá y mamá lo hacían solos en la mesa; tomaban el teléfono sin permiso, sacaban dinero de la cartera de papá y usaban sus mejores camisas.
La hija comenzó a salir con pretendientes sin chaperón y a exigirle a papá que no le pusiera mala cara al insoportable novio y que le ofreciera que, en vez de llamarlo "Señor Barreiro", como habría llamado al padre, que lo llamara simplemente "Tato".
Papá seguía siendo la autoridad de la casa, pero una autoridad bastante maltrecha. Nada comparable a la figura prócer del padre. Era, en fin, un tipo querido; lavaba, planchaba, cocinaba y, además, se le podía pedir un consejo o también dinero prestado.
Y entonces vino papi.
Papi es un invento reciente de los últimos 20 ó 25 años. Descendiente menguado y raquítico de padre y de papá, ya ni siquiera se le consulta ni se le pregunta nada. Simplemente se le notifica. Papi, me llevo el carro, dame para gasolina.
Le ordenan que se vaya al cine con mami mientras los hijos están de fiesta y que, cuando vuelvan, entren en silencio por atrás. Prohibido preguntar a la nena quién es ese tipo despeinado que desayuna en su cocina. Ni hablar de las tarjetas de crédito, la ropa, el turno para ducharse, la afeitadora las llaves. Lo tutean y hasta le indican cómo hablar: ¡Papi, no me vuelvas a llamar "chiquita" delante de Jonathan!
El respeto que inspiraba el padre y, hasta cierto punto el papá, se transformó en exceso de confianza además de convertirse en un franco abuso hacia papi: ¡Oye, papi, se me está acabando la cerveza! ¡Oye papi, anda a comprar pan!
No sé qué seguirá después de papi. Yo estoy aterrado desde que mis nietas han empezado a llamarme solamente "pa"... !!!
Creo que quieren decir:
¡¡¡Pa’nada sirves!!!
Imperaban normas estrictas de educación: Nadie se sentaba a la mesa antes que el padre, nadie hablaba sin permiso del padre, nadie repetía el almuerzo sin el permiso del padre, nadie se levantaba de la mesa si el padre no se había levantado antes; por algo era el padre.
La madre fue siempre el eje sentimental de la casa, el padre siempre la autoridad suprema. Cuando el padre miraba fijamente a la hija, esta abandonaba todo; a una orden del padre los hijos varones cortaban leña, alza o se hacían matar en la guerra.
Todo empezó a cambiar hace unas siete décadas, cuando el padre dejó de ser el padre y se convirtió en papá. El mero sustantivo era ya una derrota.
Padre es una palabra sólida, rocosa, imponente; papá es un apelativo para oso de felpa o para perro faldero; da demasiada confianza. Además, la segunda derrota es que papá es una invitación al infame tuteo, con el uso de papá el hijo se sintió autorizado para protestar, cosa que nunca había ocurrido cuando el papá era el padre.
A diferencia del padre, el papá era tolerante. Permitía al hijo que fumara en su presencia, en vez de arrancarle los dientes con una trompada, como hacía el padre en circunstancias parecidas. Los hijos empezaron a llevar amigos a la casa y a organizar bailes y bebidas, mientras papá y mamá se desvelaban y comentaban en voz baja: Bueno, por lo menos tranquiliza saber que están tomándose unos tragos en casa y no en quién sabe dónde.
El papá marcó un acercamiento genera muy importante, algo que el padre desaconsejaba por completo. Los hijos empezaron a comer en la sala mirando la tele, mientras papá y mamá lo hacían solos en la mesa; tomaban el teléfono sin permiso, sacaban dinero de la cartera de papá y usaban sus mejores camisas.
La hija comenzó a salir con pretendientes sin chaperón y a exigirle a papá que no le pusiera mala cara al insoportable novio y que le ofreciera que, en vez de llamarlo "Señor Barreiro", como habría llamado al padre, que lo llamara simplemente "Tato".
Papá seguía siendo la autoridad de la casa, pero una autoridad bastante maltrecha. Nada comparable a la figura prócer del padre. Era, en fin, un tipo querido; lavaba, planchaba, cocinaba y, además, se le podía pedir un consejo o también dinero prestado.
Y entonces vino papi.
Papi es un invento reciente de los últimos 20 ó 25 años. Descendiente menguado y raquítico de padre y de papá, ya ni siquiera se le consulta ni se le pregunta nada. Simplemente se le notifica. Papi, me llevo el carro, dame para gasolina.
Le ordenan que se vaya al cine con mami mientras los hijos están de fiesta y que, cuando vuelvan, entren en silencio por atrás. Prohibido preguntar a la nena quién es ese tipo despeinado que desayuna en su cocina. Ni hablar de las tarjetas de crédito, la ropa, el turno para ducharse, la afeitadora las llaves. Lo tutean y hasta le indican cómo hablar: ¡Papi, no me vuelvas a llamar "chiquita" delante de Jonathan!
El respeto que inspiraba el padre y, hasta cierto punto el papá, se transformó en exceso de confianza además de convertirse en un franco abuso hacia papi: ¡Oye, papi, se me está acabando la cerveza! ¡Oye papi, anda a comprar pan!
No sé qué seguirá después de papi. Yo estoy aterrado desde que mis nietas han empezado a llamarme solamente "pa"... !!!
Creo que quieren decir:
¡¡¡Pa’nada sirves!!!
¿Cómo prevenir la Anemia?
La ingesta de hierro y una buena alimentación es esencial para prevenirla
Cuando una persona padece de anemia le parece difícil reunir la suficiente energía para realizar sus actividades habituales o diarias, de ahí que el síntoma más común es el agotamiento o falta de vitalidad, es decir la fatiga.
La anemia en sus diferentes tipos afecta a un gran número de personas que en ocasiones
ignoran su padecimiento, el cual también puede ser un indicador de otra enfermedad, indicó el médico internista del ISSSTESON, Irvin Alapisco.
Explicó que la anemia se define como una deficiencia en el componente sanguíneo encargado de transportar el oxígeno al cuerpo, llamado hemoglobina.
Agregó que en grados leves se presenta una sensación de debilidad, mareos, leve dolor de cabeza, somnolencia y palidez, falta de apetito e irritabilidad, pero en grado más avanzado puede existir taquicardia, sudoración, frío en manos y pies, dificultad para respirar, síntomas que requieren valoración por un especialista.
Según informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los grupos más afectados por anemia son mujeres embarazadas, mujeres en edad fértil, niños en edades escolares y adolescentes, seguido por los adultos mayores, que en este último caso se relaciona como un factor de riesgo para caídas que ocasionan fracturas y discapacidad.
El cuadro clínico de la anemia tiene alta prevalencia durante el embarazo, la deficiencia de hierro es la falla nutricional más conocida, la cual incrementa los riesgos de desarrollar enfermedades maternas placentarias o falta del crecimiento fetal.
Según se registra en estudios de Latinoamérica, se estima que de un 40 a 70 por ciento se presenta durante el embarazo, por ello es estrictamente recomendable administrar suplementos de hierro y acido fólico en esta etapa, además de una buena alimentación,
indicó el doctor Alapisco.
Por otro lado, entre 10 a 30 por ciento de mujeres en edad reproductiva o fértil también presentan anemia, quienes tienen menstruaciones abundantes, por lo que se indica acudir con el médico ginecólogo para su control.
Destacó que el hierro es un elemento esencial para toda forma de vida y en el caso de los niños y adolescentes la anemia afecta su rendimiento escolar y deportivo, pero con un manejo médico adecuado se puede corregir el problema.
Un adecuado tratamiento de la anemia es una alimentación rica en hierro, en casos más severos se administran vía oral complementos vitamínicos en hierro, potasio y otros elementos que le ayudan a realizar su vida cotidiana, es decir requiere acciones que ayudan a restablecerse.
Un plan de alimentación exitoso que contribuya al restablecimiento de la hemoglobina, puede ser la combinación de los alimentos de origen animal y vegetal para potenciar sus componentes nutricionales, al igual que el aumento de consumo de vegetales verdes ricos en fierro como las espinacas y las acelgas, granos, carnes y vísceras tales como el hígado de pollo o de res.
Existen distintos tipos de anemias pero de las más comunes se encuentra, por deficiencia de hierro que es una reducción en el número de glóbulos rojos causada por la disminución en la cantidad de hierro, también existe anemia por deficiencia de vitaminas, resultante de la falta en la alimentación de vitamina B12 y/o ácido fólico.
Otro de los tipos es una anemia hereditaria que se transmite de padres a hijos, también puede ser resultado de enfermedades crónicas tales como cáncer, diabetes o afecciones de la médula ósea, así como anemia por pérdidas de sangre que con frecuencia se debe a sangrados gastrointestinales.
Signos y síntomas de la anemia
El síntoma más frecuente de todos los tipos de anemia es el cansancio. Se produce porque no hay suficiente hemoglobina en la sangre. La hemoglobina es una proteína rica en hierro que se encuentra dentro de los glóbulos rojos y transporta el oxígeno por el
cuerpo.
La anemia también causa sensación de falta de aliento; vértigo, especialmente al ponerse de pie; frío en las manos o los pies; palidez en la piel, las encías y el lecho de las uñas; y dolor en el pecho.Si no hay suficientes glóbulos rojos para transportar la hemoglobina, el corazón tiene que trabajar más para hacer circular la cantidad reducida de oxígeno en la sangre. Esto puede provocar arritmia, soplos, aumento de tamaño del corazón y hasta insuficiencia cardíaca.
En los bebés y los niños pequeños los signos de anemia comprenden falta de apetito, retraso en el crecimiento y el desarrollo, y problemas de conducta.
Signos y síntomas de la anemia por deficiencia de hierro
Los signos y síntomas de la anemia por deficiencia de hierro pueden comprender uñas quebradizas, hinchazón y dolor de la lengua, grietas en las comisuras de la boca, aumento de tamaño del bazo e infecciones.
Las personas que tienen anemia por deficiencia de hierro pueden sentir antojos raros de comer cosas que no son alimentos, como hielo, tierra, pintura o almidón. Estos antojos se conocen como pica o malacia.
Algunas personas que tienen anemia por deficiencia de hierro presentan el síndrome de las piernas inquietas. Se trata de un trastorno que causa un intenso impulso de mover las piernas.
El sangrado menstrual abundante o muy largo y otros tipos de sangrado vaginal pueden indicar que una mujer corre el riesgo de sufrir anemia por deficiencia de hierro.
Cuando una persona padece de anemia le parece difícil reunir la suficiente energía para realizar sus actividades habituales o diarias, de ahí que el síntoma más común es el agotamiento o falta de vitalidad, es decir la fatiga.
La anemia en sus diferentes tipos afecta a un gran número de personas que en ocasiones
ignoran su padecimiento, el cual también puede ser un indicador de otra enfermedad, indicó el médico internista del ISSSTESON, Irvin Alapisco.
Explicó que la anemia se define como una deficiencia en el componente sanguíneo encargado de transportar el oxígeno al cuerpo, llamado hemoglobina.
Agregó que en grados leves se presenta una sensación de debilidad, mareos, leve dolor de cabeza, somnolencia y palidez, falta de apetito e irritabilidad, pero en grado más avanzado puede existir taquicardia, sudoración, frío en manos y pies, dificultad para respirar, síntomas que requieren valoración por un especialista.
Según informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los grupos más afectados por anemia son mujeres embarazadas, mujeres en edad fértil, niños en edades escolares y adolescentes, seguido por los adultos mayores, que en este último caso se relaciona como un factor de riesgo para caídas que ocasionan fracturas y discapacidad.
El cuadro clínico de la anemia tiene alta prevalencia durante el embarazo, la deficiencia de hierro es la falla nutricional más conocida, la cual incrementa los riesgos de desarrollar enfermedades maternas placentarias o falta del crecimiento fetal.
Según se registra en estudios de Latinoamérica, se estima que de un 40 a 70 por ciento se presenta durante el embarazo, por ello es estrictamente recomendable administrar suplementos de hierro y acido fólico en esta etapa, además de una buena alimentación,
indicó el doctor Alapisco.
Por otro lado, entre 10 a 30 por ciento de mujeres en edad reproductiva o fértil también presentan anemia, quienes tienen menstruaciones abundantes, por lo que se indica acudir con el médico ginecólogo para su control.
Destacó que el hierro es un elemento esencial para toda forma de vida y en el caso de los niños y adolescentes la anemia afecta su rendimiento escolar y deportivo, pero con un manejo médico adecuado se puede corregir el problema.
Un adecuado tratamiento de la anemia es una alimentación rica en hierro, en casos más severos se administran vía oral complementos vitamínicos en hierro, potasio y otros elementos que le ayudan a realizar su vida cotidiana, es decir requiere acciones que ayudan a restablecerse.
Un plan de alimentación exitoso que contribuya al restablecimiento de la hemoglobina, puede ser la combinación de los alimentos de origen animal y vegetal para potenciar sus componentes nutricionales, al igual que el aumento de consumo de vegetales verdes ricos en fierro como las espinacas y las acelgas, granos, carnes y vísceras tales como el hígado de pollo o de res.
Existen distintos tipos de anemias pero de las más comunes se encuentra, por deficiencia de hierro que es una reducción en el número de glóbulos rojos causada por la disminución en la cantidad de hierro, también existe anemia por deficiencia de vitaminas, resultante de la falta en la alimentación de vitamina B12 y/o ácido fólico.
Otro de los tipos es una anemia hereditaria que se transmite de padres a hijos, también puede ser resultado de enfermedades crónicas tales como cáncer, diabetes o afecciones de la médula ósea, así como anemia por pérdidas de sangre que con frecuencia se debe a sangrados gastrointestinales.
Signos y síntomas de la anemia
El síntoma más frecuente de todos los tipos de anemia es el cansancio. Se produce porque no hay suficiente hemoglobina en la sangre. La hemoglobina es una proteína rica en hierro que se encuentra dentro de los glóbulos rojos y transporta el oxígeno por el
cuerpo.
La anemia también causa sensación de falta de aliento; vértigo, especialmente al ponerse de pie; frío en las manos o los pies; palidez en la piel, las encías y el lecho de las uñas; y dolor en el pecho.Si no hay suficientes glóbulos rojos para transportar la hemoglobina, el corazón tiene que trabajar más para hacer circular la cantidad reducida de oxígeno en la sangre. Esto puede provocar arritmia, soplos, aumento de tamaño del corazón y hasta insuficiencia cardíaca.
En los bebés y los niños pequeños los signos de anemia comprenden falta de apetito, retraso en el crecimiento y el desarrollo, y problemas de conducta.
Signos y síntomas de la anemia por deficiencia de hierro
Los signos y síntomas de la anemia por deficiencia de hierro pueden comprender uñas quebradizas, hinchazón y dolor de la lengua, grietas en las comisuras de la boca, aumento de tamaño del bazo e infecciones.
Las personas que tienen anemia por deficiencia de hierro pueden sentir antojos raros de comer cosas que no son alimentos, como hielo, tierra, pintura o almidón. Estos antojos se conocen como pica o malacia.
Algunas personas que tienen anemia por deficiencia de hierro presentan el síndrome de las piernas inquietas. Se trata de un trastorno que causa un intenso impulso de mover las piernas.
El sangrado menstrual abundante o muy largo y otros tipos de sangrado vaginal pueden indicar que una mujer corre el riesgo de sufrir anemia por deficiencia de hierro.
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