Ayer platiqué por espacio de dos horas con Cuauhtémoc Benavides, actual presidente del Consejo Directivo de Cruz Roja Mexicana, delegación Guaymas. A su lado estaba Marco Antonio Ahumada Gutiérrez, miembro también del organismo, con quien a ratos compartí anécdotas de nuestra niñez. A Marcos lo conozco desde hace casi 50 años.
De entrada debo decir que me pareció muy madura la actitud de Cuauhtémoc. A las recientes críticas que hice hace un par de semanas al trabajo del patronato, respondió con una invitación a conversar y de paso informar sobre los trabajos que se han hecho para el sostenimiento de la institución, así como anunciar su próxima salida del Consejo. El período del organismo que encabeza concluye precisamente este mes, por cuestiones reglamentarias.
Con papeles a la mano, me comentó de la enérgica reestructuración que desde hace tiempo se empezó a hacer dentro de las instalaciones de la benemérita institución. Hoy ya no están ahí Martín Camacho Alarcón ni Jesús Ciapara. El primero permaneció muchísimos años literalmente como el dueño absoluto de Cruz Roja, y el segundo tenía 29 años como médico de la institución pero con su consultorio particular dentro sin costo alguno. Camacho Alarcón está como radio-operador en el C4 y el doctor ya no pertenece a la institución. Esto además de otros cambios que se hicieron.
No quiso, sin embargo, ahondar en recientes críticas que se le hicieron en otros espacios enderezadas por el doctor Ciapara. Solamente me dijo “ahí están los documentos que acreditan cuales fueron las razones por las que tuvieron que salir”. Los cambios, vale decirlo, fueron debidamente autorizados por las autoridades estatales de CR. Desde hace tiempo se consideraban necesarios, para nadie se había atrevido a hacerlos.
Y respecto a los problemas que se han tenido para el sostenimiento de la institución, me dio explicaciones que bien vale la pena analizar. Cruz Roja Guaymas advirtió recientemente que tenía limitados sus servicios por los graves problemas que había para el movimiento de sus unidades a falta de diesel. “No es ninguna mentira. En Cruz Roja cada vez es más complicado el funcionamiento, debido a que los recursos cada vez son más difíciles de conseguir”, dijo.
Me comentó de una empresa pesquera que mensualmente suministra 1,500 litros de diesel, mismo que se termina aproximadamente para el día 20 de cada mes. El resto lo completan con el apoyo que da otro empresario pesquero cuyo nombre declinó a dar por voluntad de este mismo. Y si no es así, tienen que adquirirlo, aún cuando la gente cada vez se niega sistemáticamente a seguir ofreciendo su apoyo a la institución.
“La gente cree que si da 20 pesos al año ya es suficiente para que las ambulancias estén disponibles las 24 horas de los 365 días del año. Pocos sabemos lo que realmente se sufre cada vez que alguien solicita un servicio y los tanques de combustible están literalmente vacíos. Sin embargo, se tiene que dar el servicio”, agrega.
Criticó a quienes usan el teléfono para hacer llamadas de emergencia falsas porque ignoran el daño tan grave que hacen, pero más a quienes usan a Cruz Roja como prestador gratuito de servicios. “Hay un caso patético, el de una persona en Guaymas Norte que pidió el servicio urgente de la ambulancia, y cuando ésta llegó, la señora salió por su propio pie de su casa con la tarjeta del IMSS en la mano, y cuando se le cuestionó sobre eso, respondió que “es que en el seguro me atienden más rápido si llego en ambulancia a urgencias”. Y como este hay muchos otros casos más”, comentó.
Manifestó que en tanto el Municipio apoya a bomberos con combustible, salario de elementos, energía eléctrica y reparación de unidades entre muchas otras cosas más, a Cruz Roja se le sigue negando ese tipo de apoyos. “Lo único que se recibe del ayuntamiento es un apoyo anual al iniciar la colecta, que en este año fue de 20 mil pesos… es todo”.
Rechazó que sus comentarios sean quejas. “Es una realidad que vivimos diariamente. Muchas veces los miembros del patronato han tenido que “aflojar” de su propio bolsillo para completar la nómina que tenemos. Y ese es dinero que ya no vuelve. Pero mientras tanto se sigue criticando a Cruz Roja cuando se advierte que su situación económica no permite seguir operando tranquilamente. Hay que estar dentro para darse cuenta realmente de lo que se sufre para mantener en operación todo esto”, comentó.
Fue larga la conversación, se vieron muchos otros aspectos que serían largo enumerar. Pero dejó en claro que se ha trabajado con un esfuerzo extraordinario, a pesar de que la institución, cuando se trata de críticas, sigue siendo de las más susceptibles.
“Y así vamos a trabajar hasta que lleguen los nuevos miembros del Consejo”, puntualizó.
