Luis Alberto Soberanes representará a Sonora y visitará al Presidente Felipe Calderón
El niño guaymense Luis Alberto Soberanes Osuna, es el Niño Difusor 2012 de la Red Estatal de Difusores Infantiles que representará este año a Sonora en el Onceavo Taller Nacional por los Derechos de los Niños y Niñas Difusores en la ciudad de México.
Juan Zepeda Arriola, coordinador General de Operaciones de DIF Sonora, fue el encargado de tomar protesta a los 29 niños que participaron activamente en los talleres que se les impartió; mismos que fomentaran el conocimiento de los Derechos y Deberes de los Niños y Niñas en sus municipios.
La coordinadora de CIF Guaymas, Yadira Gonzales, encargada del programa en el municipio, dijo sentirse muy orgullosa por el triunfo de Luis Alberto Soberanes, donde se demuestra el gran talento infantil que existe en los niños del puerto, ya que Luis Alberto fue uno de los seleccionado el pasado 19 de abril en la ciudad de Hermosillo, entre niños participantes de 29 municipios del estado, exponiendo sobre el tema “Buen Trato”.
El Onceavo Taller Nacional de DIFusores de los Derechos de los Niños y Niñas, se llevará a cabo del 23 al 27 de abril en la Ciudad de México, donde el niño Luis Alberto, además de representar al estado de Sonora, visitará al presidente Felipe Calderón en la residencia oficial de Los Pinos el martes 24 con un grupo de niños y jóvenes que ganaron el encuentro en los estados de la república convocado por el DIF, para ser DIFusores de los derechos de los niños y niñas a lo largo de un año.
lunes, 23 de abril de 2012
Una academia irresponsable...
Poco traté al maestro Abraham Santoscoy en vida, pero las referencias que de él tengo hasta ahora son magníficas. Un profesor de baile muy dedicado, responsable, creativo, en quien todos confiaban. Su muerte pesó mucho en el ánimo de quienes estuvieron siempre cerca de él, y se extendió al resto de la comunidad. Era popular, era apreciado, y su partida provocó consternación.
A la fecha hay quienes fueron sus alumnos que siguen llorando su temprana muerte, y añoran los tiempos en que, con dedicación y empeño, se entregaba a lo que fue siempre su pasión: el baile. Creo que pasarán mucho tiempo para que se le pueda olvidar. La academia de baile creada por él se ganó el prestigio necesario para contar con la preferencia de muchos guaymenses, sobre todo mujeres.
Hacía compromisos y los cumplía. Según se, nadie puede decir que alguna vez el maestro Santoscoy haya quedado mal con nadie. Era evidente su responsabilidad.
Por eso sorprende sobremanera que hoy que ya no está las cosas hayan cambiado de manera tan brutalmente radical. De entrada, se empezó ya con el incumplimiento a compromisos serios contraídos por un sobrino de él de nombre Noé Santoscoy, quien al parecer quedó al frente de la academia. La seriedad con que siempre se manejó esa empresa hoy está quedando por los suelos.
La soberbia es una cosa. La responsabilidad es completamente distinta. Se puede ser soberbio pero responsable. Pero si hay soberbia e irresponsabilidad, juntas, no creo que un proyecto pueda sobrevivir mucho tiempo.
Qué lástima.
A la fecha hay quienes fueron sus alumnos que siguen llorando su temprana muerte, y añoran los tiempos en que, con dedicación y empeño, se entregaba a lo que fue siempre su pasión: el baile. Creo que pasarán mucho tiempo para que se le pueda olvidar. La academia de baile creada por él se ganó el prestigio necesario para contar con la preferencia de muchos guaymenses, sobre todo mujeres.
Hacía compromisos y los cumplía. Según se, nadie puede decir que alguna vez el maestro Santoscoy haya quedado mal con nadie. Era evidente su responsabilidad.
Por eso sorprende sobremanera que hoy que ya no está las cosas hayan cambiado de manera tan brutalmente radical. De entrada, se empezó ya con el incumplimiento a compromisos serios contraídos por un sobrino de él de nombre Noé Santoscoy, quien al parecer quedó al frente de la academia. La seriedad con que siempre se manejó esa empresa hoy está quedando por los suelos.
La soberbia es una cosa. La responsabilidad es completamente distinta. Se puede ser soberbio pero responsable. Pero si hay soberbia e irresponsabilidad, juntas, no creo que un proyecto pueda sobrevivir mucho tiempo.
Qué lástima.
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