Víctor O. Fonseca Jacques
Una acusación delicada, creo que hasta grave, es la que se está presentando en contra de la constructora Alsan Inmobiliaria, a cuyo frente se encuentra un individuo de nombre Alfonso Sánchez Mena, de origen español, quien por cierto presume de ser tan influyente, que ninguna autoridad podría tocarlo siquiera con el pétalo de una rosa.
Sucede que a finales del año pasado, una persona adquirió en la privada Villa Sofía una vivienda. El pago de la casa se hizo en efectivo, con un costo de 450 mil pesos. Eso ocurrió por allá en el mes de noviembre, y hasta ahora, mes de agosto, el español se ha negado sistemáticamente a entregarle las escrituras.
No solamente eso. Tras haber sido entregada la casa, se le advirtió que el piso estaba en mal estado. Después de muchísimos meses de hacer dar vueltas a la familia afectada, el sujeto éste se “dignó” a ir a levantar el piso supuestamente para cambiarlo. En el colmo del abusivo cinismo, dejó la casa sin el piso. Ya una persona que radica ahí sufrió un accidente como consecuencia del estado en que se encuentra la vivienda.
El sinvergüenza éste fue citado a comparecer ante la Profeco, a donde acudieron los afectados, angustiosamente desesperados por que advierten que podrían ser víctimas de un traicionero fraude. El tipo ni siquiera se presentó, y en su lugar mandó un representante. Ahí se le hizo ver que necesitan responder a las claramente legítimas intenciones de los perjudicados. Sin embargo, la respuesta que mandó el gallego éste fue que… “a mí ni el César (Lizárraga Hernández, alcalde de Guaymas y ex socio de la constructora) ni el Gobernador (Guillermo Padrés Elías) me hacen nada… total, si me acusan de algo, tomo el avión y me largo para España”.
Del asunto el alcalde Lizárraga Hernández ya está enterado. Inclusive aparentó estar muy molesto por la actitud de su ex socio, porque sabe que el caso le perjudica, puesto que el trato inició cuando todavía eran socios. Sin embargo, el españolete ya dijo que el alcalde no le puede hacer nada. Sabrá Dios que tipo de influencias tendrá el aspirante a delincuente éste, que por lo que se ve, no está dispuesto a entregar las escrituras de una casa que le fue pagada de contado riguroso.
El caso lo vamos a detallar en nuestra próxima edición impresa, donde tocaremos punto a punto todas las tropelías que ha cometido contra esta familia el gallego de marras, uno más de los que vienen a México a querer hacer de las suyas.
EN OTRAS cosas, mi más sentido pésame a mi amiga Martha Limón y su apreciable familia. La mañana de este domingo dejó de existir doña Petrita, su señora madre, después de haber luchado valientemente contra una vieja dolencia.
Su cuerpo lo velan en Funeraria San Martín, y este lunes serán sus exequias, en horario que será dado a conocer oportunamente.
domingo, 1 de agosto de 2010
Plática pendiente
Una vez más en mi vida llega el mes de agosto, para algunos puede significar simplemente un etapa más del año, en lo personal a mi me deprime y entristece muchísimo, hoy domingo uno de agosto mi pequeño hijo Alex cumpliría cinco años de vida, simplemente Dios no lo quizo así y se lo llevo trece días después de su nacimiento, en la actualidad tengo a mi hijo Fernando con casi dos años de edad y mi mujer se encuentra en estado de gravidez; tentativamente a parir a finales de este mes o principios del otro, espero sea en septiembre porque no podría con el cúmulo de emociones de festejar a dos hijos en el mismo mes, en el cual uno no estará presente físicamente.
En ocasiones me cuestiono cómo he podido vivir después de tan lamentable suceso, yo que de niño fui feliz, querido y amado por mis padres y hermanos, siempre en constante instrucción religiosa que se brindó en mi hogar, en una exigencia permanente de mis papás por ser mejor y buscar la aplicación escolar para salir adelante en la vida, como una persona decente y de dignos valores, fui el amigo que todos querían tener, alegre, carrillero, siempre de buen humor, claro pero siempre respetuoso y conociendo los límites que mi educación familiar me había cimentado.
Sigo siendo hombre joven muy joven pero me gusta comparar un antes y un después, ese Fernando que existió hasta antes de agosto del 2005, lo veo distante y extraño, un ser que jamás volverá a ser el mismo de antes, tatuado con un dolor en lo más profundo del alma y un sentimiento de tristeza perenne que se agudiza en esta etapa de cada año.
Dios bien sabe cuáles han sido mis faltas y mis grandes aciertos, no lo cuestiono, pero la incógnita me embarga a cada momento, por mi incapacidad de entender el por qué a mí me tuvo que marcar con una situación que recuerdo cada segundo de mi vida, yo jamás me esperé esto.
Es un domingo muy pesaroso que se concreta al recuerdo de quien pudo haber vivido y desarrollado emociones y vivencias en mi vida. Una persona recuerdo que me comentó que yo era muy joven y que Dios me llenaría de bendiciones, es cierto las he tenido y se lo agradezco, pero la juventud no exime el dolor de perder un hijo. A nadie se lo deseo, ni al peor de mis enemigos.
Quisiera platicar con Dios y preguntarle qué fue lo que pasó, qué hice mal o por qué motivo yo merezco esta carga sentimental en mi espíritu, que en ocasiones me derrumba por completo, el llorar no es suficiente, lloré ya lo que tenía que llorar, la duda, el dolor, el recuerdo eso me mata día a día.
Ahora soy distinto, pensativo, ensimismado, mucho más sensible y más susceptible al dolor, algún día platicaré con Dios y él me ayudará a sanar esta agonía infinita, pero lo que más anhelo y sueño es volver a ver al pequeño Alex, por lo pronto cuidaré de mi familia y de mis demás hijos. Así será.
En ocasiones me cuestiono cómo he podido vivir después de tan lamentable suceso, yo que de niño fui feliz, querido y amado por mis padres y hermanos, siempre en constante instrucción religiosa que se brindó en mi hogar, en una exigencia permanente de mis papás por ser mejor y buscar la aplicación escolar para salir adelante en la vida, como una persona decente y de dignos valores, fui el amigo que todos querían tener, alegre, carrillero, siempre de buen humor, claro pero siempre respetuoso y conociendo los límites que mi educación familiar me había cimentado.
Sigo siendo hombre joven muy joven pero me gusta comparar un antes y un después, ese Fernando que existió hasta antes de agosto del 2005, lo veo distante y extraño, un ser que jamás volverá a ser el mismo de antes, tatuado con un dolor en lo más profundo del alma y un sentimiento de tristeza perenne que se agudiza en esta etapa de cada año.
Dios bien sabe cuáles han sido mis faltas y mis grandes aciertos, no lo cuestiono, pero la incógnita me embarga a cada momento, por mi incapacidad de entender el por qué a mí me tuvo que marcar con una situación que recuerdo cada segundo de mi vida, yo jamás me esperé esto.
Es un domingo muy pesaroso que se concreta al recuerdo de quien pudo haber vivido y desarrollado emociones y vivencias en mi vida. Una persona recuerdo que me comentó que yo era muy joven y que Dios me llenaría de bendiciones, es cierto las he tenido y se lo agradezco, pero la juventud no exime el dolor de perder un hijo. A nadie se lo deseo, ni al peor de mis enemigos.
Quisiera platicar con Dios y preguntarle qué fue lo que pasó, qué hice mal o por qué motivo yo merezco esta carga sentimental en mi espíritu, que en ocasiones me derrumba por completo, el llorar no es suficiente, lloré ya lo que tenía que llorar, la duda, el dolor, el recuerdo eso me mata día a día.
Ahora soy distinto, pensativo, ensimismado, mucho más sensible y más susceptible al dolor, algún día platicaré con Dios y él me ayudará a sanar esta agonía infinita, pero lo que más anhelo y sueño es volver a ver al pequeño Alex, por lo pronto cuidaré de mi familia y de mis demás hijos. Así será.
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