miércoles, 4 de abril de 2012

Violencia y campañas….

Los hechos de violencia registrados durante las últimas semanas en nuestra ciudad, a querer y no han empañado el desarrollo de las incipientes campañas electorales, sobre todo porque en el ánimo de la comunidad en estos momentos existen una preocupación muy entendible: ¿tocará ahora el turno a Guaymas ser el nuevo escenario de enfrentamientos entre bandas criminales y con los encargados de la seguridad?
Lamentablemente, los últimos días se ha vuelto común encontrarnos por todas partes impresionantes hileras de vehículos oficiales integrados por agentes federales, estatales y municipales, en tanto que el Ejército ha multiplicado sus recorridos por las calles, en un aparatoso dispositivo de seguridad al cual ninguno de nosotros podemos acostumbrarnos, y en consecuencia, no deja de ponernos nerviosos.
Nuestra ciudad ya vivió un hecho de los que antes sólo leíamos en las noticias. Tres personas, entre ellas un agente del Ministerio Público Federal fueron abatidas a tiros por sicarios en las narices de los responsables de la PGR, y ayer aparecieron dos cuerpos que, presuntamente, serían de dos personas que fueron “levantadas” durante esos impresionantes hechos. A partir de ese momento se ha roto la tranquilidad de los guaymenses.
Y al temor que muchos guaymenses están sintiendo por el consecuente operativo de seguridad que se observa por todas partes, debemos agregar dos aspectos importantes: muchos guaymenses están viendo la posibilidad de quedarse en casa durante las vacaciones de Semana Santa ante el temor de que se suscite otro hecho violento, y… las campañas pre electorales no encienden el ánimo todavía.
Ayer por la tarde estaba en el taller donde hacían algunas reparaciones al carro. Unas señoras acompañadas por unas pequeñas hacían una invitación para que la gente acudiera a un mitin que con “panistas” (bueno, así decía el papel) realizaría más tarde el ingeniero Oscar González García, quien está más aferrado que nunca a ser candidato a la alcaldía porteña. “El Franky” tomó la invitación para limpiar restos de aceite en las piezas que acomodaba. “Si… ahorita voy a dejar la chamba para ir a oír a ese”, dijo desdeñoso mientras continuaba su labor.
Su ayudante, “El Quintero”, comenta “a este no lo conoce nadie… ¿quién es?”
Sin embargo no fue eso lo que me llamó la atención. Me quedé pensando…. ¿o sea que están invitando a panistas y adherentes o a todo el que quiera ir? Porque ninguno de los que estábamos ahí somos parte del PAN ni de ningún otro partido político, lo que quiere decir que somos un cero a la izquierda a la hora de elegir candidato. ¿Para qué la invitación entonces? ¿No será que sólo se trata de hacer “bola” para no perder la costumbre?
Finalmente, dejamos ese asuntillo por la paz para continuar con la conversación relacionada con lo ocurrido el lunes de la semana pasada. Coincidimos entonces que no será ya tan relajante salir a descansar estos días a la playa o armar el tradicional campamento. Para muchos será mejor quedarse en casa viendo la tele o asando carne en el patio que ir a arriesgarse a que de repente se encuentren bandas rivales de delincuentes y armen su sainete enfrente de todos nosotros, con los consabidos riesgos.
Por ende, si usted es de los que hace oración en estos sagrados días, entréguese de lleno a la plegaria para que las campañas electorales no se nos vayan a empañar con hechos de sangre.
Ya nada más eso nos falta aquí.
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Se luce Mónica Marín Martínez como alcaldesa. Está cumpliendo fielmente la promesa que hizo de tratar de hacer bien las cosas, y eso lo está reconociendo gente de mucho peso en la sociedad porteña, como don Rafael T. Caballero, quien tuvo palabras de elogio a la responsable del gobierno guaymense.
Con problemas crónicos durante la temporada vacacional de Semana Santa, algunos prestadores de servicios turísticos se mostraron complacidos con el acuerdo al que llegaron con el Municipio en relación a la ubicación de vendedores ambulantes por el bulevar Manlio Fabio Beltrones.
Mónica está aprovechando bastante bien su histórica oportunidad. Bien por ella.