lunes, 13 de mayo de 2013

Cbtis… en total desprestigio


Y vuelta para atrás en el asunto del Cbtis-40. El pasado fin de semana de nuevo “reventó” el conflicto y otra vez estuvo a punto de llegarse a los golpes, todo esto como consecuencia de la absurda tibieza con la que las autoridades i-responsables han tratado el caso de una escuela que tuvo un prestigio muy notable, el cual ahora yace sepultado.
En el caso del problema del Cbtis, las cosas hay que llamarlas por su nombre. Ha sido el total importamadrismo de las autoridades educativas lo que ha permitido que el asunto haya llegado al estado actual, con la polarización de los grupos en pugna y un gravísimo deterioro en lo más sagrado que debería cuidarse: la educación de los estudiantes.
El caso de esa escuela, que llegó alguna vez a ser considerada la mejor, ha sido tratado también hasta con cobardía, puesto que quienes pueden hacer algo, en este caso la SEP, han tenido miedo de actuar con la dureza que se requiere en casos como estos, y han preferido darle tiempo al tiempo, con las desastrosas consecuencias que hoy todos estamos viendo.
Quizá el asunto no sea tan difícil de resolver. Queda claro que la maestra Magali Arreola no pudo nunca controlar la situación. Es evidente que esta dama no tiene la más mínima capacidad para haber resuelto oportunamente un conflicto que se advirtió desde su llegada, y que incumplió con el compromiso de hacer un trabajo entregado y responsable a favor de los estudios de los chamacos.
Sus actitudes, que algunos tildan hasta de prepotentes, nunca sirvieron para encontrar un punto de entendimiento con los maestros en su contra, y el conflicto fue subiendo tanto de tono, que hoy enfrenta un estado que tiene más tintes de caprichos personales que otra cosa. La señora ya no puede ni debe seguir siendo directora del Cbtis. Y de eso ya no hay vuelta de hoja.
Pero así como la SEP ha permitido este serio problema al seguirla sosteniendo como maestra, igual han sido tolerantes con un grupo de maestros que se han aferrado a tomar el mando del plantel, y para quienes atender su compromiso de educadores vale menos que un cacahuate. La descabellada actitud de detener clases y afectar profundamente el desarrollo educacional de los muchachos no ha sido sancionada como sería lo más lógico: la suspensión definitiva como profesores.
Lo que los maestros revoltosos del Cbtis han hecho, es demostrar que su vocación no era precisamente la de ser educadores, porque para ellos primero está el obcecado capricho de ver fuera de la dirección a Magali Arreola, y recurren al grave atentado en contra del legítimo y obligado derecho que tienen los alumnos de recibir clases. Ese tipo de personas pueden ser comparadas con aquellos que, cual auténticos vándalos, provocaron un terrible problema social recientemente en el estado de Guerrero.
Si a la SEP realmente le interesara resolver el delicado problema que enfrenta esta escuela, cuyo prestigio sigue vertiginosamente en picada, no se debe seguir actuando con ese total desprecio a su responsabilidad. La directora no debe seguir como tal, pero los maestros tampoco. Despedirla a ella y dejarlos como parte del personal docente, es tanto como darles la batuta de la institución, y cuanto director sea nombrado por la Secretaría estará bajo las órdenes y caprichos de los maestros que se habrían salido con la suya.
Al Cbtis aún le quedan unos gramos de prestigio. Si no se actúa de manera definitiva… no sé cuál será el futuro de ese plantel.