lunes, 9 de mayo de 2011

Entre Mónica e Ivette...

Por demás interesante el futuro de la presente administración pública municipal. Se advierte con mayor firmeza la posibilidad de que el actual alcalde César Adrián Lizárraga Hernández solicite licencia dentro del próximo mes de enero, esto con el propósito de buscar la nominación panista para la diputación federal.
Y esto es precisamente lo que ha provocado la serie de comentarios que hoy corren por Palacio Municipal en torno a quien habría de cubrir el interinato durante los nueve meses siguientes. No exento esto de cierta “grilla”, hay casos donde se evidencia preocupación por lo que podría darse una vez definida la situación del hoy munícipe.
Tres nombres se habían manejado hasta ahora como posibles sucesores de Lizárraga Hernández, los de los regidores Francisco Javier Ponce Vázquez y Jorge Alberto Villaseñor Lozano, así como de la síndico municipal Mónica Marín Martínez.
El caso de Ponce Vázquez parece haber quedado definido ya. Su “entusiasmo” por ser el elegido por sus compañeros lo puso demasiado en evidencia, y sus posibilidades prácticamente están esfumadas. En todo caso, se vio con más seriedad a Villaseñor Lozano, quien ha mostrado hasta ahora un buen manejo político, y se ha desenvuelto bien, en términos generales, dentro de la administración.
Lo de Mónica parece ser más claro. Contando con la aprobación anticipada de la mayoría de las regidoras y algunos regidores, pero además por la experiencia en el quehacer público y su probadísima honestidad, se ubica como la que mayores posibilidades tiene, hasta ahora, dentro de los tres miembros del cabildo que reúnen, dicen, el perfil para “entrar al quite” en caso de que el alcalde decida renunciar.
Sin embargo, también cobra fuerza el rumor de que en estos días podría renunciar a su cargo de edil Luis Alberto Zaragoza Navarro, lo cual obligaría a que la actual responsable de Contraloría Municipal y regidora suplente de éste, Graciela Ivette Guerrero Padrés asumiera el cargo dentro del Ayuntamiento, colocándola automáticamente en una posición también muy importante a la hora de definir al alcalde sustituto.
Yo conversé brevemente con Ivette el sábado anterior, y la sentí muy preocupada por los comentarios hechos en torno a lo que comentamos. Me dijo que no había absolutamente nada definido sobre eso, y que de hecho a ella nadie le había comentado nada. Se enteró por lo publicado en un portal de Internet.
Sin embargo, tratando de ser prácticos y reflexionando sobre las mejores perspectivas en torno al interinato, creo que cualquiera de ellas dos reúne el perfil perfecto para quedarse en la Presidencia Municipal. No por el hecho de ser mujeres, sino porque en los dos casos, han demostrado que son gente con una idea muy clara de lo que es el servicio público trabajado con honestidad. Eso es elemental.
En el caso de Ivette, siento que el hecho de que su nombre se maneje en este asunto proviene del deseo del Gobernador Guillermo Padrés Elías de tener a gente muy confiable dentro de los cargos públicos en Sonora, gente que sepa responder a la nueva política de trabajo y no simples funcionarios de oficina, que sólo cobran sin trabajar. Ivette es de todas las confianzas del mandatario estatal.
En cualquiera de ambos casos, con Mónica o con Ivette, creo que los guaymenses podrían estar tranquilos en torno al manejo de su dinero.
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Ya no oculta José Inés Palafox Núñez sus aspiraciones por ser Senador por Sonora. Se “placea” por todo el Estado en un evidente afán de irse posicionando para llegar con una buena figura al 2012.
Aunque no lo quiso reconocer en el desayuno con la gente de la prensa de hace casi un mes, es por demás notorio que tiene sus aspiraciones políticas, y para eso cuenta ya con la venia de su jefe.
Ni modo, diría el profe.