Ponerle fin a la corrupción dentro de las dependencias de gobierno, ya no está ni en chino… ahora está en lenguaje alienígena, adaptándonos a las cosas modernas.
Sigo creyendo en la buena fe de un presidente que, como Andrés Manuel López Obrador, tuvo (y quizá tiene todavía) la perspectiva de un gobierno --en lo general-- limpio de las actitudes cochinas de funcionarios rapaces, léperos y desvergonzados.