Todo hacía indicar que Pedro Romano Terrazas caminaba tranquilamente hacia la presidencia del PRI en Guaymas, más cuando surgieron pronunciamientos prácticamente de todos los ex presidentes del partido y representantes de algunas de las centrales del mismo dándole todo su apoyo… hasta que surge de nuevo la posibilidad de que Susana Corella de Espriú sea designada directamente por el Comité Directivo Estatal del tricolor. 
El PRI está poniendo en grave riesgo su integridad estructural con esto, porque una imposición a favor de la ex alcaldesa guaymense por parte de su comadre Claudia Pavlovich Arellano, dirigente estatal del partido, daría al traste con todos los discursos que se han estado exponiendo en los últimos días por parte de quienes brindan su abierto apoyo a Pedro, en los que se habla explícitamente de la necesidad de unidad al interior del partido.
Y no se trata aquí del apoyo a uno o a la otra. Simplemente, los priístas han estado siguiendo un patrón que data de muchas décadas, y en el caso de Pedro ya se cubrieron todas las formas protocolarias del caso. Los ex presidentes del partido, ex alcaldes, ex diputados, ex funcionarios y ex todo ya se pronunciaron a su favor. Eso en el PRI siempre se ha leído como un asunto de mero trámite la toma de protesta y todo ese circo que se hace en estos casos.
Los pronunciados dicen que Pedro ha sido el único (y esto es cierto) que ha mostrado interés en dirigir al diezmado partido en Guaymas, y durante semanas enteras se ha movido por aquí y por allá buscando el respaldo de los priístas de casa. La señora Susana prácticamente ya se había alejado de esto, al parecer sin interés alguno en entrar a una contienda complicada. Por eso extraña ahora que de repente surja la fuerte posibilidad de que sea ella nombrada dirigente local del PRI, sin más ni más.
Esto habla de la inminencia de un enfrentamiento que lo único que conseguirá es que el partido vaya de mal en peor, y que esa pregonada y exigida unidad que mencionan los que se han pronunciado se convierta en otra “cena de negros” que solamente llevará al “tiro de gracia” al partido en Guaymas.
El PRI ya no está para más experimentos. Tienen que entender que los resultados de 2009 debieron tomarse como una lección y no ha sido así. El orgullo les gana y creen que con las prácticas de toda la vida retomarán el camino y se convertirán en un partido ganador a fuerzas, como lo fueron durante 70 años.
Y ya para terminar con el tema, el asunto provocó el desconsuelo de muchos priístas. Ya saben lo que estaría por venir.
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Le comentaba en días pasados sobre la posibilidad de una alianza de izquierda entre PRD-Convergencia-PT en busca de la alcaldía de Guaymas en 2012, y que quien tiene muchas
posibilidades de encabezar esa alianza sería el licenciado Librado Navarro Jiménez.Pues bien, ante esa posibilidad, ya surgió otro interesado en ser el candidato aliancista para la alcaldía. Se trata de Francisco Villaflor, el mismo que mantuvo durante algunas semanas el plantón frente a la CEA, el mismo que ha provocado algunos espectáculos fuera de orden en nuestra ciudad, como permanecer totalmente desnudo frente a las instalaciones del IMSS durante algunos días. Él quiere ser presidente municipal de Guaymas.
De hecho, los dirigentes de los tres partidos a estas alturas ya deben estar preocupados, porque un rechazo a las exigencias de Villaflor se les va a revertir de la peor manera. Ya lo verán.
En Guaymas pasa todo lo inimaginable.
