viernes, 10 de junio de 2011

Le "sacó" la CTM...

Este jueves, la CTM en Sonora giró un comunicado, a través del cual dio a conocer que, por motivos de fuerza mayor, el Congreso Estatal que se celebraría este sábado, se pospone para una fecha no definida aún, por lo que de tajo se cortó con las actividades preparatorias que se venían realizando en cada municipio para el tradicional acarreo de “cetemistas” al citado circo.
Dentro del comunicado, dice que “esto fue informado por Javier Villarreal Gámez, Secretario General de la CTM en Sonora, así mismo comentó que esta disposición del Comité Nacional será debidamente atendida sin ningún inconveniente, porque en la CTM de Sonora se respira un ambiente de unidad interna y mantenemos un absoluto apoyo, lealtad y disciplina a don Joaquín Gamboa Pascoe, nuestro Secretario General y máximo líder de la Confederación de Trabajadores de México”.
Se rumoró por ahí que el evento fue pospuesto por una presunta enfermedad del secretario general (que no líder) Gamboa Pascoe, de quien dicen ya no hace tantas apariciones en público porque el señor realmente está enfermo.
En lo particular no creo en la versión enfermiza del dirigente cetemista. En los últimos días, fueron evidentes los brotes de inconformidad de muchísimos trabajadores cetemistas, quienes han venido siendo fuertemente presionados para que acudiesen mañana sábado a Hermosillo, y advertidos de que, de no hacerlo, tendrían que pagar las consecuencias, obviamente a través de sus utilidades laborales.
Lo anterior no sorprende a nadie. La CTM siempre ha ejercido presuntos liderazgos a través de esas torpes medidas de presión, sólo que los tiempos actuales se escriben con historias diferentes. Hoy el trabajador cetemista se pitorrea de las amenazas de sus “líderes”, y todo aquel que sufre las mentadas consecuencias, cobra duramente las facturas a través de su mejor arma: el voto anti-PRI.
Muchos candidatos priístas se llamaron sorprendidos cuando recibieron los reportes de que sus derrotas provenían de una nutrida participación del cetemio en sus diferentes regiones. Ensoberbecidos con la idea de que el candidato del PRI siempre es el ganador, olvidaron que hoy se convence a través de la palabra y no de la amenaza. Y las amenazas a los obreros se pagan… y muy caras.
Presume la CTM Sonora que cuenta con 106 mil miembros en su gremio. Sí, es probable que su padrón cuente con semejante cantidad de trabajadores inscritos, pero el mensaje de que están obligados a pertenecer al PRI es letra totalmente muerta. Los cetemistas siguen siendo factor de definición a la hora de los procesos electorales, pero ya no a favor del PRI. Hace mucho tiempo que dejaron de serlo.
“…porque en la CTM de Sonora se respira un ambiente de unidad interna y mantenemos un absoluto apoyo, lealtad y disciplina a don Joaquín Gamboa Pascoe”, reza el comunicado de marras.
¿Unidad interna? La única unidad interna cetemista es la que viven los decrépitos amos de la central, quienes pasan sus últimos años aferrados a que son parte de un liderazgo que mantiene un férreo control sobre el trabajador asalariado. Los muy cínicos y sinvergüenzas no se dan cuenta de que sus demagogos mensajes sólo sirve para causar la burla de “su gremio”.
¿Apoyo, lealtal y disciplina para Gamboa Pascoe? ¡¡Por favor!! Señores, hagan un experimento: pregunten a un humilde trabajador que sobrevive diariamente con una miseria de salario que ustedes, los “líderes”, han permitido, quién es Joaquín Gamboa Pascoe. Se van a llevar la sorpresa de su vida. Esa gente está más interesada en adivinar cómo va a sacar adelante a su familia, que en andar averiguando el nombre de un “líder” arrogante y miserable con sus representados. ¡¡Despierten!!
Finalmente, el Congreso no se desarrollará por una simple y sencilla razón: Habían dicho que se llevaría a cabo en el CUM de Hermosillo, con la presentación de “Tropicalísimo Apache” y no se qué artistas más. Resulta que ni siquiera los “pieles rojas” lograron despertar al interés de los trabajadores por asistir, y advirtieron a tiempo que el enorme centro de concentración no luciría ni al 20 por ciento de su capacidad.
Por eso es la mentada “pospuesta”.
Atajo de mentirosos.

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Raúl Octavio Alvarado Ibarra se llama un policía que la tarde de este viernes la emprendió a golpes contra su esposa y lesionó a un hermano de ésta. Al enérgumeno, con muchísima dificultado, lograron someterlo una nube de policías de la municipal, la PEI y hasta de la AFI. De plano, casi no podían con él.
El hecho demuestra, infortunadamente, el tipo de personas que siguen formando parte de la corporación municipal, aunque estatales y federales no son ajenos a ese tipo de situaciones. Por desgracia, el ingreso a las filas gendarmeriles no limita a personas con perturbaciones mentales (¿alguien duda que el sujeto está desajustado?), y suceden este tipo de desaguisados que nos dejan muy en claro en manos de quien podemos estar.
Ese tipo y los de su calaña ya no pueden seguir en las corporaciones policiacas.