viernes, 6 de enero de 2012

César no renunciará

El rumor es cada vez más insistente: el hoy alcalde César Adrián Lizárraga Hernández no va a renunciar a la Presidencia Municipal para buscar la candidatura a la diputación local. De hecho algunos regidores ya prácticamente lo dan como un hecho.
La razón: se corrió tanto la voz de que solamente se buscaba “cortarle la cabeza” como alcalde para después negarle la pretendida candidatura, que los rumores finalmente habrían convencido al Munícipe de que es preferible quedarse hasta septiembre y seguir con su accidentada administración pública, al fin que ya solo faltan prácticamente 9 meses.
En efecto, poco más de 9 meses separan ya el fin de este período que resultó un soberano fiasco para los guaymenses, pero peor todavía, para un Partido Acción Nacional que ve con preocupación la forma en que se siguen descomponiendo las cosas al interior de la Comuna, la cual quedará para la historia como una de las peores que han enfrentado los guaymenses.
No hay que pensar mucho para ver las cosas. A medida que pasan los días y las semanas, las cosas se complican todavía más al interior del Ayuntamiento, el cual en estos momentos marcha prácticamente a la deriva, con la multiplicación de problemas que a nada bueno van a conducir. Y vamos a revisarlos
Está el problema de la estación de gasolina, asunto en el que los vecinos de Las Villas se han visto atropellados en su legítimo derecho de exigir una tranquilidad. La peste a combustible que surge del sistema de drenaje dentro de las viviendas desde que la empresa reabrió sus puertas, los mantiene en un estado de alerta que no provoca ninguna reacción en las autoridades municipales.
Antes bien, el Ayuntamiento les manda decir en voz de su Secretario que el peligro de explosión está en apenas un 20 por ciento. ¡¡Apenas un 20 por ciento!! ¿Cómo van a convencer a la gente de esa área que un 20 por ciento es nada? ¿Cómo les piden estar tranquilos si los marea el tufo a gasolina cuando usan sus servicios sanitarios? Es increíble.
Pero esto es apenas una parte de lo que ha provocado la irresponsabilidad de nuestro Municipio. Hoy se celebra el Día del Policía, y por vez primera en muchos años, los agentes de la corporación no serán objeto ni siquiera de un “buenos días”. Los graves problemas que ha enfrentado esta administración en materia de seguridad pública cada vez empeoran más, a grado tal que en ocasiones se siente que se está perdiendo totalmente el control.
Derivado de la prepotencia y autoritarismo implementados por el ex Secretario Alonso Arriola Escutia, las diferencias de Lizárraga Hernández con la policía guaymense parecen aumentar lejos de resolverle. Y el desprecio que hoy se les hace al ni siquiera invitarles un taco por su día, seguramente recrudecerá las cosas.
No son pocos los agentes que se quejan de fuertes medidas de presión ejercidas desde el mismo seno de la Presidencia Municipal para que no se anden entrometiendo en asuntos que, a pesar de ser un delito, no se les permite cumplir con su deber. Vaya usted a saber por qué.
Una más: la rivalidad que había desde el principio mismo de esta administración con el Director de Alcoholes en Sonora, Francisco “El Paco” Bueno Ayup se recrudece. Un torpe manejo en la tradicional extensión de horarios para los bares y cantinas en el mes de diciembre se convirtió en un asunto de polémica que ya volvió a enfrentar al alcalde con el encargado de aplicar la Ley de Alcoholes.
Es decir, el alcalde Lizárraga Hernández pelea con funcionarios del Gobierno del Estado, es más, con gente que está íntimamente ligada al Jefe del Ejecutivo, aún con su ilusa pretensión de ser candidato a diputado local. Vaya manera en que está fincando su futura campaña… si es que llega.
Y esto es sólo una mínima parte, insisto, de los graves traspiés que viene dando esta administración pública, caracterizada por el desorden, la irresponsabilidad, el importamadrismo y los delicados síntomas de corrupción que se ven por todas partes.
La semana entrante le daré algo de información de cómo las cosas empezaron mal desde la misma campaña de proselitismo, cuando César dispuso de dineros ajenos para cubrir gastos que no correspondían.

Ignora Comuna a policías

Por vez primera, no habrá ni siquiera un “buenos días” para los elementos en su día
Por vez primera en muchos años, los policías no serán objeto de festejo en su día por parte del Ayuntamiento. Simple y sencillamente, no habrá ni fiesta ni reconocimientos, mucho menos ascensos.
En la corporación policiaca, de acuerdo al sentir de hoy por la mañana, es el castigo que está implementando el Ayuntamiento a cargo de César Lizárraga Hernández por “el mal comportamiento” que han tenido en los últimos meses, luego de reclamar, entre otras cosas, uniformes nuevos.
En las instalaciones policiacas es evidente la inconformidad de una parte importante de los agentes. Promesas incumplidas, desatención, exigencias fuera de orden y muchas otras cosas más han caracterizado al actual Municipio en contra de la corporación.
Finalmente, cuando un segmento importante de ellos decidieron reclamar, se vino la contraofensiva ordenada desde la autoridad municipal. Y el colofón es precisamente hoy, en el Día del Policía, en el que los elementos que cada día arriesgan su integridad física por preservar el orden en Guaymas, simplemente fueron ignorados.