El alcalde César Lizárraga Hernández me mandó un mensaje, al respecto de la columna anterior, pero no se como interpretarlo. Textualmente dice: “Bien, Victor, felicidades x tu análisis... Un abrazo!!!...César Lizárraga H. (Mensaje enviado desde mi BlackBerry de Nextel)”.
Y digo que no se como interpretarlo porque, si su mensaje es de buena fe, entonces pensaría que lo leyó con interés y que lo llevó a un poco de reflexión. Ha sido tanta la gente que le ha querido comentar que su Secretario Alonso Arriola Escutia le ha hecho daño y tantas las veces que ha desatendido eso, que sí me dejaría “con la quijada hasta el suelo” suponer que lo llevé a pensar seriamente las cosas.
Si lo envió de buena fe, creería entonces que empezaría a pensar con más detenimiento su futuro como alcalde y asumiría acciones que corrijan, inmediatamente, el rumbo de las cosas. Si César tiene aspiraciones políticas, no puede darse el lujo de equivocarse o de aferrarse a situaciones que se las están estropeando anticipadamente. La política no te da margen para esas cosas.
Pero bueno, sobre todo porque es Presidente Municipal de los guaymenses, y como tal está obligado a hacer bien las cosas, porque precisamente para eso la ciudadanía le entregó el mando del municipio. La situación política que se vive al interior de la administración no está bien, definitivamente no está bien. Y en este caso el único culpable es él, por permitir que su Secretario tenga ese súper poder, inclusive por encima de sus propios deseos y voluntades.
Pero si el alcalde lo hizo con sarcasmo o simplemente por “seguirme el rollo”, pues que pena, porque eso me daría a entender que sigue encerrado en ese mundo en el que sus amigos leales no caben. Su misma gente no puede aún asimilar lo que está pasando con el César que conocían de toda la vida.
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Es simplemente una pregunta a los priístas de Guaymas: ¿Por qué razones la señora Sonia Torres de Araujo no puede ser presidente del comité municipal del PRI? ¿Qué impedimento tiene la militante de toda su vida, que siempre “se la ha rajado” en las buenas y en las malas con el tricolor?
Cuando comenté que Claudia Pavlovich Arellano venía a mantener a la clase rica (económicamente hablando) dentro del partido, fue con conocimiento de causa. Ella pertenece a esa élite donde se pretende mantener el poder a cualquier costo, y ahí no encajan los miembros de la verdadera militancia activa, los que realmente trabajan en campañas y durante los 365 días del año… los “pelados”, pues.
A doña Sonia no la van a dejar llegar simplemente porque es una señora que les canta sus verdades a cada rato a quienes quieren seguir siendo los ultra-poderosos dentro del priísmo, y que tan afectados han visto sus intereses a partir de que Acción Nacional les dio una santa golpiza electoral. Aquí es una lucha del verdadero espíritu priísta en contra de las ambiciones económicas… y lamentablemente, siempre ganan los que tienen dinero.
Por eso es que aquí en Guaymas Susana Corella de Espriú va a ser la nueva dirigente del priísmo, aún en contra de la voluntad de la militancia. No hay vuelta de hoja. Y así “revienten” doña Sonia y el resto de los priístas de convicción, no de ambición, la nueva dirigencia del PRI en Guaymas, Empalme y el resto de los municipios de Sonora, quedará en manos de la gente afín a la señora Pavlovich Arellano y de los poderosos. ¿Alguien lo duda?
Son estrategias que se van armando para empezar el 2012 a recuperar el poder. Es el mismo grupo que está apoyando a Otto Claussen Iberri para la presidencia municipal, tratando de aplastar de nuevo las muy legítimas aspiraciones que tiene el doctor José Luis Marcos León Perea, reitero: el único priísta que podría, en estos momentos, garantizar una victoria para el partido tricolor… una victoria honesta, por supuesto.
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Lino Ruiz es amigo de mucho tiempo atrás. Es un tipazo, buena gente, buen hombre, responsable, serio y además respetuoso. Es del tipo de gente con quien puedes sostener una amistad sincera, porque tiene un atributo que muy pocos poseemos: es leal. Todo esto además de ser también colega en la música. Buen hombre.
Por eso deseo fervientemente que le vaya bien en su pretendida incursión en la política, tratando de llegar a ser candidato a alcalde por el Partido de la Revolución Democrática, el auto-destructivo PRD.
Sería profundamente lamentable que la imagen que personalmente ha tratado de conservar a lo largo de su vida, se viera lesionada cuando los perredistas reinicien su atroz campaña de destrucción interna, en la que dicho sea de paso, le han tupido muy duro a gente que no lo merecía.
Suerte, Lino.
Y digo que no se como interpretarlo porque, si su mensaje es de buena fe, entonces pensaría que lo leyó con interés y que lo llevó a un poco de reflexión. Ha sido tanta la gente que le ha querido comentar que su Secretario Alonso Arriola Escutia le ha hecho daño y tantas las veces que ha desatendido eso, que sí me dejaría “con la quijada hasta el suelo” suponer que lo llevé a pensar seriamente las cosas.
Si lo envió de buena fe, creería entonces que empezaría a pensar con más detenimiento su futuro como alcalde y asumiría acciones que corrijan, inmediatamente, el rumbo de las cosas. Si César tiene aspiraciones políticas, no puede darse el lujo de equivocarse o de aferrarse a situaciones que se las están estropeando anticipadamente. La política no te da margen para esas cosas.
Pero bueno, sobre todo porque es Presidente Municipal de los guaymenses, y como tal está obligado a hacer bien las cosas, porque precisamente para eso la ciudadanía le entregó el mando del municipio. La situación política que se vive al interior de la administración no está bien, definitivamente no está bien. Y en este caso el único culpable es él, por permitir que su Secretario tenga ese súper poder, inclusive por encima de sus propios deseos y voluntades.
Pero si el alcalde lo hizo con sarcasmo o simplemente por “seguirme el rollo”, pues que pena, porque eso me daría a entender que sigue encerrado en ese mundo en el que sus amigos leales no caben. Su misma gente no puede aún asimilar lo que está pasando con el César que conocían de toda la vida.
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Es simplemente una pregunta a los priístas de Guaymas: ¿Por qué razones la señora Sonia Torres de Araujo no puede ser presidente del comité municipal del PRI? ¿Qué impedimento tiene la militante de toda su vida, que siempre “se la ha rajado” en las buenas y en las malas con el tricolor?
Cuando comenté que Claudia Pavlovich Arellano venía a mantener a la clase rica (económicamente hablando) dentro del partido, fue con conocimiento de causa. Ella pertenece a esa élite donde se pretende mantener el poder a cualquier costo, y ahí no encajan los miembros de la verdadera militancia activa, los que realmente trabajan en campañas y durante los 365 días del año… los “pelados”, pues.
A doña Sonia no la van a dejar llegar simplemente porque es una señora que les canta sus verdades a cada rato a quienes quieren seguir siendo los ultra-poderosos dentro del priísmo, y que tan afectados han visto sus intereses a partir de que Acción Nacional les dio una santa golpiza electoral. Aquí es una lucha del verdadero espíritu priísta en contra de las ambiciones económicas… y lamentablemente, siempre ganan los que tienen dinero.
Por eso es que aquí en Guaymas Susana Corella de Espriú va a ser la nueva dirigente del priísmo, aún en contra de la voluntad de la militancia. No hay vuelta de hoja. Y así “revienten” doña Sonia y el resto de los priístas de convicción, no de ambición, la nueva dirigencia del PRI en Guaymas, Empalme y el resto de los municipios de Sonora, quedará en manos de la gente afín a la señora Pavlovich Arellano y de los poderosos. ¿Alguien lo duda?
Son estrategias que se van armando para empezar el 2012 a recuperar el poder. Es el mismo grupo que está apoyando a Otto Claussen Iberri para la presidencia municipal, tratando de aplastar de nuevo las muy legítimas aspiraciones que tiene el doctor José Luis Marcos León Perea, reitero: el único priísta que podría, en estos momentos, garantizar una victoria para el partido tricolor… una victoria honesta, por supuesto.
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Lino Ruiz es amigo de mucho tiempo atrás. Es un tipazo, buena gente, buen hombre, responsable, serio y además respetuoso. Es del tipo de gente con quien puedes sostener una amistad sincera, porque tiene un atributo que muy pocos poseemos: es leal. Todo esto además de ser también colega en la música. Buen hombre.
Por eso deseo fervientemente que le vaya bien en su pretendida incursión en la política, tratando de llegar a ser candidato a alcalde por el Partido de la Revolución Democrática, el auto-destructivo PRD.
Sería profundamente lamentable que la imagen que personalmente ha tratado de conservar a lo largo de su vida, se viera lesionada cuando los perredistas reinicien su atroz campaña de destrucción interna, en la que dicho sea de paso, le han tupido muy duro a gente que no lo merecía.
Suerte, Lino.