jueves, 27 de septiembre de 2012

Plurinominales… una aberración

Según las redes sociales, en Ensenada recientemente se colocó un espectacular que reza: “No son bienvenidos los diputados y senadores plurinominales, quienes sin vergüenza alguna se ostentan como representantes de los mexicanos en el Congreso sin que un solo mexicano haya votado por ellos y además ¡cobran!... Vergüenza también a los partidos políticos (sic) que nos imponen representantes y nos obligan a ¡pagarles!” Según la publicación, el anuncio fue pagado por el Consejo Coordinador Empresarial de ese lugar.
Si esto es cierto, creo que no sería mala idea empezar a colocar los mismos espectaculares en todos y cada uno de los municipios del país, de tal forma que, de una vez por todas, los congresistas “de regalo” vayan entendiendo que los mexicanos, más que avalar sus sinvergüenzadas de ser parte de un gobierno sin que les corresponda por derecho, estamos repudiando una permanencia en las cámaras que nos está costando a nosotros, los que nunca decidimos que ellos llegaran ahí.
Siempre he sostenido que la inmensa mayoría de los que participan en política (no todos, por supuesto) lo hacen por una ambición personal más que por un interés noble. Y esto se da más en los partidos minoritarios, aquellos cuyos miembros saben que NUNCA van a ganar un proceso electoral, pero que gracias a un porcentaje en la recaudación de votos les va a dar la oportunidad de ir a ganar millares de pesos cada mes. Pero ahí los seguiremos viendo siempre, “levantando la voz del pueblo” pero sin renunciar nunca a su dependencia del erario.
No es cuestión de pensarlo mucho. Es una soberbia pendejada mexicana esa de repartir curules en las cámaras como si fueran regalitos navideños. Es estúpido (léase bien: estúpido) que existan puestos “plurinominales”. Es absurdo, es una aberración, es una patada en el trasero de un pueblo que no avizora el día en que terminarán sus problemas económicos, mientras que los legisladores de obsequio llenan de billetes sus bolsillos “defendiendo a ultranza” a las clases más desprotegidas.
¡No tienen derecho a estar ganando un sueldo, porque NO SON representantes populares! Ellos no fueron elegidos por el pueblo que acudió a las urnas. Nunca aparecieron en una boleta electoral, nunca hicieron campaña, nunca se acercaron a la gente para conocer los problemas que enfrenta diariamente para comer, ir al médico o mandar a los niños a la escuela. Son una partida de zánganos que solamente están sangrando el tesoro (¿cuál?) público. ¿¿Por qué demonios tenemos que pagarles lo mismo que a los otros que al menos sí sudaron para ganarse los votos??
En México hay 300 Distritos federales y tenemos 500 diputados. Los elegidos en un proceso electoral y los sinvergüenzas que fueron “electos” por sus respectivos partidos ganan exactamente el mismo sueldo, con sus mismas prerrogativas, sus mismas ventajas y, lo más importante, con un derecho que NO les corresponde, tienen participación en la presentación de iniciativas para crear o transformar leyes. ¿¿¿No es eso una aberración???
Nunca me he puesto a contar cuantos diputados federales, senadores, diputados locales y regidores en el país son plurinominales. Sinceramente, no me atrevo a hacerlo. Porque tener la cantidad exacta de cuántos son y lo que cobran en sueldos, me va a llevar a conocer una cifra económica que me hará entender cuál es la razón por la que el pueblo mexicano está tan jodido.
¿Se atreve usted a suponerlo?