Librado Navarro Jiménez es uno de los tres únicos personajes de Guaymas que, en estos momentos, realmente está interesado en ser alcalde. La lucha emprendida por el reconocido y prestigiado abogado no conlleva, como en muchísimos casos más (cientos dicen), el simple propósito de ganar los votos suficientes que lo lleven a ser regidor de la próxima administración pública.
Los propósitos de Librado no son nada nuevo. En la pasada contienda electoral estuvo a un tris de ser postulado, pero de nuevo surgieron los intereses políticos por las regidurías y lo dejaron fuera. La negativa de algunos partidos de arroparlo como su candidato es muy clara: saben que el profesionista va en pos de la Presidencia Municipal, no al reparto vergonzoso de regidurías.
La política para muchos es un negocio de tres años, y es la razón por la que a veces los buenos propósitos no funcionan. En múltiples ocasiones he dicho que algunos partidos políticos desdeñan la vocación de servicio de las personas, y se van por quienes aceptan pelear por los intereses de unos cuantos. Librado sólo quiere regresarle a Guaymas algo de lo mucho que le ha dado a lo largo de su excelente carrera como abogado. Y sabe que puede hacerlo.
Hace unas semanas me dijo, textualmente: “yo voy a ser alcalde, y si no ganara yo no iba a andar peleando que me dieran una regiduría. No la necesito para mantenerme, tengo mi trabajo y me da para vivir decorosamente con mi familia. Yo quiero ser alcalde porque se que puedo hacer mucho por Guaymas”. Más claro ni el agua.
Eso es lo que no se entiende por parte de quienes ven en cada proceso electoral la forma de acomodarse como y en lo que sea dentro de las futuras administraciones. Eso ha llevado a que muchos pierdan la vergüenza y ofrezcan una participación electoral de relleno, porque saben que podrán vivir en la holganza durante tres años. La verdad son pocos los regidores que asumen su función como tales. Los demás son mantenidos del erario. Eso les gusta, y por eso intervienen en política.
Cuando los partidos políticos tengan una mejor visión de lo que es la participación política entenderán que algunos de ellos son han sido una vergüenza. El Estado Mexicano decidió desde hace muchos años ser cómplice de delincuentes políticos y de eso se han estado aprovechando durante décadas.
Pero volviendo al tema inicial, negarle la oportunidad a Librado es tanto como perder la oportunidad de tener una disputa electoral más interesante. Insisto, es uno de los tres posibles candidatos de altura que tendría la contienda. Lo demás será sólo relleno.