Si alguien quiso descartarlo para
estar dentro de la pelea se equivocó. El licenciado Antonio Francisco
Astiazarán Gutiérrez está en la disputa por la candidatura priísta al Gobierno
del Estado luego de las más recientes encuestas, que lo ubican en una posición muy
superior a la de hace escaso un mes.
El ex alcalde guaymense y hoy
diputado federal, cuyo nombre aparece en el listado de prospectos que cada vez
se reduce más, ha logrado una mayor penetración en la entidad luego del trabajo
que como legislador ha hecho en el Congreso de la Unión, desde donde sigue
trabajando fuerte para buscar las alternativas que permitan, al sonorense,
reducir los altos costos que genera el consumo de energía eléctrica.
Con comprobada relación con la
gente que desde las más altas cúspides del poder político toma las decisiones
para las lides electorales, y con una identificación cada vez más sólida con
los sonorenses, el político guaymense consolida su figura, y la penetración
lograda en los últimos meses lo lleva a estar en estos momentos en la posición
del enemigo a vencer por parte de los demás aspirantes, cuyo capital político
se reduce a la presencia que tienen en la capital sonorense, de preferencia.
Toño, a diferencia de quienes
siguen siendo sus detractores, está en la pelea y con todas las posibilidades
de dar la sorpresa a principios del año entrante.
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La diferencia la marca el actual
alcalde guaymense Otto Guillermo Claussen Iberri, quien a pesar del plan de
obras que viene desarrollando actualmente, sobre todo en materia de
pavimentación, no ha podido limpiar su figura pública, consecuencia natural del
caprichoso proteccionismo que brinda a gente que trajo de Hermosillo y Ciudad
Obregón, quienes cobran sueldos muy altos por permanecer (cuando están) como
figuras decorativas en las dependencias que se les asignaron.
Lamentable que el alcalde cierre
los ojos a un punto tan delicado como ese. Las finanzas del Municipio, según él
mismo, están por los suelos, de ahí que no se justifica pagar sueldos tan
elevados a gente que simple y sencillamente vino a vacacionar tres años. Y no
solo en el primero nivel, sino gente como Jazmín Gómez, una muchacha que por
compromisos de campaña fue asignada al Instituto del Deporte con un muy buen
sueldo, y donde después de permanecer algunas dos o tres semanas sin hacer
absolutamente nada, decidió no volver a pararse ahí. Sin embargo, el sueldo se
le sigue pagando íntegro.
Para ser diputado federal, aspiraciones
que hoy tiene Claussen Iberri para continuar su trayectoria en el quehacer
público, se requiere tener una trayectoria limpia y honesta, como en cualquier
otro cargo público. Y con la imagen que hoy tiene, si llega así a candidato
podría convertirse en el primer priísta en perder esta posición. En Guaymas
está la mayoría de los votantes del distrito federal. Pero creo que ya lo olvidó.