Algo pasa cuando llega el frío. No sé si es el espíritu navideño que lo empieza a embargar a uno o que se congelan los dedos, pero cualquier pretexto es bueno para alejarse un poco de la computadora. (Añoro cuando decía “la Olivetti” o “la Olympia”) El caso es que ya tenía como una semana sin teclearle a esto, aparte porque es cuando la mujer lo trae a uno tratando de desmadejar las extensiones navideñas para ponerlas en el arbolito, que eso sí es un verdadero martirio.
Pero bueno, entremos en materia. Mañana es miércoles. Debo suponer que de nuevo no podré circular por la avenida 7 ni la calle 19, y en un ligero descuido ya ni por la Diagonal Yáñez ni la avenida 6. Los “tiangueros” están “en pié de guerra”, y con todo y que el Municipio pretender quitarlos de ahí, según esto con la Ley en la mano, los comerciantes, cual testarudos Sioux con las caras pintadas, se aprestan a resistir lo que ellos dicen es un ataque oficial.
Es increíble. “Esto nomás pasa en Guaymas” me decía un amigo mío. Ya se les dijo de mil maneras que no pueden seguir obstaculizando las calles del centro de la ciudad, y los “dueños” de esos terrenos aseguran que de ahí no se quitan aunque les manden a una pandilla de sicarios. Menos aún si les meten al Ejército. ¿La Ley? ¿Qué es eso? Quizá pensarán que si muchos políticos se la pasas trasgrediéndola, ¿ellos porqué no?
Lo cierto es que en Guaymas tiene que llegar el momento en que las autoridades se hagan valer. Aquí se volvió una odiosa costumbre realizar prácticas que perjudiquen a terceros. Así, los plantones y bloqueos de calles porque no hay agua, porque quieren un tope o simplemente por qué parió la gata, son el pan nuestro de cada día. Lo del tianguis es también un bloqueo de calles. Nomás que éstos se escudan en su burdo pretexto de que “tienen derecho a trabajar”.
Yo no diría que César Lizárraga Hernández está en una encrucijada. Para nada. El alcalde es el dueño, en este caso, de la toma de decisiones. Está ahí para hacer valer la Ley, y si la Ley dice que no deben ser bloqueadas las calles para su libre tránsito al automovilista, entonces simplemente que se ordene el desalojo de los “tiangueros”. El que se rebele a una orden así simplemente está trasgrediendo la Ley y debe ser tratado así, como trasgresor. ¿Por qué tenerles miedo?
Se las pondré más fácil. Yo siempre he querido vender mangos rebanados con chile y limón. Me gustan tanto que quiero compartir su sabor con posibles compradores. Mañana mismo, desde las seis de la mañana, me pondré con una carretita desvencijada y sucia en pleno cruce de la calle 10 y la avenida 6. Ahí, en medio de la calle. Les prometo ofrecerlos bien baratos. Y ay de aquella autoridad que se atreva a quererme quitar de ahí. Si lo hacen, les reclamaré con justa razón: ¿y porqué los “tiangueros” si pueden bloquear las calles? ¿Dónde está la diferencia entre ellos y yo?
El día que el resto de la comunidad se de cuenta de que esto es posible, en Guaymas tendremos miércoles de “hoy no circula”… pero ningún carro.
- - - - - - - - -
¿Saben qué? Yo creo que Manlio Fabio Beltrones Rivera ya se quedó, literalmente, con la candidatura por la Presidencia de México. De los que quedaron, es el único que ha mostrado sensibilidad y madurez política. Resultó finalmente más inteligente que sus contrincantes, de tal forma que en estos momentos podría estar por encima de las posibilidades de ser el candidato tricolor.
Doña Beatriz Paredes Rangel ya perdió tácitamente toda posibilidad. La “zumba” que le pegaron a Julián Luzanilla Contreras en la lucha interna del PRI por elegir a su nuevo dirigente en Sonora es una pequeña muestra de ello. En México, en consecuencia, no es ahora el tiempo de las mujeres priístas. Sorry.
Y Enrique Peña Nieto, con el espectacular circo que hizo de su boda con la “Gaviota” Angélica Rivera demostró una espantosa frivolidad. El señor cayó en su propio juego de sentirse estrella de película, y quiso ganar más popularidad comprándose a una artista para sustituir a su fallecida esposa. La forma en que manejó públicamente su contrato matrimonial es un reflejo fiel de cómo sería en caso de llegar a ser el Gobernador de la República.
En fin. No creo que haya muchas sorpresas en ese aspecto.