El problema al interior del PRI no es que finalmente se llegue a acuerdos que permitan la postulación de uno de los llamados “candidatos de unidad”. El problema grave que tiene el partido es el portazo en las narices que se da a militantes que se entregan con todo al apoyo de cierto personaje, y finalmente se quedan con la frustración de que a aquel lo “convencieron” para que se sumara a un “propósito” de unidad.
No sé que estará pasando en estos momentos por la mente del doctor José Luis Marcos León Perea, quien finalmente tuvo que declinar a sus aspiraciones por ser candidato a la Presidencia Municipal de Guaymas para buscar (no la tiene segura todavía) la nominación como candidato a la diputación local, cargo que ya ocupó en el periodo inmediato anterior. Le marqué a su teléfono y no me contestó. Creo que lo entiendo.
Total, en este contexto, en el que ya es prácticamente un sencillo protocolo que Otto Claussen Iberri se convierta en el candidato oficial de su partido a la alcaldía, viene lo más pesado para el PRI Guaymas. El trabajo de reunificación de su partido podría derivarles en un esfuerzo muchísimo mayor a lo que sería la campaña de proselitismo, que ya de por si se vislumbra bastante difícil.
Claro que si. A estas alturas, la indignación de gente como Carlos Ernesto Zataráin González y Pedro Romano Terrazas ha crecido al doble. Las heridas se hacen cada vez más profundas, y en plena víspera del inicio de campañas electorales, resentimientos de esa naturaleza ponen de nuevo al PRI en una posición de mucho riesgo, como pasó con la nominación, hace tres años, de Carlos Alberto Zaragoza Decima. Muchos priístas podrían jugar en contra de sus candidatos.
Claussen Iberri se registrará esta mañana, en un auditorio del comité municipal del PRI que seguramente lucirá un lleno total. Para la movilización de gente los priístas siguen siendo los amos y señores, hay que reconocerlo. Pero es evidente que en los tiempos modernos eso no funciona. Hay candidatos que en los últimos años tuvieron eventos atestados de “simpatizantes” que finalmente les dejaron las urnas vacías.
No sé todavía cómo le van a hacer para aliviar las cosas. Tiene que ser un trabajo muy fino, de verdaderos intentos de negociación y no sólo “de los dientes para afuera”. De tratar de imponer razones en base a cesiones. La chamba para eso estará pesada.
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Manuel Aguilar Juárez iniciará pre-campaña este lunes. Registrado ya como aspirante a la candidatura del PAN para la alcaldía de Guaymas, se dispone a convencer a la militancia panista de que es la mejor carta para representarlos durante los comicios del próximo mes de julio. Y en ello pondrá todo su corazón.
A estas alturas, don Manuel ha terminado convencido de que las cosas en política se pueden hacer bien cuando hay verdaderas intenciones. Lo suyo no es “pantalla” ni escaparate. La experiencia vivida durante los últimos meses le ha permitido saborear la satisfacción de poder ayudar a los demás, trabajo realizado a través de la fundación que lleva su nombre. Y le gustó.
Ahora que la vida lo coloca en la posibilidad de entrar en una competencia electoral, lo hace con la premisa de que, si las cosas resultan bien, tendrá otra oportunidad más de servir a la gente.
Quien piensa así puede ser uno de esos poquísimos políticos honestos que todavía existen.