Esto no es tan sencillo como parece. Otto sabe que de entrada va a enfrentar una situación muy difícil al llegar a la alcaldía. Por principio de cuentas va a recibir una administración hundida en deudas millonarias, pero además con graves problemas en la infraestructura urbana.
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Desde hace aproximadamente 15 años, Otto Claussen Iberri empezó a tener la inquietud de ser alcalde de Guaymas. El antecedente de que su padre Enrique Claussen Bustillos haya sido Presidente Municipal era su principal motivación, y a partir de entonces empezó a buscar la candidatura por parte del Revolucionario Institucional.
Otto Claussen. |
Eduardo Bours. |
Bueno, finalmente Otto gana la contienda y en un abrir y cerrar de ojos está convertido en el Presidente Municipal electo en Guaymas. ¿Qué es lo que sigue ahora?
Esto no es tan sencillo como parece. Otto sabe que de entrada va a enfrentar una situación muy difícil al llegar a la alcaldía. Por principio de cuentas va a recibir una administración hundida en deudas millonarias, pero además con graves problemas en la infraestructura urbana. Con un servicio de alumbrado público deficiente, producto de una descomunal tranza del ex alcalde César Adrián Lizárraga Hernández, calles del centro de la ciudad con grave deterioro y un “Paseo del Mar” que quedó en una simple quimera, para pasar a ser uno de los espectáculos más denigrantes que tenemos en la actualidad.
César Lizárraga. |
Y es en todos los aspectos. En la tesorería tiene que estar alguien que entienda que hay proveedores que necesitan cobrar el dinero que el Municipio les debe, después de haber tenido que soportar a un Carlos Dueñas encerrado en un mundo de “no pago” sistemático, llevando literalmente a la quiebra a pequeñas empresas que confiaron al suministrar sus servicios a la Comuna panista. Alguien comentaba por ahí que nunca habían visto a un tesorero tan despiadado y al mismo tiempo tan protegido por sus patrones. Vaya usted a saber por qué.
En la Secretaría del Ayuntamiento, lejos de poner a un “hijo de papi” tiene que colocar a alguien con una habilidad extrema en la política interna del Municipio, que no permita que los problemas se salgan de control y que tenga la capacidad suficiente para terminar, finalmente, con los espectáculos vergonzosos que ofrecen los plantones de personas que, dicho sea de paso, sólo exigen lo que consideran justos… en algunos casos, claro.
En la policía tiene que haber un Director que no responda a compromisos con el Presidente Municipal, sino alguien que venga a establecer orden interno y que funcione en beneficio de la comunidad. La prepotencia, las arbitrariedades y las cochinadas deben quedar en el olvido.
Podría llevarme todo el espacio de la página sugiriéndole al futuro alcalde lo que podría ayudar para la integración de su gabinete, pero finalmente el único responsable de eso es él mismo. Los ciudadanos vamos a estar a la expectativa, y créame, señor Claussen, tanto año pidiendo la oportunidad para venir a gobernarnos, creo que no le perdonaríamos fallas.
En sus manos está.