miércoles, 26 de junio de 2013

Vidas Públicas
Los yaquis, ¿territorio autónomo o independiente
Por Manuel Gutiérrez Fierro
 Con relación al manoseado asunto del pleito entre el gobernador Guillermo Padrés Elías y los políticos priístas del sur del estado (aunque oficialmente se dice que los que protestan son los yaquis y un adulterado “Movimiento Ciudadano por el Agua [MCA]), me permito apuntar aquí algunos detalles con base en lo que es del dominio público, así como en las piezas informativas de “los periódicos de Don Faustino” desde donde se fraguó y se apuntala dicha protesta.

Trata Toño caso del bloqueo

Entrega al Secretario de Gobernación planteamientos de tribu Yaqui y ciudadanos; pide se recupere armonía y tranquilidad
 México, D.F., junio 26 de 2013.- El diputado federal Antonio “Toño” Astiazarán y el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dialogaron sobre la situación que prevalece en el sur de Sonora.
“Toño” Astizarán le manifestó la preocupación de los sonorenses por la situación que permanece a raíz del conflicto que generó el gobierno del estado y que mantiene un ambiente tenso en esa zona, el cual impacta a todo el estado.
El legislador federal le expresó al titular de Segob el deseo de los sonorenses de recuperar la armonía y la tranquilidad y establecer mecanismos de diálogo respetuoso, constructivo y razonado entre las partes en conflicto.
Coincidieron en que el diálogo y la solución de fondo a las diferencias deben darse dentro de lo que marcan las leyes mexicanas y de acuerdo a los ordenamientos y disposiciones que genere el Poder Judicial.

Un bloqueo abusivo...

Todo tipo de protesta puede entenderse, razonarse, justificarse incluso. La Constitución da a los mexicanos el derecho de manifestarnos, y en ese sentido toda protesta pública puede considerarse legítima, pero no es así cuando se trastocan los derechos de terceros, y más cuando estos no tienen ninguna relación con el problema cuya solución se exige de semejante manera.
Viene a colación lo anterior respecto al bloqueo carretero que miembros de la Tribu Yaqui e integrantes del llamado Movimiento Ciudadano en defensa del Agua o algo así, vienen realizando a la altura de Vícam, situación ésta que ha provocado momentos de extrema tensión en toda esa zona, incluso hasta con enfrentamientos a golpes entre personas afectadas (por la protesta, obviamente), y que hasta esta mañana de miércoles continúa con síntomas de agravarse de nuevo.
Al margen de lo que quiero comentar, vale decir que esta situación se va a mantener mientras que los poderosos de la política sigan midiendo fuerzas. No le veo mucho sentido estar reflexionando sobre quien tiene o no la razón y si realmente se afecta al Sur de Sonora con el envío de agua a Hermosillo y el largo etcétera. Esto es un asunto eminentemente político que ha derivado en una atroz afectación a miles de personas, que son las que han sufrido las consecuencias de la terrible soberbia que existe entre los “dueños de los bats y las pelotas” en la política sonorense.
El problema que resulta más grave es lo que han padecido millares de personas que han tenido el infortunio de atravesar por ahí, y que se han enfrentado a la agresiva actitud de quienes pelean – dicen – por sus derechos, que ven en cada suplicante viajero que literalmente ruega que le permitan el cruce, a un potencial enemigo al que hay que hacerle pagar consecuencias sobre responsabilidades ajenas. Y en esto van no solamente los yaquis, sino hasta policías y uno que otro metiche.
Ejemplos concretos lo dan personas que tienen que llevar a sus enfermos al Centro Médico de Occidente, dependiente del IMSS en Ciudad Obregón, y a quienes hacen esperar hasta por cinco horas para poder atravesar, con el grave riesgo de que uno de los enfermos empeore. Esto ocurre mientras los poderosos de la política están tranquilamente en sus lujosas oficinas, disfrutando de un estupendo clima y carcajeándose de los golpes asestados a sus enemigos. Ese es su asqueroso juego mientras los más jodidos sufren.
El bloqueo llevó a abrir brechas para poder cruzar por parte de gente que no puede esperar a que haya un espacio para seguir su camino por la carretera. Hace unos días, un abusivo, prepotente y altanero miembro de la Policía Estatal Investigadora, le quiso ordenar al chofer de uno de los autobuses que traslada gente al IMSS de Cajeme que detuviera la marcha, todo por “sus pistolas”. Por fortuna el chofer “se fajó”, y le dijo que los pasajeros eran su responsabilidad, y que seguiría su camino a pesar de las arbitrarias advertencias del policía. “detenme si quieres, yo voy a seguir”, le advirtió de manera decidida. Ahí se le terminó la valentía al engreído ese.
Y algo que lamentablemente no se puede evitar “porque los yaquis tienen sus propias leyes”, es el abuso que algunos miembros de la etnia han venido cometiendo contra los viajeros que pretenden salir por las brechas. Detienen los vehículos y piden dinero. Sí, piden dinero, y metros más adelante, están otros con la misma exigencia: hombres, mujeres y niños. Eso aquí y en China es un atropello descomunal, un abuso de yaquis aprovechados y ladinos que, lejos de estar defendiendo “su” agua, utilizan la coyuntura para ROBAR a la agobiada gente que tiene que pasar por ahí.
Señores de la política sonorense: déjense de payasadas y olvídense un rato de sus absurdos rencores. Hagan sus disputas, sí, midan fuerzas, compitan para ver quienes son los más poderosos en este juego tonto que es la política. Deliberen, discutan, debatan, hagan lo que les de su regaladísima gana, pero dejen de estar jodiendo al sonorense que sólo quiere tranquilidad.
Sus pleitos no tienen por qué llevarlos al escenario público que agravia los derechos ciudadanos. Sus diferencias, sus venganzas, sus rencores, manifiéstenlos en los espacios correspondientes, no en las vías de comunicación que son para uso exclusivo del ciudadano que no roba, sino que trabaja apenas para sobrevivir.

Este abuso ya está excedido. Dejen sus cuentos chinos para otra ocasión y en paz a la ciudadanía.