miércoles, 28 de julio de 2010

Impasse


Los hechos recientes sucedidos en México, que involucran a funcionarios de un Centro de Readaptación Social, nos obligan a reflexionar lo que esta sucediendo en nuestro país, nos exigen a analizar este asunto delicado que se ha exacerbado en los últimos meses, dañando la percepción de nuestro país y principalmente generando desesperanza en nuestra gente.
Recientemente el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora llamó a las autoridades municipales y estatales del país a revisar el deterioro de las instituciones involucradas con estos hechos.
Al conocer que las ejecuciones estuvieron a cargo de un grupo de reclusos, quienes contaban con permiso para salir por las noches y que además se les facilitaban armas y vehículos para llevar a cabo todo tipo de flagelos, solo podemos pensar que son actos deplorables que solo se pueden combatir mediante la depuración, profesionalismo y capacitación de los integrantes de las fuerzas del orden.
Es muy lamentable que estos hechos reflejen una imagen negativa a nivel internacional, una imagen distinta de lo que siempre se ha distinguido nuestro México, de su gente, sus riquezas, su cultura, lugares turísticos, de cada una de las virtudes de nuestros estados y principalmente de la calidez de los mexicanos que siempre ha sido reconocida en todo el mundo.
Es muy lamentable que, en lugar de sumarse a la lucha contra el crimen, en lugar de comprometerse para resolver estos problemas, existan complicidades que se aprovechan del entorno y de las causas sociales.
Esa complicidad de algunos ha dañado a muchos, ha causado desánimo y desesperanza en los ciudadanos, en nuestras familias, en los millones de jóvenes y niños que son el futuro de toda una nación.
Conocer las circunstancias de los hechos ocurridos en estos últimos días es causa de una gran conmoción; principalmente porque durante tres años de administración, el actual gobierno federal ha apoyado una política de seguridad bajo los principios de cooperación y corresponsabilidad con las autoridades estatales y municipales, pero no podrán lograrse los objetivos mientras no trabajemos de manera conjunta mediante el compromiso de todas las autoridades en todos sus niveles.
Frente al espiral de desconfianza que nada nos beneficia, debemos atender al llamado para asumir con responsabilidad las obligaciones que nos competen, generar propuestas positivas, fomentar diálogos que colaboren y que no dividan y destruyan. Estos son momentos en los que tenemos que demostrar de lo que esta hecho nuestro país y de lo que somos capaces los mexicanos para salir de este impasse.

davidfigueroao@hotmail.com

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