¿Cuál es la diferencia entre Semana Santa y Aesmac? La respuesta es muy sencilla: el dinero. Eso marca una diferencia abismal.
En los últimas días, como cada año, he estado escuchando las amargas quejas de algunos (no todos) de los prestadores de servicios turísticos de San Carlos, y de acuerdo a la costumbre anual, reiteran su repudio a la presencia de decenas de miles de jóvenes que durante la Semana Santa arriban a ese lugar con deseo de divertirse, muy de acuerdo a lo que todos los mayores, alguna vez, también hicimos.
Lo menos que dicen es que son una multitud de drogadictos y delincuentes que vienen a San Carlos a destruir totalmente toda esa área, y fue precisamente por la presión ejercida por estos empresarios lo que finalmente borró la posibilidad de volver a hacer aquellos eventos masivos que tuvieron trascendencia a nivel internacional. Sin embargo, aún así, los chamacos siguen viniendo a buscar el desgaste de sus energías a este lugar.
Algunos de los quejosos llegan más lejos. Cierran esos días sus negocios porque temen que lleguen la horda de salvajes y les incendien sus locales, porque de acuerdo a su criterio, son pura gente del nivel medio económico hacia abajo, donde (según ellos también) está la peor escoria de la sociedad.
Sin embargo, amigo lector, esos mismos empresarios que se quejan furiosamente contra toda esa juventud que tiene todo el derecho del mundo a divertirse, son los mismos que permiten los peores desmanes que se provocan durante las mentadas reuniones de Aesmac, cuyo objetivo inicial hace algunos años se fue perdiendo, y hoy son solamente fiestas donde se permite de todo, absolutamente de todo. Me atrevo a decirlo: aún más de lo que sucede durante el período de Semana Santa.
Gente que trabaja en San Carlos, en algunos de sus hoteles, lo dice: durante los festejos de marras, todas las mañanas es común encontrar a jovencitos y jovencitas tirados en los jardines y albercas de esas hosterías, algunos completamente desnudos, totalmente desconectados del mundo real tras haber llegado, la noche anterior, a todos los excesos que usted quiera imaginar. A todos.
A sus alrededores, los trabajadores recogen envoltorios que sabrá Dios que sustancias contenían, jeringas, condones, ropa íntima, etc. De todo “como en botica”. Muchos de ellos incurren en desmanes tales como la destrucción del mobiliario de los cuartos de hotel, y cuando son requeridos por ello, sólo toman su celular para pedirle a “papi” que venga a salvarlos de los feos empleados que están abusando de ellos.
Y en todo esto, los señores prestadores de servicios no dicen absolutamente nada. En estos casos no pasa nada. Todo está bien. El poder del dinero en toda su máxima expresión. Ellos sí tienen derecho a hacer lo que les venga en gana. Los pobretones que llegan en Semana Santa no. Esos sí son salvajes delincuentes, aunque los “hijos de papi” hagan cosas mucho peores. Y ahí está el caso del sobrinito de los Bours. Fue solo una travesura, ¿verdad, señores?
Ya para concluir con esto: hoy se quejan, con razón por cierto, de que funcionarios públicos de la actual administración incurrieron en graves abusos, como adueñarse del negocio de los baños públicos y poner expendios de cerveza perjudicándoles directamente en sus negocios.
Muy bien, señores, la razón los asiste. Pero… ¿por qué no lo hicieron cuando las cosas estaban ocurriendo? ¿Por qué se esperaron a que terminara la Semana Santa para “inconformarse” por lo que hicieron los funcionarios? ¿Ya para qué?
Aquellos ya tienen los billetes en la bolsa. ¿De qué sirve ahora inconformarse?
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Preguntas en serie:
Dice la nota que Guaymas cerró con éxito la temporada de cruceros, al arribar el Oosterdam, que trajo poco menos de dos mil turistas, y en total, casi diez mil vinieron en cuatro meses. ¿En Ensenada cuando termina la temporada de cruceros? ¿Es por temporadas esto? Por que ahí llegan durante todo el año. Digo.
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El STIRT (Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radio y la Televisión) Sección Hermosillo, está invitando a todos los periodistas y locutores de todo el Estado para unirse al desfile del Primero de Mayo, Día del Trabajo. Una preguntita: ¿y los locutores que no quieran ir? No les van a decir nada, ¿verdad? ¿O sí?
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¿Cree usted que doña Leonarda le dirá a Victoria que su hija es María Desamparada?
Los jóvenes orinan en el boulevard Fabio Manlio Beltrones durante semana santa y los policias que los llegan a agarrar cobran entre 50 y 100 pesos por no llevarles arrestados. ¿Cuantos jóvenes llegan cada semana santa? Risa me da. Suerte!
ResponderEliminarYO CREO QUE VICTORIA SE VA A ENTERAR POR OTRO LADO... DOÑA BERNARDA ES MAS MALA QUE HITLER Y JAMAS LE DIRA LA VERDAD... YA VEREMOS COMO SE ENTERA Y DE QUE MANERA TOMA LA NOTICIA... LA VERDAD ES QUE ES TONTA PARA NO DARSE CUENTA... DE LAS OTRAS PREGUNTAS, SALE SOBRANDO OPINAR... ESTA MAS INTERESANTE LA NOVELA.. SALUDOS!!
ResponderEliminarEsto de La Semana Santa no es una Semana Santa es un Santo desmadre y lo mejor es acabar con ello lo mejor posible sin dañar la economia de por si ya maltrecha y sin desperdiciar la asistencia de las verdaderas familias (se llama ORGANIZACION).
ResponderEliminarLos mas Interesados,los que tienen algun negocio,los prestadores de servicios, los que verdaderamente son lesionados en sus intereses, se quejan amargamente cuando y unos dias despues de que pasa, pero al poco tiempo despues de esto, se olvidan y no se acuerdan hasta el proximo evento...Asi es que nada de lloriqueos, si quieren arreglar estos asuntos...Unanse y Actuen, sobre todo no dejen que las autoridades les ganen el amndado y sean siempre los que salgan con beneficios particularmente como ya saben sucedio.