“Voy con todo por la candidatura a la alcaldía…” me dijo Otto Claussen Iberri, tras preguntarle si era cierto que había un común acuerdo con José Luis Marcos León Perea para que éste buscase la Presidencia de Guaymas y él la diputación federal.
Se sentó a mi lado tras servirse el desayuno ahí en el Hotel Armida, concluida la conferencia de prensa en la que diputados locales y federales del PRI dieron su apoyo moral y político (y jurídico en caso de ser necesario, dijeron) a la presidenta del partido en Guaymas, Susana Corella Platt.
En respetuoso reproche, me comentó de la columna en la que escribí que ya había perdido en otras ocasiones la búsqueda de la candidatura por la alcaldía, y que al doctor León Perea ya le había pasado lo mismo en ocasión anterior. “Hasta la escuelita fue para ser candidato y tampoco lo consiguió”, me dijo.
Asegura que en presencia de la dirigente estatal del PRI, Claudia Pavlovich Arellano, ellos dos, Otto y León Perea, dialogaron, “y yo le dije que marcháramos juntos en el mismo propósito, que si él tenía un evento yo asistía, e igual, que él asistiera a los míos, y que finalmente el partido se decida por el mejor, el que le garantice realmente la victoria al PRI en Guaymas”, dice.
Le pregunté si se sentía seguro de ser candidato a alcalde, y me respondió que en estos momentos las encuestas lo favorecen con amplio margen. “Si ahorita se tuviera que elegir candidato para Guaymas, yo estoy seguro que salgo adelante, fácilmente”, me respondió.
Otto no considera que sea ésta la última oportunidad. “No es cuestión de oportunidades. Creo que en este momento estoy listo para ser Presidente Municipal de Guaymas, y estoy completamente enfrascado en lograr la candidatura. No hay nada de la diputación federal, para nada. Quiero ser alcalde de Guaymas, es un deseo legítimo, y quiero alcanzarlo”, me dijo antes de echarse el último bocado.
Un detalle que inquietó a varios durante la conferencia de prensa fue cuando la diputada local Flor Ayala, en su “fragoroso” discurso a favor de la mujer, lanzó fuertes acusaciones a la administración de César Lizárraga Hernández, a quien de corrupto no lo bajó, sólo que se perdió cuando dijo “esta administración que ha venido a rescatar todas las viejas prácticas de corrupción que nos tienen enfadados”.
Creo que en esos momentos, a la legisladora se le olvidó que las “viejas prácticas”, como ella dice, son las que tenía su propio partido, y son las mismas que lo llevaron a salir de Los Pinos, y de muchos estados y municipios del país.
Susana Corella Platt se vio tranquila, y fue cuando intervino al micrófono cuando perdió un poco el control, mencionando que “estoy muy enojada y estoy muy triste” por el curso que han tomado las cosas, manifestando que ella personalmente acudirá ante el Ministerio Público para comprobar que es completamente inocente de las acusaciones que se han enderezado en su contra.
Al referirse a Lizárraga Hernández, a quien acusaron ahí de ser el principal autor de todo lo que se menciona en contra de la pasada administración “pasando por alto todas las graves irregularidades que se están cometiendo en esta”, dijeron, Susana manifestó que “yo le entregué la Presidencia a un muchacho que creí que era bueno, honesto, que me dijo que venía de un matriarcado y que por eso tenía en un lugar muy especial a la mujer, y creí que todo eso se reflejaría en su administración”. Se dijo decepcionada del hoy Presidente Municipal.
A quien sí vi de plano muy “arrastrado”, porque no puedo usar otra palabra, fue a César Augusto Marcor, el dirigente del PVEM en Sonora y diputado local como consecuencia de su servilismo hacia el PRI, y conocido como “El Cuate Sandía”, por aquello de que es “verde por fuera pero rojo por dentro”, quien lanzó un candente discurso… a favor del tricolor. ¡Pobre cuate!
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A PROPÓSITO de la columna anterior, me llamó una regidora para decirme que no fue correcto lo que escribimos, en el sentido de que se había “pedido la cabeza” de varios funcionarios de la administración municipal, y que en realidad, sólo están exigiendo a César Lizárraga Hernández que despida de inmediato a su secretaria particular Dalia Laguna y a Joel Robles, del área jurídica.
Dice que nadie ha hablado de desconocer al alcalde si es que no acata sus exigencias, y justifica la petición en contra de Dalia “porque estamos hartos de que la señora, desde que llegó, no nos ha dado el lugar que merecemos”, dice, y agrega que lo que hizo en el informe del alcalde con ellos fue el acabóse.
¿Cuáles son las razones”. Las menciona así: No está al pendiente de la logística cuando ese es su trabajo; Desde que llegó se cree funcionaria de primer nivel, y se sube a los estrados incluyéndose en la lista de quienes deben ser presentados oficialmente, y; la señora no está ubicada y el alcalde no ha hecho nada por corregirla.
Ya entrada en señalamientos, asegura que Dalia no se la lleva en sus oficinas de la Secretaría Particular. “No hay quien atienda”, asegura. Y se refiere al evento de Seguridad Pública donde inició la campaña de despistolización. “A los regidores de la comisión de seguridad pública ni siquiera fuimos requeridos”, añade.
Esto es parte del resto de la conversación:
“Lo ultimo fue que no nos nombraron ni en el informe ni en el desfile, sólo presentaron a los funcionarios, y pues estallamos… esto es solo una parte de todo lo que hemos soportado de la señora. Al Alonso (Arriola Escutia, Secretario del Ayuntamiento) le tienen prohibido dar entrevistas le tienen prohibido asistir a eventos a representar al alcalde y mucho menos dar entrevistas, todo por orden de la señora y el malo de la película es el”, agregó, tratando de justificar las actitudes de Alonso.
Y para terminar, me dijo que lo que se publica en los medios sobre las diferencias entre ellos es falso. “Acabamos de convivir y todo fue tranquilo”, dijo.
Bueno, sólo para agregar algo, quiero comentarle que quien habló, y muy claramente, de las graves diferencias que hay entre ellos, fue el dirigente del PAN en Guaymas, Francisco López Lucero.
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