Las cosas parecen complicarse más al interior del Ayuntamiento de Guaymas, tras la designación del ingeniero Ricardo Valenzuela Salazar como sustituto del más nefasto Secretario del Ayuntamiento que haya tenido nuestro municipio, Alonso Arriola Escutia. El nombramiento de este muchacho cayó como baldazo de agua fría entre el panismo regional.
Quizá no debiera sorprender mucho la imposición del alcalde César Adrián Lizárraga Hernández en la persona de quien dice es su amigo (así lo dijo también de Arriola Escutia), puesto que desde el inicio mismo de esta administración, el hoy alcalde le dio la espalda a la militancia del partido que lo llevó al cargo que hoy ocupa. Los corajes del dirigente local del PAN, Francisco López Lucero, han sido la constante a lo largo de estos dos años y fracción.
El problema aquí, como se ha mencionado ya en los diversos medios, es que llega a un cargo tan delicado un muchacho con una inexperiencia absoluta. De hecho, antes de llegar a la Secretaría, Valenzuela Salazar figuraba tan sólo como uno más de los miembros de esta administración, sin un antecedente que lo haga destacar en el trabajo que ha desarrollado. Antes bien, casi al inicio de la misma hubo algunos señalamientos que manifestaban síntomas de corrupción en la oficina a su cargo.
Peor todavía, al PAN se le volvió a dar otra “patada en el trasero” cuando en voz de dos de sus regidores, pretendió oponerse a la designación del hoy nuevo Secretario, de quien dicen está sentado en el escritorio con un rostro de total desconcierto. Algunos aseguran que hasta el signo de interrogación se observa sobre su cabeza. Simplemente las sugerencias albiazules pasaron a segundo término.
López Lucero habría sugerido a Santiago Samaniego Cortés, pero la propuesta fue rechazada. Se cuestionó, inclusive, que el conocido militante panista se había excedido en sus comentarios anti-panistas en su reciente incursión como columnista. De hecho, Samaniego Cortés hizo críticas bastante fuertes contra Lizárraga Hernández y el hoy depuesto Arriola Escutia.
Ahora el problema es que la administración puede volverse un desorden peor a como estaba, porque la designación de Valenzuela Salazar evidencia el propósito del alcalde de ser el absoluto responsable de cuanto ocurra al interior de Palacio Municipal, lo que significará un desgaste muy perjudicial si tomamos en cuenta que aún pretende llegar a la candidatura por la diputación local.
¿Qué bulle realmente en la cabeza de Lizárraga Hernández? Quizá peque uno de suspicaz, pero insisto en que todo este circo podría ser el pago al PRI por el apoyo que le dieron para llegar a la Presidencia Municipal.
¿Dividir al PAN en momentos prácticamente electorales?
Suena absurdo pero… podría ser.
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La renuncia de Manlio Fabio Beltrones Rivera a la contienda interna del PRI viene a provocar una fuerte convulsión al interior del partido tricolor. Tras su anuncio, la candidatura de Enrique Peña Nieto parece estar en un mero trámite. Y amenaza con ser un motivo poderoso para una drástica división al interior del partido.
Baste leer los comentarios que a través de Facebook se hacen en “Todos con Beltrones 2012”, donde arremeten con todo en contra de Enrique Peña Nieto, a quien califican con los peores epítetos, sin escaparse de todo esto el actual dirigente nacional Humberto Moreira, cuya corrupta actuación en Coahuila como gobernador podría ser el peor enemigo de Peña Nieto en una campaña electoral.
En lo particular, veo muy poco probable que Beltrones Rivera asuma una candidatura por otro partido político, como se atreven a sugerirlo algunos de sus seguidores. Y si las cosas siguen como se están observando hasta ahora, quienes más contentos estarán serán los seguidores de Andrés Manuel López Obrador, por lo que representa la renuncia de Manlio Fabio a la contienda.
Ya verán.
Por cierto, ¿qué pasará con los aspirantes priístas en Sonora, seguidores de Manlio Fabio?
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