Lo que está ocurriendo al interior del PRI en Guaymas lo veo hasta cierto punto normal. En un partido donde las fricciones y el desbarajuste interno estaban poniendo en serio predicamento la participación de sus candidatos en el próximo proceso electoral, alguien tenía que intervenir para empezar a poner orden. Es literalmente imposible llegar a unas elecciones con un partido hecho giras.
Lo hemos comentado, que tras el proceso electoral interno del partido, se dejó venir un ambiente de rivalidades, deseos de venganza e insanos propósitos de auto-destrucción, una situación que antes sólo se había visto en el PRD, y ya ven las consecuencias que este partido ha tenido. El PRI entonces estaba (o está aún) en serio peligro de ser un partido perdedor mucho antes de emprender su participación electoral.
Tras estar literalmente definida la candidatura presidencial, las instrucciones a lo largo y ancho del país son muy claras: hay que reunificar al partido, y si eso conlleva a asumir actitudes que algunos pueden interpretar como drásticas, tendrá que llegarse a esos extremos. El tricolor no puede darse el lujo de sostener enfrentamientos internos tras dos períodos fuera de Los Pinos y con Estados y cientos de municipios en manos de sus opositores.
Ahora bien, es notorio que las negociaciones están a la orden del día. Es el precio que se tiene que pagar para que las cosas vuelvan a la normalidad. Que hay favorecidos con esos arreglos, como el caso de Marcos Ulloa Cadena, quien presuntamente es el único aspirante a la diputación federal, es cierto, pero no se puede lograr una unidad completa si se quiere establecer una actitud impositiva.
En el caso de Susana Corella Platt, actual dirigente priísta y al parecer la más viable para buscar la diputación local, la señora ha ido comprendiendo que para tener una buena dirigencia se necesita establecer convenios con quienes se habían mostrado inconformes con su asunción como presidente del partido. Y ese entendimiento es el que llevó a una reunión de priístas que algunos advertían como un encuentro poco amigable, pero que terminó, al menos en notoria apariencia, en un verdadero propósito de reforzar al partido de frente a un proceso electoral que se le presenta bastante complicado.
Lo que siento que aún no está bien definido todavía es lo relacionado con la candidatura por la Alcaldía de Guaymas. Todavía en lo que puede considerarse la recta final, Otto Claussen Iberri y José Luis Marcos León Perea siguen siendo los punteros. De entre uno de ellos dos está el próximo candidato.
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A propósito del actual diputado local Claussen Iberri, me comenta que tiene fe completa en que la situación del partido va a mejorar sustancialmente. Tuvo palabras de elogio a la actitud de Marcos Ulloa Cadena, Julia Astrid Tapia Granillo, Pedro Romano Terrazas y Alfonso Ayala Fonseca, quienes junto con la dirigente del PRI, Corella Platt, establecieron compromisos para hacer a un lado intereses personales y caminar de frente, dijo, a favor del partido.
Otto estuvo en días pasados en México, y ahí se reunió, junto con Antonio Astiazarán Gutiérrez, con Carlos Ernesto Zataráin González, conversando sobre la urgente necesidad de lograr la reestructuración dentro del partido con miras a obtener mejores resultados en 2012. En la mesa estuvo también Daniel Trelles Iruretagoyena, quien fuera presidente del PRI Estatal, y hoy es delegado del CEN en una de las delegaciones del DF que trabajan por la candidatura de Beatriz Paredes Rangel al gobierno de la capital del país.
Habrá mucho que escribir en torno a este objetivo tricolor, que por el bien de ellos, ojala tenga buenos resultados.
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Se animó Israel Quiroz Márquez y se apuntó para contender por la candidatura a la diputación federal del 04 Distrito, bajo las siglas del PAN. Ayer que platiqué con él me dijo que tiene confianza en que lo apoyarán las gentes de su partido.
Fernando Miranda Blanco era el único aspirante registrado, por lo que ahora se pondrá interesante la contienda.
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