miércoles, 29 de febrero de 2012




Víctor O. Fonseca Jacques
Con una trayectoria limpia en el manejo administrativo de sus empresas y una bien ganada imagen ante la opinión pública, Manuel Aguilar Juárez está convencido de que el trabajo honesto es fundamental en el desarrollo del ser humano, y convencido de ello, se prepara para futuros retos en su vida personal.
“Quien no es honesto consigo mismo no puede ser honesto con los demás”, asegura el hombre más que el empresario. Y teniendo esa base fundamental ha logrado no solamente consolidar una familia donde los valores son parte esencial de su formación como tal, sino que además sus empresas siguen siendo reconocidas a nivel internacional por su estricto apego a la decencia y la responsabilidad.
Bien identificado como una persona que ha logrado consolidar un reconocido liderazgo a través de la Alianza de Armadores y Ribereños “Por un nuevo Sonora”, A.C., que aglutina a casi 17 mil pescadores en todo el estado de Sonora, a Aguilar Juárez se le reconoce además como una persona que se preocupa por el bienestar de los demás, de ahí la creación de la fundación que hoy lleva su nombre, y que ha llevado diversos beneficios no sólo a las familias que dependen de la pesca, sino también a gente vulnerable de toda esta región.
“Yo provengo del seno de una familia muy humilde pero honesta y trabajadora, que supo inculcarnos valores y los asumimos”, señala después de hacer un sentido análisis de la trayectoria que lo ha llevado a ser un exitoso empresario en el ramo de la pesca. “Mi padre me enseñó a trabajar con responsabilidad y empeño, y desde muy chico me enseñó que la honestidad dignifica al hombre. Esa fue su mejor herencia”, agrega convencido.

- ¿Cómo es su trato con familia y empleados?
“Fui empleado bancario, el sueldo no era mucho, pero ganaba lo suficiente para mantener en forma decorosa a mi familia; nos limitábamos en muchas cosas, pero éramos felices y si había salida algún lugar, lo hacíamos todos juntos, a divertirnos en forma sana. Vivía en casa de renta y viajaba en camiones urbanos, no había para carro, pero insisto, la principal riqueza la tenía y la sigo teniendo en mis valores fundamentales, en mi familia”, asegura complacido.
Aguilar Juárez es merecedor del respeto no sólo al interior de su familia, sino con quienes han tenido contacto con él. Para sus hermanos, ha sido siempre el noble de la familia. Algunos de ellos no ocultan su inquietud por su incipiente incursión en la vida más pública. “Su compromiso ha sido siempre con su familia y su trabajo, y en ambos ha cumplido de manera tal que vive tranquilo y satisfecho. La nobleza de Manuel es de nacimiento”, asegura una de sus hermanas.
Pero igual, en sus oficinas de la empresa Geomar, donde lo conocen como Don Manuel, sus empleados hablan de un patrón muy exigente con el trabajo, pero ofreciendo siempre un trato digno en todos los aspectos. “Es un hombre estricto en el trabajo, pero bueno hasta cuando se trata de llamar la atención. Aquí siempre hay un buen ambiente de trabajo por la forma en que nos trata”, dice una de sus empleadas.

Que trabajen ambos padres causa trastornos familiares
Las necesidades de las personas han ido cambiando con el paso de los años y ello ha provocado que los matrimonios tengan que trabajar. Esa situación, aunque lleva el propósito de mejorar la economía de la familia, tiende al inicio de una desvinculación entre padres e hijos.
Los padres se van a trabajar y los hijos se quedan en casa, no hay un control absoluto y directo, llegan cansados los padres y lo que menos desean es escuchar manifestaciones de inconformidad de los hijos, que les fue mal en la escuela, que alguien riñó con ellos, que les pidieron determinadas cosas en la escuela, etc.


- ¿Cómo siente que afecta esto a la familia?
“Esto es sólo el principio de la desunión familiar; antes se vivía mejor con más poco y la madre se dedicaba de tiempo completo al hogar, pero tiempos traen tiempos, ahora las mujeres están más preparadas académicamente y claro está, buscan sus propios espacios.
”Tienen mas cosas materiales, pero lo principal, la armonía familiar se va perdiendo y enseguida, como consecuencia, vienen los rompimientos, la separación y los hijos quedan al garete”, opina.


A promover más los valores
A Aguilar Juárez le queda claro que la solución de los problemas de la sociedad está en el fortalecimiento de los valores, sobre todo al seno de las familias. Una familia alejada de los principios más fundamentales no podrá ser jamás un apoyo para el mejoramiento en conjunto de la sociedad.


- ¿Qué se requiere para rescatar los valores?
“Necesitamos reeducarnos, necesitamos abrir un espacio en el ajetreo de nuestras vidas y dar paso al rescate de los valores que cada vez se sienten más perdidos. Urge que la sociedad se recupere en ese aspecto, porque hay quienes están marchando sin rumbo, tratando de solucionar sólo el problema diario, pero olvidándose que si estamos bien como familia, estaremos bien como sociedad”, asegura.
Convoca Aguilar Juárez a la sociedad a no permitir que el desorden al interior de las familias siga prevaleciendo. “Vamos buscando las alternativas para coadyuvar para que seamos, muy pronto, una sociedad honesta y de valores”, concluyó.

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