Con el ya célebre conflicto entre
(presuntamente) los yaquis y el gobierno del estado de Sonora por el trasvase
de agua de la Presa El Novillo hacia Hermosillo, no han escaseado las voces que
argumentan que una planta desalinizadora para abastecer de agua a la capital
del estado es la mejor opción. ¿De veras? Si así fuera, esta sería en todo caso
una mejor solución para los yaquis mismos, que han perdido el usufructo del 50%
de agua del Río Yaqui que se les escrituró hace ya muchos años. Al igual que
Hermosillo, el Valle del Yaqui está prácticamente pegado al mar. ¿Por qué
entonces, ni yaquis ni terratenientes de Cajeme voltearon al mar? Por una razón
bien simple: porque aparte de costosa, la opción es poco rentable.
Columna completa aquí: http://contraportadaguaymas.blogspot.mx/p/editoriales.html
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