viernes, 2 de agosto de 2013

La vieja guardia del PRI

En una ocasión escuché algo que me hizo reír mucho. Alguien comentó respecto a una persona cuyo aspecto era un tanto deplorable, que “este ya se murió pero no se ha dado cuenta”. La opinión provocó involuntariamente la risa, por lo ocurrente de la misma.
La frase se aplica comúnmente para alguien que no vive su propia realidad y que se rodea de un halo (a veces infructuoso) de ilusiones y esperanzas, que con frecuencia le dejan frustraciones y desconsuelo, pero siguen aferrados a eso. Y esa impresión dan algunos de los que, concluida su historia política en Guaymas, pretenden seguir apareciendo como parte fundamental de su partido, el Revolucionario Institucional. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario