martes, 6 de agosto de 2013

Una confianza condicionada

Escribo esta columna con el ánimo sincero de polemizar el tenor de la nota que aparece hoy en la edición electrónica de La Voz del Puerto, con un encabezado de “Confían Yaquis en SCJN”, y una promesa: “Señala Tomás Rojo que de haber imparcialidad en la justicia (el) conflicto por el agua acaba mañana”. Mi primer extrañamiento sería con respecto a qué es lo que Tomás Rojo considera una justicia imparcial. ¿Qué tal si la SCJN determina que la razón le asiste a Guillermo Padrés? ¿Seguirán los yaquis confiando en la SCJN? ¿Dirán que la de los juristas fue una decisión imparcial? Y lo más importante: ¿volverán su vista a la abandonada actividad agrícola, depondrán las armas, moderarán su discurso belicoso, y liberarán de bloqueos la carretera internacional donde han permanecido afectando los derechos de millones de personas durante más de dos meses? 

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