Quien no entienda que en política todo son negociaciones, quizá nunca alcance a entenderla bien. Sea el partido que fuere, todos entran al relajo de la repartición de puestos (no cargos, porque pocos lo cumplen) buscando siempre el interés colectivo, pero de sus grupos políticos… y personales, nada más.
Por eso es que se muestra interesante el panorama para elegir a los próximos candidatos a cargos de elección popular, entre los que figurará la gubernatura sonorense hoy en manos del PAN, diputaciones locales y federales y alcaldías. De hecho la competencia ya empezó por parte de los que seguramente estarán involucrados. Pisotear la ley electoral es punto y aparte. Eso no tiene importancia. Total, siempre se ha hecho.
Pero bueno, en el marco de las negociaciones políticas por el futuro poder en Sonora, ya están inmersos personajes muy conocidos, entre los que podemos mencionar por el PRI a Ernesto Gándara Camou y Claudia Pavlovil Arellano. Antonio Francisco Astiazarán Gutiérrez podría ir más adelante a buscar la senaduría y después, ya con más “colmillo”, emprender de nuevo su propósito de ser gobernador de la entidad.
Lo de Jesús Alberto Cano Vélez, a pesar de sus presuntas nobles intenciones de llegar a contender por la candidatura, no tiene mucho futuro. Y Samuel Moreno Terán seguirá haciendo su luchita, aunque finalmente será aspirante por el Verde Ecologista.
Llama la atención lo que en estos momentos pasa sobre unos spots que circulan profusamente en medios pagados para ello, en los que se anuncia la figura de Gándara. ¿Cuál de los dos? Javier Gándara Magaña, del PAN, parece ser el predestinado ya por la bendición de Guillermo Padrés Elías para ser candidato y tan seguro está de ello, que ya anda repartiendo millones de pesos a través de una fundación de las muchas que han brotado como granos de Viruela por estos tiempos. Pero su pariente, “El Borrego” Gándara también se dice estar listo para recibir la postulación por parte del PRI.
Si ambos fueran candidatos respectivos de sus partidos, la negociación tras los resultados electorales será mucho más fácil que si otros fueran los disputantes. El apellido Gándara sería el beneficiado con un eventual encuentro entre ambos. Y eventualmente podríamos pensar en un relax político para Sonora, aunque eso no precisamente sea indicativo de bienestar para todos los sonorenses.
Si Claudia Pavlovich fuera la candidata, quedaría muy claro que la tendencia es para beneficiar una victoria panista. No es cierto que a Sonora ya le llegó la hora de tener gobernadora. No están las condiciones para que ni ella ni Ana Gabriela Guevarade los partidos de izquierda pudieran eventualmente llegar al poder máximo en la entidad. Luego entonces, como candidatas ambas harían muy bien su papel de comparsa de Gándara Magaña para quitarle obstáculos y ser el sucesor del actual gobernador.
Quizá una disputa más interesante podría darse entre David Figueroa Ortega por el PAN y el mismo Gándara Camou por el PRI, mientras que Alfonso Durazo Montaño pudiera disputar por la parte contraria. Ahí sería más complicado buscar negociaciones y tendrían todos que ir a tragar polvo a las colonias para sacar votos de a de veras. Sin embargo, lo de Figueroa Ortega se ve más complicado. Aún cuando el hombre trae el sano propósito de ir de nuevo a buscar la candidatura. Ojala después de esto no lo hagan cónsul de nuevo.
Los tiempos se acercan velozmente. Si no se apuran todos, podrían quedar al margen de las negociaciones y, hasta en un alarmante futuro, quedarse sin chamba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario