martes, 4 de marzo de 2014

Chuchín, el predicador

Ventura Cota Borbón
 “Hace diez años me di cuenta que podía ´hablar´ con el estómago, un don que por supuesto me dio Dios y es a través de él que he dedicado parte de mi tiempo desde entonces a predicar su palabra en diverso templos de la ciudad”, dijo Alejandro Antonio Vázquez Valencia, ventrílocuo, primero empírico y después estudioso del arte de “sacar” o expulsar la voz desde el estómago sin mover los labios.

 Alex Vázquez transmite mensajes de valores universales a través de su hermano “Chuchín”, el Predicador, un simpático muñeco de ventrílocuo, mismo que adquirió en Michigan, ciudad del vecino país del Norte.
“La ventriloquia es un arte que requiere de mucha disciplina, práctica y lo más importante, preparación de rutinas que mantengan a los espectadores atentos. Sobre todo, como en mi caso en que dirijo mensajes de amor, no uso palabras malsonantes ni de doble sentido y eso hace que sea más difícil estar frente a un público que en su mayoría prefiere ese tipo de distracciones”, comenta el joven ventrílocuo oriundo de este puerto.
En Sonora y obvio en Guaymas no existen personas que se dediquen a este arte, dice Alejandro, por ello me esfuerzo mucho para sacar un espectáculo de calidad y poco a poco ir metiéndome en el ánimo de la gente que vaya a ver mi espectáculo, expresó.
Alejandro y su acompañante Chuchín, el Predicador –no me gusta decirle mono o muñeco porque suena peyorativo y despectivo y él es mi amigo, dice--, han estado en casi todos los templos cristianos de Guaymas y es ahora su objetivo trasladar este mensaje a las escuelas públicas y privadas que así lo requieran.
Ya he estado en pláticas con distintos directores y directoras de escuelas tanto de preescolar como primarias para ofrecerles el show a un precio muy módico, y que de hecho sería simbólico ya que parte de las ganancias obtenidas, serían donadas a la escuela donde me inviten a participar.
Quiero -- dijo Alex--, en fecha muy próxima, llevar el mensaje de valores universales a las escuelas porque en esos templos del saber se practica de manera ya muy común y por desgracia, el bullying, cuttying, y todo aquello que daña a nuestros niños y jóvenes. Sé que no es fácil hacer eso, sin embargo estoy preparando rutinas en las que enfatice los daños que esas nocivas prácticas provocan en todos los estudiantes, expresa el ventrílocuo.
Insiste en revivir los valores ya tan olvidados e incluso ya perdidos, que hoy en día son virtudes alejadas de la niñez y la juventud.
El espectáculo tiene una duración de sesenta minutos, sin embargo piensa fraccionarlo en cuatro o cinco de quince minutos para diversificar los temas y hacerlos incluso atractivos a quienes le hagan el honor de acudir a su show.
En fecha muy cercana pienso adquirir a otro hermano para que le haga compañía a Chuchín, el Predicador y con ello poco a poco irme consolidando como un buen practicante del arte de “hablar con el estómago”, dijo Alejandro Vázquez.

Si usted amigo, amiga desea contratar el espectáculo de este joven pueden ponerse en contacto con él por medio del 622 144 62 73 y en Facebook como Alejandro Vázquez Barón. 

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