Creo que hoy como nunca, los padres de familia
debiéramos alarmarnos -- sí, alarmarnos -- ante el nivel que ha tomado el
consumo de drogas entre la juventud, y de manera muy particular, entre los
estudiantes de secundaria y preparatoria.
Es imperativamente urgente darnos cuenta de que
el control está ya completamente perdido, y que las drogas tienen presencia en
los planteles educativos, a grado tal que se están comercializando dentro de
estos mismos.
Peor todavía, en algunos casos bajo la
complacencia de maestros que no mueven un dedo por impedirlo, por una simple y
sencilla razón: también son adictos a las drogas.
Hoy circula una nota en la que se exhibe al
Cbtis-40 como el plantel donde fueron sorprendidos dos mozalbetes, uno del mismo
plantel y otro del Instituto Regional de Guaymas. El primero huyó al verse
descubierto, al segundo le encontraron una importante porción de droga que
había intentado entregarle al hoy estudiante prófugo.
Pero está por demás tratar de cuestionar y/o poner
en entredicho a ambas instituciones educativas y armar un escándalo por el
prestigio que ya tiene el IRG y los urgentes intentos de recuperarlo en el
Cbtis. Tenemos que entender que lo ocurrido involucra a ambas escuelas, pero
TODAS están enfrentando exactamente el mismo problema.
Luego entonces, es extremadamente urgente que
cada quien asuma la responsabilidad que le corresponde y no estigmatizar a cada
escuela donde va surgiendo un problema similar. La culpa no es de los maestros
de manera exclusiva. Más responsabilidad tenemos los padres que ignoramos lo
que nuestros hijos podrían estar haciendo en su centro de estudios.
Así pues, escandalizarnos por lo que ocurre en
tal o cual plantel se nos puede revertir en una noticia que seguramente nos
echaría a perder el morbo que hoy nos causa lo sucedido en tal o cual escuela.
No Víctor, no lo ignoramos, somos los primeros en darnos cuenta de si nuestro hijo o hija anda bien o mal, somos los primeros que nos damos cuenta de sus cambios de conducta y actitud, lo único que pasa es que nos ponemos una venda en los ojos y nos hacemos los desentendidos y nos autoconvencemos de que "no pasará nada", de que así es la juventud ahora, ¡craso error!. Por mis experiencias propias de mi profesión (maestro), recuerdo con tristeza y desesperación cuando llamaba a los padres de familia para informarles que su hijo o hija se drogaba, y recibía unas bofetadas imaginarias cuando les decían a sus Hijos: "ya ves, te dije desde hace mucho tiempo que dejaras esa cochinada", la mayoría de los padres están enterados Víctor. Esta tan descompuesta esta sociedad que, me atrevería a decir que hay padres que la consumen junto con sus hijos, ¡que desgracia!. Familia, célula de la sociedad podrida cual cáncer corroe el cuerpo e insensibiliza el alma, se perdió el respeto en la propia familia, primos, tíos con sobrinos, hermanos, hijos con padres embuídos en lo mas hondo del túnel negro de las drogas y perdición. Siento muchas ganas de llorar. Tal pareciera que nadie hace nada por temor, ¿que hacer ante este cúmulo de temores?. Disculpen.
ResponderEliminary quieren legalizar la mariguana disque para mayor control se imaginan a los que autorisan las recetas hasiendo su agosto. como diria hector suarez que nos pasa en este mexico.
EliminarDisculpen en el primer comentario, no generalizo, pues hay padres que están al pie del cañón con sus hijos, me refiero a los que les importa un comino la vida de sus hijos y de sus familiares.
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