lunes, 7 de abril de 2014

Estudiantes rehenes...

Lo único que consigue la Universidad de Sonora con las huelgas de sus conflictivos y abusivos sindicatos es un desprestigio tal que muchos futuros estudiantes de una carrera ya no la ven como una buena alternativa para llegar a ser profesionistas.
Es una vergüenza que a pesar de los años transcurridos, la máxima casa de estudios siga convertida en refugio de delincuentes disfrazados de líderes, para quienes el proceso de educación de un joven vale menos que un cacahuate. Para ellos primero están sus desmedidas ambiciones y después el futuro de Sonora y del país.
Peor todavía que haya políticos sinvergüenzas y corruptos, que permiten la permanencia de ese tipo de sujetos sin moral, mientras que la zozobra, la desesperación y el desconsuelo hace presa de millares de familias sonorenses que empiezan a ver lejana la posibilidad de una pronta conclusión de los estudios de sus hijos.
Ya no es la Unison, ni por asomo, una buena opción para estudiar. Si al estudiante se le ha tratado siempre con la punta del pie, en la universidad sonorense son expertos en eso.

¡Qué lamentable!

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