Una encuesta regularmente creíble, en materia política, sería la que se hiciera inmediatamente después de un proceso electoral. Preguntar al día siguiente por qué candidato se emitió el sufragio podría ser más seguro, en comparación a las respuestas que se dan previo a la conclusión de este.
Es decir, si hoy me preguntaran (curiosamente, veo la danza de números manejados por empresas encuestadoras y NUNCA me ha tocado que me encuesten a mi) por quién voy a votar, puedo decirles que por equis o ye partido. Mi respuesta sería anotada en los registros de los encuestadores, pero igual me burlé de ellos al mentirles en cuanto a mi verdadera intención de voto.
Hay algo más: yo puedo brindar una respuesta cierta a quien me consulta, pero igual éste está respondiendo a los intereses de su patrón, el dueño de la “prestigiada” encuestadora, y va a ordenar sus respuestas de acuerdo al propósito de quien las paga. Ninguna encuesta resulta contraria a los intereses de quien la contrata, y cuando es así, jamás se hace pública.
Enfrentarse en una guerra de encuestas me parece que es perder el tiempo (y dinero… mucho!) de una forma por demás miserable e inútil. Hace seis años, Alfonso Elías Serrano del PRI encabezaba todas las encuestas, incluyendo las más acreditadas. El poder político y económico de Eduardo Bours Castelo marcaba la línea política, y algunos daban como un hecho protocolario que seguiría gobernando a través de su candidato impuesto.
El hartazgo de los sonorenses, agraviados entre otras cosas por la tragedia de la Guardería ABC, desmoronó en cuestión de horas todo ese influyentismo y le dio el triunfo al panista Guillermo Padrés Elías, quien a punto de concluir con su período como gobernador ha dejado constancia de que nunca se preparó realmente para dirigir un estado como el de Sonora. Finalmente resultó uno más de la muy desprestigiada clase política actual.
Así las cosas, las encuestas que se publican en los medios de comunicación sólo sirven que se gasten millares de pesos en sus publicaciones, y para tres cosas más… para nada, nada y nada.
Qué infantiles quienes siguen creyendo que con la publicación de las encuestas de marras van a cambiar la tendencia al voto, y más cuando debiera preocuparles más que la verdadera tendencia es hacia el NO voto. Les interesa más estar al frente de este circo barato que en conocer la auténtica problemática de los sonorenses a quienes pretenden gobernar.
Finalmente, sabremos quién ganó hasta el lunes 8 de Junio… y quién sabe.
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