Después de haber sido
regresado de Hermosillo a Guaymas, finalmente dejó de existir
Dejando una profunda pena
entre sus familiares, quienes lucharon a brazo partido para tratar de salvarle
la vida, el joven guaymense Jesús Antonio Pérez Arellano, dejó de existir en
una de las salas del Instituto Mexicano del Seguro Social en este puerto.
Como se recordará, el caso de
este joven fue citado por Contraportada y Amor 101, dándose a conocer que
estaba enfermo de Wilson, una enfermedad parecida a la Cirrosis Hepática que lo
llevó al hospital del IMSS, donde según diagnósticos médicos, ya no había nada
por hacer y hubo constantes negativas para trasladarlo a Ciudad Obregón.
Posteriormente fue enviado a
una clínica de Hermosillo, donde sin embargo no recibió nunca la atención que
se requería, hasta ser regresado a Guaymas, donde ayer dejó de existir. Pérez
Arellano tenía 30 años de edad, era casado y padre de tres niños.
“Es cierto que nunca nos
mintieron en el seguro, ya nos habían dicho que las posibilidades de vida para
él eran prácticamente nulas. Pero nosotros sólo pedíamos que lo llevaran a la
clínica de especialidades en Ciudad Obregón, porque nos habían dicho que podía
ser candidato a un trasplante de hígado, pero desgraciadamente siempre nos
negaron esa oportunidad”, dijo una de sus parientes.
Lo más delicado, mencionó, es
que cuando fue traído a Guaymas, uno de los médicos pasantes le reprochó el que
su caso se estuviera manejando en este medio de comunicación, e incluso llegó a
advertir veladas amenazas en el sentido de que su salud estaba en manos de los
médicos de aquí, lo cual lo tomaron como una muy delicada advertencia.
Finalmente, el muchacho ya no
pudo resistir a su enfermedad y falleció ayer por la mañana.
Su cuerpo está siendo velado
en Funeraria San Martín.
Descanse en paz.
contra los designios de Dios no se puede al joven lo necesitaban aya estoy seguro de eso, se hizo todo lo posible según veo, pero el final llego descanse en paz el paisano. para la familia dejar el que pasó y ver el que sigue, nadie dijo que la vida era justa menos la muerte un abrazo.
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