jueves, 7 de abril de 2016

Muestra IMSS insensibilidad

En el caso de Jesús Antonio Pérez, ya no se le dio más atención a pesar de su gravedad
El Instituto Mexicano del Seguro Social muestra una evidente y agresiva insensibilidad en el caso del joven Jesús Antonio Pérez Arellano, cuya enfermedad en el hígado la mantiene en estado de extrema gravedad y aunque ya fue trasladado a Hermosillo, hasta este momento la atención que se le ha brindado es prácticamente nula.
En medio de la desesperación y angustia que agobia a sus familiares, Jesús Antonio fue trasladado, como se informó ayer, a la clínica número 2 del IMSS en Hermosillo, en lugar de haber sido internado en la clínica 14, que es donde se concentra a los enfermos más delicados por contar con mejor equipo y demás instalaciones para una mayor y más efectiva atención.
Sin ofrecer ninguna explicación a su familia, el instituto ha mantenido a Jesús Antonio en una camilla desde el lunes, sin llevarlo a una cama especial para su debida hospitalización, sin darle la atención médica que requiere, y aunque supuestamente ya fue revisado por un gastroenterólogo, la familia no ha recibido una sola información sobre su situación actual.
El vocero de la familia dijo a este medio que “ayer hablé con su esposa. Ella está desolada, desesperada, al saber que todos los esfuerzos y súplicas, ruegos que se han hecho para que se haga algo por él, han sido en vano, se han estrellado ante una cruel indiferencia”, relató.
Dijo que ya les advirtieron que el joven ocupa de un trasplante de hígado y que para eso tiene que ponerse en lista de espera. “Esa es una esperanza para nosotros, pero resulta que para ponerlo en lista de espera, tendría que haber sido llevado a la clínica de especialidades de Ciudad Obregón, pero allá no lo quieren aceptar. ¿Cómo entonces va a entrar a la lista de espera? ¿Cómo pueden ser tan crueles”, lamentó el informante.
Reiteraron que ellos no están en contra del IMSS. Antes bien, han tenido cifradas sus esperanzas en que la institución, “con la ayuda de Dios”, dijo, pueda lograr la recuperación de Jesús Antonio. “Pero con todo esto que está pasando, nos da la impresión de que sólo quieren que nuestro familiar muera para quitarse ese peso de encima. No puede ser que estén actuando así”, indicaron.
Señaló que por actitudes como éstas es que después las personas acusan de negligencia a las instituciones de salud. “Se supone que ellos están para salvar vidas, y aquí pareciera que quieren que la de nuestro familiar se acabe pronto”, puntualizó.
Jesús Antonio Pérez Arellano, como se ha informado, tiene 30 años de edad y es padre de tres niños. Él sufre de una enfermedad que se llama “Wilson”, que es un trastorno hereditario poco frecuente que hace que el organismo no pueda deshacerse del cobre adicional. La enfermedad regularmente se desarrolla entre los 5 y 35 años de edad.

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