viernes, 29 de noviembre de 2019

Intento galimático

Animado por dos de mis más cercanos amigos, empecé a escribir lo que pretende ser un par de libros. Más que buscar un foro distinto para tratar de seguir en mi intento de un día aprender a escribir, me motiva más la idea de plantear, en esos simples mamotretos, mi perspectiva propia sobre dos temas que en lo personal me preocupan bastante, ya sea como ciudadano, como padre de familia, como comunicador, etc.
Quizá cuando aparezcan los dos libracos no le interesen ni siquiera a mi amada Gaby, mi fiel y adorable apoyo de todas mis ocurrencias y puntadas, algunas demasiado absurdas. Pero creo que me está pasando lo mismo que a muchos, que sí son escritores de a de veras: trataré de escribir para mi mismo. Si semejante cosa le llama la atención a una sola persona, pues entonces ya será un añadido que muchísimo habría que agradecer. No hablemos de triunfo.
¿En cuánto tiempo los voy a terminar? Pues mire, la verdad es que no sé ni cómo fregados los estoy empezando. Así es que no puedo ni siquiera vaticinarlo. Eso sí, voy a tratar de hacerlo lo más pronto posible, porque no me gustaría que a medio camino un montón de huesos llegara con su guadaña a mocharme la cabeza.
Son dos temas que tienen que ver con mi querido Guaymas. Seré muy específico en eso. Uno de ellos tiene que ver con la idiosincrasia tan sui géneris del guaymense común en relación a la “rumorología”. Hasta nombre le puse ya. Pero se lo diré cuando vaya a medio camino. Y el otro, sobre una perspectiva personal, en lo que debe ser el replanteamiento de nuestra sociedad. Luego le explico.
Por lo pronto, mucho le agradezco siga leyendo --aunque sea por encimita-- todas las galimatías que intento redactar --ya casi casi por inercia-- en mi incesante intento periodístico-editorial.
Le deseo un extraordinario fin.

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